Pierre Le Pichón, actor francés radicado en América Latina, sufrió una embolia mortal el domingo pasado en su apartamento de la Ciudad de Guatemala.
Tributo
a Pierre Le Pichón[1].
-I-
Ante
la noticia de su muerte, testimonio escrito de un tirón.
Carmen Samayoa[2].
Carmen Samayoa y Pierre Le Pichón
(archivo Teatro Vivo).
Conocí a Pierre después de una función de
PISTO (primera creación de Teatro Vivo), alrededor de 1978. Después de la
presentación en la Alianza Francesa, se quedó. Todo el público se había ido,
pero el seguía allí. Sentado.
Nosotros, los del grupo, nos cambiamos y nos
preparamos para ir a tomar algo. Abel le fue a hablar -su español era muy
poco-, lo invitó a venir con nosotros. Y fue así, en una cafetería cercana al
Parque Central, que empezamos a comunicarnos.
El había seguido unos talleres con Eugenio Barba[3],
en Dinamarca, y al día siguiente ya estaba compartiendo sus experiencias de
trabajo físico con nosotros... Después de unos meses, siguió su periplo por
Centroamérica, y luego volvió con la intención de integrarse a Teatro Vivo. Y entonces
se fundó nuestra amistad... Tratando siempre de entendernos, con muy pocas
palabras y bastantes acciones...
Nos acompañó por temporadas enteras. Iba y
volvía. El Salvador, Nicaragua, Panamá, etc.
Fue brigadista en la Nicaragua sandinista. Fue parte
de nuestros primeros años de exilio en México, y viajamos juntos por Sur y
Norteamérica, representando "El mundo de los burros". Después
-paradojas de esta vida- nosotros nos instalamos en Francia y el en Guatemala.
En los 90 estuvo otra vez con nosotros para la
creación de "Tierra", pero no duró mucho. Se devolvió para
Centroamérica, se convirtió en cuentero
y, finalmente, se instaló en Guatemala. Cada vez que venía a Francia para
visitar a su madre, también lo hacía a nosotros (los de Teatro Vivo). Éramos un
poco parte de su familia.
Ahora, la noticia de su muerte sorprende. Claro.
Duele. Claro. Pero me digo que vivió su vida como la fue decidiendo.
Siempre consecuente con él mismo.
Raro, parecía. Solitario, era.
Buen viaje, Pierre.
Carmen (Francia,
diciembre 5 de 2012).
-II-
Maestro Pierre Le
Pichón.
Elogio
viviente y “actuante” al equilibrio entre “texto teatral” (en voz alta), y
representación épica con gestos. Pierre Le Pichón liquidaba con dulzura y rabia
el (falso) conflicto entre la palabra y la representación gestual. La elección
del relato pronunciado como
estrategia escénica, se produjo, según sus propias palabras “como respuesta al silencio impuesto por las
metrópolis a las voces de los pueblos de Centro América”. El estatuto
supremo de la oralidad fue crucial en sus puestas en escena, en las que
reinventaba el espacio de la historia y de la imaginación. Siempre, sin
excepción, a partir de testimonios vigentes y de la fuerza inconmensurable de
lo vivido.
En
el trabajo de Pierre Le Pichón, la dimensión política del teatro alcanza tanto
la latitud secreta y húmeda de la intimidad (le encantaban los espacios y los
públicos pequeños), como el grito desafiante de la protesta colectiva.
Lector
empedernido. Pensador desordenado y penetrante. Sus reflexiones sobre la
relación entre teatro y vida cotidiana le permitieron (re) formular una
estética productiva y genuina para los “contadores
de cuentos y porvenires”.
Su
aporte a la plenitud de la vida y la conciencia histórica entre la población
guatemalteca y latinoamericana es invaluable.
Vivió
su vida como la fue diciendo...
Sergio
Valdés Pedroni (Guatemala, diciembre 6 de 2012).
[2] Actriz
guatemalteca radicada en Francia. Integrante y co-fundadora de Teatro Vivo
(Ixoc, Ay ay ay café, Tzul-Umán-Achí, El mundo de los burros, etc.).
[3] Figura clave
del “Tercer Teatro”. Co-fundador e integrante destacado del Odín Teatret.
Escribió, entre otros textos necesarios sobre teatro, actuación y cultura de
ruptura, “Las islas flotantes”.
Conocí a Pierre le Pichon en Junio de 1975 en Guadalajara, México. Nos dio un taller de 15 días sobre actuación y acrobacia. Después se fue al norte a encontrarse con la cultura Wirxrrarika. Supe que casó con unas mujer de esta etnia.El era entonces un joven de 19 o 21 años cuando mucho
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