Foto: Sindicato de Empleados San Juan de Dios |
A todos ellos nuestro reconocimiento por su ardua labor diaria.
Por: Miguel Ángel Albizures
A partir de esta crisis, el pueblo empieza a reconocer el invaluable servicio que prestan los médicos y los y las enfermeras en hospitales y centros de salud, pues comúnmente hay oposición a sus luchas por un mejoramiento en sus condiciones de trabajo. Hoy los medios dan a conocer el fallecimiento de varios médicos en el cumplimiento de su deber, lo cual lamentamos profundamente, pero no se dan a conocer los nombres de los hombres y mujeres enfermeras que han fallecido también en su heroico trabajo de intentar salvar vidas de contagiados. No se recuerda tampoco o no se valora, el trabajo de los conserjes y de quienes hacen la limpieza o lavan la ropa en esos centros y mucho menos, de los pilotos y ayudantes de ambulancias que van y vienen a toda velocidad llevando personas contagiadas para que les salven la vida o a los fallecidos a la morgue. Además están los sepultureros y los empleados de funerarias que corren graves riesgos y hasta los periodistas que se exponen tratando de llevar la información al pueblo. A todos ellos nuestro reconocimiento por su ardua labor diaria.
No quiero tocar el problema de la transparencia en el manejo de los recursos que se han destinado para atender la crisis, ya llegará el momento que uno por uno de los altos funcionarios tendrán que entregar cuentas ante el pueblo o ante la justicia por un mal manejo de los mismos o por la apropiación ilegal de dinero de esos miles de millones que están manejando y que, hasta el momento, no han cumplido con su responsabilidad y dejaron abandonados a esos héroes anónimos que han denunciado las condiciones en que realizan su trabajo, y la carencia de medicamentos para tratar de salvar vidas.
Los hospitales públicos están saturados, los privados con precios exorbitantes y todavía no se hace uso del artículo constitucional que claramente señala: “Artículo 40.- Expropiación. “En casos concretos, la propiedad privada podrá ser expropiada por razones de utilidad colectiva, beneficio social o interés público debidamente comprobadas. La expropiación deberá sujetarse a los procedimientos señalados por la ley, y el bien afectado se justipreciará por expertos tomando como base su valor actual”. Pero ahí están las grandes iglesias que pueden servir de hospitales, pero que sus propietarios no demuestran su amor al prójimo poniéndolas a disposición del Ministerio de Salud Pública. Les interesa el diezmo o la limosna, pero no la vida y la salud de su prójimo.
En medio de toda esta crisis que está provocando dolor, hambre y restricciones de todo tipo, el día de hoy se realiza una caravana de carros de lujo convocada por quienes quieren que se abran las compuertas, pues según ellos no existe el COVID-19, que no hay que quedarse en casa y que no hay que usar mascarillas, pero ellos y ellas con sus guardaespaldas, van a llegar frente al palacio con sus mascarillas a despotricar contra el gobierno y contra las medidas que ha tomado para contrarrestar el contagio de más personas. Se trata de dinosaurios y víboras de nombres y apellidos conocidos que quieren que sus hijos y ellos puedan seguir haciendo grandes parrandas y empinarse las botellas, pues a ellos poco o nada les importa la muerte en masa de trabajadores, lo importante es mantener sus ganancias y acrecentar sus cuentas bancarias.
https://elperiodico.com.gt/opinion/2020/06/18/los-heroes-anonimos/
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