sábado, 14 de diciembre de 2019

LOS QUE PARTIERON SIN RETORNO

Honor a quienes honor merecen por su entrega en aras de la paz, la verdad, la justicia y la democracia.

Por: Miguel Ángel Albizures
Los últimos días del mes pasado y los primeros días de este mes, han sido trágicos y nos han puesto a pensar una vez más, en lo cercano que estamos de dar el último paso para despedirnos de todo. Tres amigos y una compañera se fueron de este mundo dejando una huella imborrable en los sectores sociales y de derechos humanos, como en la familia. El 28 de noviembre enterramos a Esthercita Herrarte, quien fuera una de las fundadoras del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM) y posteriormente de la Asociación Familiares de Detenidos Desaparecidos de Guatemala (Famdegua), se fue sin lograr saber en dónde dejaron los cuerpos de sus dos hijos Manuel Salvador y Jorge Alberto detenidos desaparecidos en 1983.

Los mejores años de su vida los dedicó a la búsqueda incansable de sus dos hijos, a la exigencia de justicia y condena a los responsables de su dolor y angustia que solo desapareció con su muerte. Esthercita, como le llamábamos, fue un baluarte de Famdegua, cuando pudo dedicó el cien por ciento de su tiempo a colaborar con otros familiares en la búsqueda de sus seres queridos.

Un día después de enterrar a Esthercita, o sea el viernes 29 enterramos al nieto de mi hermana, Oscar Rosales, quien partió en la flor de la vida, tenía veinticuatro años y estaba por cerrar la carrera de medicina, cuando recibimos la noticia no lo creíamos, y mucho menos sus padres que recibieron un duro golpe, pues son noticias que no se esperan y que rompen la tranquilidad de cualquier hogar.
Ese mismo día viernes, murió Leonel Estuardo Paiz Diez, quien fuera miembro de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG), una persona entregada al servicio de familiares de las víctimas de la guerra sucia en Guatemala. Lo conocimos hace ya muchos años en una de tantas exhumaciones que se han realizado y en las que él participaba diligentemente, pues además supo ser amigo y compañero y se entregó con pasión al trabajo dejando en sus compañeros un grato recuerdo así como su amplia experiencia. 
LEONEL PAIZ
El aporte de él para exhumar y tratar de identificar a miles de personas arrojadas en cementerios clandestinos, es invaluable.

A principios de mes, partió Roberto Tobar, con quien compartimos, en la década de los setenta, las luchas por los derechos de los trabajadores de Salud Pública, asociación que dirigió, junto a otros, con gran entrega y entusiasmo. 
ROBERTO TOBAR
Eran los tiempos en que los trabajadores salían a las calles dispuestos a enfrentarse con las fuerzas de seguridad que impedían el paso de los manifestantes, pues todo era prohibido bajo las botas militares que aplastaban los elementales derechos ciudadanos, pero los salubristas con Roberto y otros al frente, les desafiaban, como lo hacían los maestros, los estudiantes de educación media, universitarios y obreros de las fábricas a quienes hoy debemos los estrechos espacios que, con cercos policiales y militares, vuelven a cerrar para impedir las protestas frente al Congreso contra los corruptos diputados que a través de leyes espurias, tratan de beneficiar a quienes por hechos criminales del pasado y corrupción, guardan prisión. Honor a quienes honor merecen por su entrega en aras de la paz, la verdad, la justicia y la democracia.
https://elperiodico.com.gt/opinion/2019/12/12/los-que-partieron-sin-retorno/



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