Además de las celebraciones que comúnmente se dan en las cárceles del país y especialmente en Mariscal Zavala y Matamoros, donde llueve el ron, el whisky, las cervezas y las boquitas, ahora los diputados y el señor presidente, como si poco fuera el desgobierno a lo largo de su mandato, ahora en estos días de fiesta, sin sonrojarse siquiera y con la sonrisa a flor de labios, Jimmy Morales sancionó la Ley de Aceptación de Cargos que entrará en vigencia dos días después de que haya entregado la presidencia, salvo que los amparos presentados por diversas organizaciones y personas surtan efecto.
No podíamos esperar otra cosa de quien forma parte del pacto de corruptos y que en su gestión ha favorecido a militares y empresarios, pues para él ha sido más importante fortalecer –en tiempos de paz–, a una institución que no sirve para nada, que su existencia no deja ningún beneficio al país, pero sí representa un gasto exorbitante en salarios y bonos que se recetan y que el pueblo paga, pero que además sigue siendo una amenaza para varias poblaciones que sufren la presencia de militares que les hacen recordar los años ochenta cuando masacraron sus poblaciones.
Desgraciadamente, después del catorce de enero no se vislumbra un cambio de rumbo en el país, pues el pueblo sigue dormitando, patinando en el hielo, abarrotando las tiendas y los empresarios y militares enriqueciéndose más y colocando a sus peones en los principales puestos del futuro gobierno. Ellos han mandado y seguirán mandando hasta tanto el pueblo no asuma el papel que le corresponde.
Muchas otras cosas pueden suceder en estos días en que el pueblo sigue desmovilizado, encandilado por los juegos de luces, pues Ali Baba aumentó sus miembros en el Congreso y los diputados pueden aprobar otro tipo de leyes que beneficien a sus compinches, pues no basta la redención de penas y entre sus fechorías pendientes está el cambio en la Ley de Reconciliación Nacional para congratularse con quienes ensangrentaron al país y están pendientes de juicio o tras las rejas cumpliendo condenas merecidas por los crímenes que cometieron. Los regalos navideños de quienes tienen el poder, van más allá de las botellas de ron o whisky, quieren despedirse cuidándose las espaldas porque también el brazo de la justicia, si funciona como debe ser, alcanzará a los diputados que han delinquido, al presidente y ministros, después del catorce a las catorce cuando pierdan su inmunidad. Eso esperamos, pues ni las gestiones piadosas ni las peticiones desesperadas a Dios del Nuncio Apostólico por ustedes, van a dar resultado si la Fiscal General se pone las pilas.
En estos días de fiesta, no esperamos que hayan chispas que enciendan la pradera, pero los hechos han llegado a tal extremo, que el próximo año podrían despertar al pueblo y dejar por un lado su indiferencia ante hechos que atentan contra sus derechos, contra el Estado de derecho, la libertad y la democracia, pues los duros estarán atrás del trono y ya sabemos que ven comunistas hasta en la sopa. Así son los fascistas y la única forma de evitar un mayor retroceso en el país, es hacerles frente demostrándoles la fuerza del pueblo.
https://elperiodico.com.gt/opinion/2019/12/19/regalos-de-impunidad/
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