Memoria, verdad y justicia (III)

Opinión: elPeriódico, 15 de noviembre de 2011

Memoria, verdad y justicia (III)

...pero el gobierno de Mejía Víctores los eliminaría...

Miguel Ángel Albizures

 

El 2 de noviembre, el señor Ricardo Méndez Váldez recurrió a los tribunales y presentó una denuncia contra un grupo de revolucionarios. No los conozco a todos, pero sí a varios de ellos, que fueron mis compañeros en esa lucha por la democracia y la construcción de la otra Guatemala.

 

Hay que reconocer la importancia que tiene que el hijo de un militar, que fue Ministro de Gobernación del general Ríos Montt y corresponsable, por su cargo, de muchos crímenes de lesa humanidad atribuidos al gobierno de facto, acuda hoy a los tribunales en busca de la verdad y la justicia por lo que le sucedió en 1982, y no a la violencia, como la que ejercieron las fuerzas de seguridad bajo la responsabilidad de su padre en esa época, cuando además del exterminio de pueblos mayas en el campo, se desaparecía, asesinaba o se sometía a Tribunales de Fuero Especial a quienes el coronel Méndez Ruiz capturaba y eran fusilados “legalmente”.

 

Muchos de los que asesinaron o desaparecieron, en los 16 meses del gobierno de Ríos Montt, habían logrado sobrevivir a la persecución de la dictadura luquista, pero el gobierno de Mejía Víctores, se encargaría de la eliminación de otros. Se perdió en esa época más de una generación de dirigentes sindicales, estudiantiles, profesionales, periodistas, sacerdotes y delegados de la palabra o catequistas, todos acusados de comunistas por ejercer su derecho a la denuncia, resistencia y lucha por la existencia de espacios mínimos de expresión.

 

Lo que se desprende de las declaraciones del señor Méndez Váldez, de la marcha organizada por la Asociación de Veteranos Militares (Avemilgua) y del comunicado que hicieron circular, es un tiro directo al Ministerio Público, que empieza a funcionar como debe ser y no, como ellos quieren, pero también subyace la intención de silenciar a los y las columnistas, que han señalado a los dinos constantemente y porque desde estas páginas, como lo hice de Siglo 21 y la revista Crónica, he condenado el genocidio y a los genocidas, a los torturadores y a los que realizaron millares de desapariciones y ejecuciones extrajudiciales. Así lo hice en su momento contra la implantación de los Tribunales de Fuero Especial, con jueces sin rostro, avalados y posiblemente promovidos por el padre del señor Méndez que sirvió a un gobierno de facto y genocida.