En medio de los temblores que anuncian algo más grave, y de los escándalos provocados por el encarcelamiento de personajes de la vida política y empresarial, se acerca el 21 de junio Día Nacional contra las Desapariciones Forzadas, para recordarle al pueblo que, entre los 45 mil detenidos desaparecidos, se sigue en la búsqueda de los 27 hombres y mujeres sindicalistas, detenidos en el allanamiento a las oficinas de la Central Nacional de Trabajadores (CNT), en 1980, época tenebrosa del gobierno de Romeo Lucas García y de Donaldo Álvarez Ruiz, prófugo de la justicia, y de quienes en esa época tenían mando en las fuerzas de seguridad.
Qué gran alivio provocaría en madres, esposas o hijas de los desaparecidos, una declaración de Pedro García Arredondo o de Mauricio Rodríguez Sánchez, ambos detenidos por diversos crímenes, si por lo menos indicaran en qué rincón de Guatemala fueron arrojados los cuerpos para que se pueda proceder a la exhumación de osamentas, y a la identificación para que sus familiares les den digna sepultura. Ambos ya no pierden nada, y saben quiénes fueron los responsables de la desaparición de los 27 dirigentes sindicales el 21 de junio de 1980, y de los 17 estudiantes y sindicalistas el 24 de agosto del mismo año, e incluso de todos los que fueron asesinados o secuestrados y desaparecidos antes y después del 1 de mayo de ese fatídico año. Me atrevería decir que alcanzarían el perdón de las familias que siguen en la infructuosa búsqueda de sus seres queridos, pues sabemos perfectamente que atrás de estos crímenes, también está la mano de empresarios que pasaron listas con nombres y direcciones de sindicalistas o que pagaron para que fueran eliminados o desaparecidos, pues con ello lograban desarticular al sindicalismo.
Han pasado 36 años de calvario para los familiares y desde esa fecha, que bajo amenazas y persecución hicieron las denuncias, nada se ha podido saber del paradero de ellos y ellas. El Ministerio Público, sigue a paso lento y sin prisa alguna, la investigación de los hechos y el principal objetivo, es saber en dónde quedaron los cuerpos de quienes en medio de la represión, querían otra Guatemala y era tras la vida que iban y no de la muerte, en homenaje a ellos, se realizarán diversas actividades: El día de hoy, a las cinco de la tarde, la organización Clavel Rojo, realizará un videoforo y presentará el documental Huellas que no se borran, en la Casa Roja, 3a. avenida 6-51, zona 1; y el martes 21, en la sede del sindicato de la Coca Cola (26 calle 6-02, de la zona 11), a las 3:30 se realizará una misa y a continuación se desarrollará un programa de homenaje a los sindicalistas detenidos desaparecidos, haciendo historia de lo acontecido y hará entrega del libro Día Nacional de las Desapariciones Forzadas.
http://elperiodico.com.gt/2016/06/16/opinion/era-tras-la-vida-por-la-que-iban/
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