Por: Miguel Ángel Albizures
Hay momentos y momentos en la vida política de los países, unos son de calma y cierta aceptación o tolerancia y otros son de agitación, de protesta, de peticiones sin que sea la petición o exigencia de renuncia de las más altas autoridades sino simplemente de cambios, de cumplimiento de obras ofrecidas o en todo caso la realización del plan de gobierno que ofrecieron y de respeto a los derechos ciudadanos.
Pero cuando los funcionarios ponen oídos sordos y se hacen los locos, llega un momento en que el pueblo se cansa, se agota su paciencia y todas las peticiones se convierten en una sola “Que renuncien”, porque la burla al pueblo por parte de las más altas autoridades, es la chispa que encoleriza y enciende el entusiasmo de los sectores más avanzados que han dado seguimiento a las actitudes gubernamentales frente a la caótica situación que se vive. Eso es lo que ha pasado en Guatemala en repetidas ocasiones y el fin de esos gobiernos ya lo sabemos. No por gusto está Otto Pérez y Roxana Baldetti en la cárcel, porque a la negativa de cambios, se suma el abuso de poder. Ayer 25 de mayo, se cumplieron veintinueve años del serranazo, un intento de arrogarse todo el poder que provocó la salida del pueblo a las calles y la rotunda oposición de la prensa que fue censurada.
Ahora los pueblos indígenas empiezan a moverse y a convocar a protestas exigiendo la renuncia del Presidente y de la Fiscal General, las principales ONGS parece que observan el panorama, al igual que algunas organizaciones sindicales. Algunas se han manifestado tímidamente y otras guardaron silencio y no convocaron a las recientes protestas. Pareciera que muchas no ven o se niegan a ver el peligro que se cierne sobre el pueblo y los pasos que están dando y las acciones gubernamentales para implementar una dictadura.
Si dejamos hacer lo que quieran, y seguimos guardando silencio ante los atentados a la libre expresión y a la criminalización y amenaza de jueces, fiscales y periodistas, no nos lamentemos después cuando cualquiera pare en la cárcel por una simple protesta.
Hay hechos que demuestran que, paso a paso, estamos volviendo al pasado tenebroso en el que se produjeron una serie de asesinatos políticos, pues ya hay amenazados de muerte y se produjo recientemente el vil asesinato del líder comunitario Luciano Colorado Alvarado. Ojalá eso no suceda, pero todo depende del rechazo y la fuerza del pueblo en las calles en contra de las nefastas políticas que se implementan y el nombramiento de funcionarios que forman parte del pacto de corruptos.
Hoy en día prácticamente todos los organismos claves están al servicio de las mafias y es necesaria e imprescindible la lucha sin cuartel por la renuncia de los funcionarios responsables y por el rescate y mantenimiento del Estado de Derecho y el sistema democrático. Mañana será demasiado tarde, el silencio es aceptación y es complicidad.
https://elperiodico.com.gt/opiniones-ep/2022/05/26/el-silencio-complice/
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