Huehuetenango, 4 de septiembre de 2013
Nuevamente la zozobra, los rumores, el miedo, la intimidación y los señalamientos se hacen presentes en Santa Cruz Barillas. La presencia del General Otto Pérez Molina, el Ministro de Gobernación, el Ministro de Energía y Minas, la Ministra de Ambiente, el Procurador de Derechos Humanos, el encargado del Sistema de Diálogo Nacional, más contingentes de fuerzas de seguridad, son señales todas de una nueva acometida de irrespeto en contra de la población barillense que a través de la resistencia pacífica hace uso de su derecho a participar en las decisiones que afectan su presente y futuro y por esto mismo no ha dado su consentimiento a la instalación de la hidroeléctrica que busca construir la empresa española Hidro Santa Cruz, sobre el Río Q´am´balam.
De cuando acá, tan importante cuerpo gubernamental se hace presente en un municipio que queda en la “periferia de la periferia” de este país. Municipio que por décadas ha clamado por oportunidades para su desarrollo integral y que por la responsabilidad de alcaldes como Gregorio Nolasco, ahora diputado del Partido Patriota, solamente se hunde más en el subdesarrollo. Ahora el General con la mano en el pecho y culpando a los gobiernos anteriores llega a decirle a los y las barillenses que él no autorizó el proyecto hidroeléctrico. “Convenientemente” olvida mencionar que sus antecesores le allanaron el camino para que él pueda seguir vendiendo a tajos los bienes naturales de este vasto territorio. El ahora llega preocupado por el desarrollo del municipio y aclara, convenientemente “que no vengo a defender a la empresa” sino a “ver cómo encontramos un camino”.
Acaso no es defender los intereses de la empresa, cuando: 1) el propio presidente busca “un acuerdo donde no sólo los dueños de la empresa, sino todos estemos de acuerdo” 2) buscar una mesa de diálogo que ya tiene santo y seña y que todos sabemos va a terminar con la firma de convenios lesivos a la Vida del pueblo de Santa Cruz Barillas. 3) Chantajear a la población con el cuento de que el “problema no es la hidroeléctrica, sino el desarrollo”. 4) Poner de testigo de honor a Monseñor Ramazzini, indicado que acuerda con la intención de Monseñor quien lo hace por su vocación que tiene con los pueblos abandonados. Estas cuatro buenas intenciones, bien pueden ser el cimiento de la agudización del conflicto en Santa Cruz Barillas.
Aunque las capsulas informativas del gobierno manipulen la información y las imágenes y busquen hacerle creer al resto de la población guatemalteca que toda la gente presente en el parque central de Barillas estaba ahí para apoyarlo, basta ver los videos que circulan en las redes sociales para entender que la población estaba enojada y en varios momentos lo abucheó.
Lo más valioso de esta comitiva presidencial es que permite mostrar la fuerza que los pueblos han conjuntado y su valentía para decirle NO a su discurso sobre el desarrollo. Cuando el General mencionó que el problema es el desarrollo, la población barillense le aclaró, queremos carreteras, queremos salud, pero NO queremos la hidroeléctrica porque no representa el desarrollo que buscamos.
El General Pérez Molina ¡si defiende a Hidro Santa Cruz! Si no por qué insiste en la mesa de diálogo y por qué su premura por encontrar una “solución definitiva”. El mismo da la respuesta, cuando afirmó a los medios de comunicación que lo entrevistaron durante su estadía en Santa Cruz Barillas. “Buscamos una mesa que además del problema de Barillas, trate el tema de las hidroeléctricas en todo el departamento. Como ustedes saben hay proyectos hidroeléctricos en San Pedro Soloma, San Mateo Ixtatán, Santa Eulalia, por la naturaleza y riqueza de los recursos hídricos de Huehuetenango. Estaríamos ampliando esta mesa para que hayan representantes de todo el departamento respecto a las Hidroeléctricas”. Otto Pérez Molina con su declaración nos está informando sobre lo que le espera a la región Norte de Huehuetenango.
Además, enfatizó contamos ya con el ofrecimiento de Monseñor Ramazzini y el Procurador de los Derechos Humanos para que sean testigos de honor y yo mismo estaré presente en esta mesa el 19 de septiembre en Huehuetenango.
Bien se podría usar este tiempo y energía puesta en mesas de diálogos ilegitimas en buscar una salida humana y digna para las mujeres, hombres, jóvenes y niños y niñas que se saben protagonistas de su propia historia y pueden ellos mismos escribirla. Porque como bien apunta una nota de Prensa Comunitaria (03/09/13) “En una mesa de diálogo, deben haber condiciones como el respeto y la dignidad para la población, esto parte por tener previamente la agenda y participar en la discusión de ella, en una mesa de diálogo para resolver un conflicto tan profundo como el de Barillas y que haya paz, se debe dejar de criminalizar y perseguir a quienes se expresan y se organizan para defender su territorio.”
Ni Santa Cruz Barillas, ni ninguna parte de nuestros territorios está en venta y negociación
Lo vi con mis ojos testigos
Se hizo justicia una vez al menos, 10 días al menos…
Ustedes bajaron esas gradas y la gente lo vio y aplaudió
Y lloró de alegría
No podía ser de otra manera, siempre supimos que lo veríamos en el banquillo
Porque es un delincuente, y peor que eso
Por eso hoy canto, porque esa sentencia mas allá que la desnuden, la destacen y la entierren en un cementerio clandestino
Más allá que la torturen, la silencien y la violen
Esa sentencia, es la madre de otro tiempo
Que aun camina descalzo y hambriento
Son cinco siglos revolviéndose
Y toneladas de muertos que no se callan nunca
Vienen por la noche a contarlo todo
Pero esa sentencia nos palpita por adentro en la esperanza, como una nana al nuevo tiempo
Arrullado con valentía en la memoria
de que viene, y no hay quien lo detenga
Ana Aupi
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