El CACIF, la Embajada de Estados Unidos y Otto Pérez, pueden sentirse satisfechos, y brindar por el Vicepresidente propuesto y electo por la parvada del Congreso que debe ser depurado. El presidente, con gusto, se ha tomado el trago amargo de la renuncia de su brazo derecho, pues al final de cuentas, y por el momento, es ella la que lo salva del vendaval que agita las aguas, no solo en el Pacífico, sino también en el Atlántico. Hasta hoy les ha favorecido la suerte, pero las aguas siguen agitadas y amenazan con salirse de su cauce, pues ha llegado a tal grado el rechazo al gobierno, que se pide la caída de otras cabezas y un cambio de rumbo del país que solo puede lograrse arrasando con la corrupción y la impunidad, en otras instituciones y poderes del Estado.
Los partidos electoreros y sus líderes, aquellos que no les importa el destino del país, se han de estar reuniendo de emergencia, porque sienten que no llegan a las Elecciones, pues cada uno desde su corta visión de país, piensa que son los del recambio para que nada cambie y por el momento, también pueden sonreír, pero no cantar gloria porque falta ver qué dice el pueblo y especialmente la juventud el próximo 16 de mayo, porque diversos sectores están hartos de tanta corrupción y quieren pasar la escoba por el Congreso y el Organismo Judicial, y además, están conscientes que el presidente Otto Pérez ha sido cómplice de quienes se han enriquecido ilícitamente con los recursos del Estado.
Ojalá al gobierno, a la oligarquía y a los gringos no se les ocurra que la represión es el camino para salvar sus intereses, porque esa puede ser la chispa que incendie la pradera y no será uno, ni dos los que caerán, quizá muchos nos quedemos en el camino, pero bien vale la pena acompañar a la juventud que está pujando por cambios profundos que garanticen a las nuevas generaciones vivir en un nuevo país alejado de las garras de las mafias. Es el pueblo desprotegido, abandonado a su suerte, excluido de la riqueza del país, quien junto a una clase media burlada y diezmada, ha estado en las calles y son, quienes no se conforman con la renuncia de la señora Baldetti y exigen cambios profundos en el Estado de Guatemala.
La CICIG y el Ministerio Público, si de verdad quieren que el Estado salga de las garras de las mafias, deben seguir destapando la olla y hacer caer a los grandes capos, no solo a los corruptos, sino también a los corruptores, sin dejar por un lado el destape del financiamiento de los partidos políticos que aspiran al poder en las próximas elecciones y que simplemente representarían los intereses de quienes han mantenido el Estado a su servicio. Este 16 de mayo, seis días después del aniversario del juicio y condena histórica por genocidio, el pueblo debe estar en los centros de concentración en todo el país.
http://www.elperiodico.com.gt/es/20150514/opinion/12433/El-16-movilización-nacional.htm
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