Licenciado Luis Fernando De Paz GonzálezJalapa-Jutiapa, 2 de octubre de 2016.
Finalizando la primera mitad del siglo XX (23 de noviembre de 1941) en Guatemala vio la luz un hombre destinado a cambiar nuestra historia.
Muy joven aún ve y vive la traición y derrocamiento del Presidente Jacobo Arbenz Guzman (El Soldado del Pueblo) en 1954, a manos de un puñado de sediciosos, cobardes y traidores armados por la CIA (Agencia de inteligencia norteamericana) y mal llamados “ejército de la liberación”.
En 1957 se gradúa de Sub Teniente en la Escuela Politécnica y el 13 de Noviembre de 1960, junto a otros oficiales del ejército imbuidos todos ellos de los ideales de la Revolución de Octubre de 1944, se alzan en armas en contra del gobierno corrupto del General Miguel Ydigoras Fuentes, iniciando así en Guatemala la gesta más gloriosa de la segunda mitad de ese mismo siglo XX, el movimiento guerrillero y a lucha revolucionaria que duró 36 años hasta el 30 de Diciembre de 1996 en que hizo un alto, porque la disputa contra la opresión y la injusticia es permanente, por ello muy pronto los fusiles de Octubre y los fusiles de Noviembre volverán a rugir, puesto que la juventud de cada generación lleva al hombro un fusil latente, un pecho revolucionario con un corazón guerrillero dentro, presto a alzarse en contra de los tiranos.
Luis Augusto Turcios Lima, fundador del Movimiento Revolucionario 13 de noviembre (MR-13) y de las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR) de los que fue su Comandante, muere un día como hoy, 2 de Octubre de 1966 con tan solo 25 años de edad en un accidente automovilístico, sin llegar a ver su obra concluida, pero dejando un legado de honor, sacrificio y esperanza para las generaciones futuras, dándole sentido así al juramento que un día hizo a la bandera de nuestra Patria.
Un día después, en su sepelio, todas las fuerzas guerrilleras y un pueblo que lo amaba y admiraba acompañó el catafalco por la ciudad ante la mirada impávida y temerosa del ejército, la policía y la judicial quienes no osaron ni se atrevieron a hacer nada en su contra y al llegar el cortejo a la antigua Escuela Politécnica se abrieron sus puertas y seis valientes cadetes salieron con la bandera nacional inclinada para rendirle los honores militares al que una vez fue un soldado leal, valiente, pundonoroso y que murió siendo un Guerrillero Heroico.
Los Héroes y sus actos son los que definen el carácter de una nación, los que levantan y acrecientan el valor de sus ciudadanos y definen el orgullo nacional, por ello, con pensamiento claro, con voz firme y con el puño levantado decimos,
¡Comandante del Glorioso Ejército Guerrillero Revolucionario guatemalteco Luis Augusto Turcios Lima!
¡Presente en la lucha, ayer, hoy y siempre!
(Por la Guatemala Socialista que tanto anhelamos y un día tendremos)
LOS HEROES MERECIERON UN MEJOR DESTINO, BAJARSE DEL PODIO DE LA VIDA COMODA PARA IR Y AYUDAR AL PUEBLO A SALIR DE SU MISERIA, ES UNA TAREA QUE SOLO LOS ESPIRITUS AVANZADOS PUEDEN HACER. eL MEJOR HOMENAJE Para un heroe y un martir no es gritarle vivas a su nombre, sino actuar igual que él en favor del pueblo, porque la gente es la patria.
ResponderEliminarTurcios Lima un Guatemalteco echo de pueblo y convertido en semilla que comienza a dar sus frutos!!\
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