DESCANSEN EN PAZ AMIGOS, ALGÚN DÍA VOELVEREMOS A ESTAR JUNTOS Y A REVIVIR NUESTRAS LUCHAS.
Por: Miguel Ángel Albizures
Como dice la canción, cuando un amigo se va, queda un espacio vacío. En los dos últimos años, se han ido varios compañeros de lucha que se salvaron de caer en las manos de los esbirros de estos y otros tiempos. Algunos sobrevivimos porque nos escondimos o salimos al exilio. Algunos volvimos al país, otros no lo hicieron. Con algunos de ellos nos volvimos a encontrar, de otros tuvimos noticias.
Uno de esos compañeros es Israel Márquez, entrañable luchador que falleció hace unos días y a quien conocimos en 1975 cuando tratábamos de formar el sindicato histórico de la Coca Cola, para que los trabajadores enfrentaran el infierno en el que vivían y trabajaban; entonces la única forma era responder organizadamente. Israel fue uno de los primeros organizadores, de los que se fajó codo a codo con los obreros, de los que se expuso, de los que asumió la responsabilidad de dirigir el sindicato, de ser uno de los pioneros. Varios de esos dirigentes ya han partido al más allá, pero dejaron huella en el medio sindical, dejaron ejemplo de lo que debe ser un trabajador y un sindicalista.
Lo recuerdo al otro lado de la malla de la empresa, resistiendo en la lucha por la defensa del derecho a organizarse. Lo veo de nuevo en las manifestaciones del primero de mayo o del veinte de octubre, cuando el sindicato, debidamente organizado, participaba con sus pancartas en alto y sus mantas cubriendo el ancho de la calle. Compartimos juntos el exilio, viajamos juntos a diversos países para denunciar el genocidio que se daba en Guatemala y compartimos juntos la cárcel en Costa Rica, en la Suiza de América, que nos negó el derecho de permanecer en ese país y nos expulsó a Nicaragua.
Hace muy pocos días también partió el amigo Miguel Ángel Sagone, entrañable compañero de luchas; comprometido con las organizaciones revolucionarias, porque creía que solo a través de la lucha armada era posible transformar este injusto país. Se fue sin despedirse. La última vez que lo vi, compartimos historias y vivencias; ya estaba mal de salud, pero sin rendirse; dispuesto a seguir viviendo y dar todo por esta Guatemala ingrata, donde muchos de sus habitantes desprecian a quienes luchan por ella.
Se fueron Sagone e Israel, solo esperamos el turno para juntarnos con ellos, para seguir compartiendo las angustias, las penas y las alegrías que aquí vivimos. Son pues compañeros entrañables, por quienes no podía dejar de escribir unas líneas para que la historia recoja una mínima parte de lo que fueron, de lo que lucharon, de los esfuerzos que hicieron por transformar este país que sigue sufriendo porque son los mismos quienes siguen detentando el poder, aquellos esbirros que Israel y Miguel denunciaron con fuerza en sus tiempos de lucha.
En estas líneas no podía dejar de mencionar la partida de Monseñor Ramiro Pellecer, entrañable amigo con quien, en los años sesenta, compartimos la organización y formación de jóvenes trabajadores en la parroquia de San José Obrero en la zona siete, de la cual fue fundador y párroco durante mucho tiempo. Los y las jóvenes de ese tiempo, supieron de su entrega hacia ellos y de sus palabras de aliento para enfrentar la situación que vivíamos. Descansen en paz amigos, algún día volveremos a estar juntos y a revivir nuestras luchas.
https://elperiodico.com.gt/opinion/opiniones-de-hoy/2022/03/17/los-amigos-que-se-adelantaron/
En esta foto histórica de Mauro Calanchina, aparecen Sagone, Matute, Roulet y muchos más |
Hasta la Victoria Siempre y un abrazo hasta el infinito para Israely Miguel y para vos un abrazo desde la distancia. Saludos a Mary a a l@s patoj@s en especial para HARRY. Tu amigo y camarada. Carlos "Cebolla"
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