La Asociación de Periodistas de Guatemala APG, la máxima y más antigua entidad de prensa del país, ve con preocupación el difícil momento que atravesamos y vivimos los guatemaltecos ante la crisis provocada por la pandemia del COVI-19 y queremos ser puntuales en temas no solamente económicos sino dentro del contexto social que acentúa la vulnerabilidad de los más pobres a los que no les cubre en su totalidad el programa social que implementó, pero sin un plan estratégico y logístico. Queremos creer que fue por improvisación y no por incapacidad.
Posiblemente, Presidente de la República, se le ha estimulado la vanidad, porque al repartir los recursos del Estado a manos llenas, lo lleva a pensar que todos alaban su mandato y que reconocen que en esta crisis ha estado a la altura de las circunstancias y la verdad es que falta mucho. Hay que atender hospitales colapsados, contener el contagio a médicos, paramédicos, enfermeros, técnicos y personal administrativo que exponen su vida.
Ciertamente, hay ciudadanos que reconocen su trabajo, pero también son mucho más los que critican y manifiestan su inconformidad por las medidas asumidas tardíamente. Así como el aprovechamiento de la crisis pandémica para proponer reformas a la Constitución Política de la República y crear, por su hermetismo, espacios de rumores sobre grandes cambios que incluyen la ampliación y la reelección presidencial y la falta de consenso con todas las fuerzas vivas del país, que también abarcan a las organizaciones populares..
Para eso falta mucho, señor Presidente, pues apenas han pasado seis meses. Cambiar esos artículos de la constitución, no será fácil, aun cuando estemos en plena suspensión de garantías, con diversas prohibiciones que dificultan la unidad de diversos sectores y la protesta pública, pero ante un intento de esa naturaleza no dudamos que habrá un recazo generalizado no solo en su contra, sino a un Congreso desgastado y señalado de diversos actos en contra del mismo pueblo..
La reforma de esos artículos pasa por la conformación de una constituyente y una consulta popular que de plano rechazarán las reformas, aun cuando pueden maniobrar para el intento de lograrlo, pero son aspectos sumamente lesivos al sistema democrático republicano que se ha mantenido por más de tres décadas y la población no se quedará de brazos cruzados para evitar los abusos de poder. No podemos retroceder a los tiempos de las dictaduras que el pueblo tuvo que soportar por largos 22 años con Manuel Estrada Cabrea, y 14 con Jorge Ubico. Pero hoy como ayer, el pueblo no debe callar, no debe permitir, cueste lo que cueste, un atentado a la débil democracia que tenemos.
La APG, condena cualquier cambio que se quiera hacer a la constitución y que atente contra derechos adquiridos o violente el Estado democráticos de derecho.
A poco más de cien días de la crisis, la curva no baja y el número de infectados va en aumento, las muertes diarias se mantienen y el colapso hospitalario es un hecho innegable que tiene graves efectos para quienes requieren los servicios, no solo por el Covid-19, sino por otro tipo de enfermedades que han dejado de atender los hospitales, pues tanto Roosevelt, como el San Juan de Dios y los hospitales en los departamentos, atienden o deben de atender a quienes no tienen para pagar un medico particular, mucho menos ahora que se quedaron sin recursos para comer, ya sea por suspensión laboral o despido..
Se ha dejado de atender a pacientes que presentan otro tipo de enfermedades, y llegar a los centros hospitalarios emblemáticos del país es un riesgo contraer el COVID-19.
La APG, se une a la oposición de las organizaciones sindicales, rechaza al igual que ellas, la aprobación de la iniciativa de ley 5477 y exige de los diputados garantizar los derechos laborales contenidos en el Código de Trabajo. No pueden desaparecer las conquistas sociales de 1944
APG llama invertir el máximo de esfuerzos y recursos en apoyo a quienes más lo necesitan y al mismo tiempo a transparentar el uso de los recursos, pues se trata de miles de millones de quetzales que pueden hacer surgir nuevos ricos con los recursos del Estado, lo cual provocará tantas muertes, como la pandemia y no es justo que unos pocos se aprovechen de recursos que pueden servir para paliar el hambre y evitar la muerte masiva de la niñez guatemalteca. El desvío de 600 millones de quetzales del Ministerio de Salud para engrosar recursos a la pandemia, en detrimento a los programas sociales para combatir la desnutrición infantil.
“Los Gobiernos que esconden información, suprimen opiniones o siembran divisiones en torno a la COVID-19 tienen poco que ganar. En el futuro inmediato, esto provocará la saturación de los sistemas sanitarios, el enfado y la confusión de la ciudadanía, la sobrecarga de las fuerzas de seguridad y la profundización de las divisiones y las desigualdades. A largo plazo, conducirá a la erosión de los valores y principios democráticos, los derechos humanos y la cohesión social”, declaró Malin Herwig, Directora interina del Centro de Oslo para la Gobernanza del PNUD. Este pensamiento cabe ante el abuso de autoridad de la PNC ante los de menos recursos y blanda ante los poderosos como ocurrió con la muerte de un distribuidor de comida y en una fiesta que rompía aspectos de seguridad, disposiciones presidenciales de reuniones, bebidas embriagantes, pero ahí estaban familiares y amigos de funcionarios. Ellos quedaron en libertad.
A la APG, le preocupa la veracidad de la información que oficialmente se le proporciona al pueblo, tanto de infectados como de muertes provocadas por el virus, aspectos que la prensa independiente y los periodistas pueden contribuir a divulgar, pero sufren la falta de acceso a las fuentes directas de información e incluso la agresión, amenaza o deslegitimación cuando quieren acceder a la información o cuando publican datos sobre la situación que el gobierno, los alcaldes o gobernadores no comparten. Múltiples son los casos de agresión a los periodistas en diversos departamentos, sin tomar en cuenta el riesgo que corren de contaminación por llevar información veraz a la población.
La APG reconoce que está circulando mucha información falsa que contribuye a crear pánico en la población, pero de ello no son responsables los periodistas, pues circula por redes sociales y es por eso que el Programa de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha lanzado un alerta que debe ser atendido por los gobiernos del mundo. Presidente Giammattei que se deduzcan responsabilidades en contra de los responsables de esta infodemia, pero la información oficial debe ser honesta y veraz.
Por ultimo queremos referirnos a la actitud exacerbada que en medio de la crisis se ha venido manifestando y negando lo que sucede para presionar a la apertura y dejar por un lado todas las medidas de protección implementadas por el gobierno. La protesta en carros lujosos de sectores recalcitrantes y de ultraderecha que niegan una crisis y un peligro tan evidente, la condenamos desde todo punto de vista, pues así como comprendemos los problemas económicos que esto provoca, creemos que cualquier sacrificio es válido para salvar vidas evitando que el Covid-19 se siga propagando.
Atentamente
Asociación de Periodistas de Guatemala
APG.
Guatemala 23 de junio del 2020
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