Helmer Velásquez
Soy de los que no puedo presumir de haber compartido largas jornadas de vida con Mario René Matute, tres fueron suficientes para conocer de sus saberes y convicciones. Del personaje, sin embargo, conocía ya desde los años de la Universidad, de sus extraordinarios dotes humanos e intelectuales, de su militancia luchas y reveses. Eran los años de la rebelión y el socialismo. El desafío a gorilas, oligarcas y águila imperial. Atacaban en cuadrilla, temían a los revolucionarios. Condenaron a muerte a Mario René y ejecutaron a su hijo. Cercenaron la mitad del viejo. Le apagaron una luz. El viejo era roble de revolución. Estoico. Sobrevivió. No cejó en la construcción revolucionaria.
Ese fue el Mario René que yo conocí. Poeta, comunista, intelectual revolucionario. Enemigo de chafas criminales. Asesinaron al primogénito. A mansalva. Cobardes. Golpeaban a la juventud y le mataban la esperanza. Dolió terriblemente, pero no lo doblegaron. Mario René Matute murió este noviembre en sus trece, aborreciendo chafas vergonzantes, profundamente guatemalteco y revolucionario. Fue a través del Estuardo el chino Mazariegos que llegue a él, le invitamos al Foro “No Más Exilio”. Previo a la suscripción de la paz. Asqueados de la violencia genocida del Ejército de Guatemala. Convocó la coordinación de ONG y Cooperativas –CONGCOOP–, Salón Mayor de la APG, año 1994. Su voz buscó abrirle brecha a la nueva Guatemala. Los gorilas al zoológico, los intelectuales a gobernar. La historia cursada hasta hoy es conocida. En una de las idas al “DF” a instancias de Danilo Cardona, le fuimos a visitar a un apartamento en condominio en aquella abigarrada, ciudad. Hicimos un repaso de años de revolución, de viejos cuates y compañeros, de la crueldad represiva, de los avances y los retrocesos. Estuvieron presentes los sueños de futuro. La discusión se puso álgida con los métodos y la necesidad de volver. Matute era sabio y no peleaba por aquello. Discutía. Se mantenía en sus trece.
Ahora… a estas horas, Mario René, estará presidiendo una Conferencia Mundial de Ciegos Revolucionarios. Los eternos visionarios. Tendrá a Huberto Alvarado muy cerca. Johnny Dahinten Castillo, le esperará a la salida para acordar contenidos del Nonos. Es de imaginar los hilarantes comentarios que les provoca el payaso errante. Con Saúl Osorio y Martínez Peláez discutirán los caminos de la Revolución Guatemalteca. Con Santiago López y Manuel Andrade Roca, debatirán la cuestión de Alianzas y coyuntura. Este seguidor de Baco y las buenas costumbres, estará, estas lunas entre tamal y elixir. Un abrazo histórico maestro.
https://elperiodico.com.gt/opinion/2017/12/28/el-ciego-que-construia-revoluciones/
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