31 de enero de 1980, un grupo de campesinos, acompañados por pobladores, estudiantes, obreros y cristianos, ocupó pacíficamente la Embajada de España, como un último recurso para hacerse escuchar y demandar el fin de la represión en sus comunidades. La respuesta estatal fue asaltar la Embajada y quemar vivos a sus ocupantes.
31 años despúes queremos honrar la memoria de las víctimas de la masacre y exigir la aplicación de la justicia a los responsables de este crimen de lesa humanidad.
Fotografias: Cuerpo de Bomberos Municipales CBM y Mauro Calanchina
Recopilaciòn y Texto: Rony Ivan Vèliz
Perdón y olvido jamás....
ResponderEliminarno dejemos que la sangre derramada solo quede en historia que sea la fuerza para nuevamente empezar a defender nuestro pais de tanta violencia y que no sigan cayendo inocentes ,,, viva guate
ResponderEliminarNi el olvido ni el perdón.
ResponderEliminarOlvido...y...perdón: es un falso e intransitable camino. Lo único que se exige, simplemente, es justicia. Justicia. Que los responsables sean juzgados. Así de sencillo. Como en cualquier país que se dice civilizado y democrático. Punto. Justicia. Jus-ti-cia.
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