La verdad duele, pero esclarece
Sabemos que la verdad les seguirá doliendo a los funcionarios, pero el pueblo tiene derecho a saber lo que sucede en las altas esferas de gobierno y los periodistas el derecho inalienable a investigar y denunciar.
Por: Miguel Ángel Albizures
Quizás no podamos asegurar que el ejercicio del derecho de libre expresión nunca se ha visto tan amenazado como ahora, pues han sido muchos los gobiernos que han intentado limitarlo o cuestionarlo, sobre todo en América Latina, y específicamente en Centroamérica, los diferentes regímenes dictatoriales, han callado periodistas y medios de comunicación porque la verdad les duele, y nos les gusta que salgan sus trapos al sol, más aún cuando la ciudadanía, ejercitando su derecho, les exige cuentas e incluso la renuncia de su puesto.
Giammatei en Guatemala o Nayib Bukele en El Salvador, están cortados con la misma tijera, sus enemigos principales son los medios y los periodistas, como bien lo señalan en su comunicado una serie de organizaciones y de periodistas de Guatemala “La vigilancia, el seguimiento y el acoso a la prensa por parte del gobierno se han hecho notorios junto a la presencia de funcionarios públicos como Danny Estrada Fajardo, jefe del Centro Antipandillas Transnacional (CAT), quien, en actuaciones completamente ajenas a sus funciones ha hostigado a los periodistas Marvin Del Cid y Sonny Figueroa y ha fotografiado a reporteras y reporteros de la Torre de Tribunales, hechos que están documentados. También persisten el hostigamiento y la intimidación a periodistas desde cuentas falsas en las redes sociales, prácticas constantes de los últimos gobiernos en Guatemala y que refleja la continuidad de una política represiva durante este gobierno”
En todo caso, están pasando de las palabra a los hechos, pues ya no se trata solo de las agresiones verbales o los golpes, sino de la persecución penal y detención de periodistas, hombres y mujeres, como el caso de Anastasia Mejía de 49 años, directora de la radioemisora ‘Xol Abaj Radio y TV’ y de la señora Petrona Siy Castro, de 69 años de edad, acusadas de sedición, atentado y robo agravado o el caso de la denuncia penal contra ‘Plaza Pública’ y la detención del periodista Sonny Figueroa, a lo que se suman otros casos, también recientes, de acoso penal a un periodista en Quiché, y otro en Antigua Guatemala.
Todos estos casos demuestran el momento tan delicado, y peligroso, que está viviendo el gremio periodístico, y que no se debe dejar pasar, pues si calla a la prensa y a los periodistas, se callará al pueblo que se verá imposibilitado de hacer uso del sagrado derecho a la libre expresión, es un momento de unidad y de acción o nos veremos enfrentados a una férrea dictadura donde no solo se sufrirán los allanamientos, la suspensión o cierre de medios, la persecución, deslegitimación, acoso y agresión, sino la desaparición y muerte de colegas. Sabemos que la verdad les seguirá doliendo a los funcionarios, pero el pueblo tiene derecho a saber lo que sucede en las altas esferas de gobierno y los periodistas el derecho inalienable a investigar y denunciar. La Asociación de Periodistas de Guatemala (APG), ha hecho sendas denuncias de los hechos y en varios casos ha acompañado a los afectados para presentar las denuncias, pero es el momento de unirse a las protestas públicas y defender el derecho a la libre expresión, pues de lo contrario no seremos rociados con insecticidas, sino con balas.
https://elperiodico.com.gt/opinion/2020/09/24/la-verdad-duele-pero-esclarece/
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