Finaliza otro periodo presidencial oscuro, incompetente, represivo.

Opinión: www.elperiodico.com

Opaco mutis de Colom

Finaliza otro periodo presidencial oscuro, incompetente, represivo.

Helmer Velásquez

Un Ingeniero Colom, que más que ingenio demostró tal nivel de ineficiencia que lo único que quedó claro fue: la desintegración del partido que lo llevó al poder, múltiples hechos de corrupción, auge extremo de violencia, incremento desmesurado de deuda pública, desalojos de campesinos sin tierra, clientelismo, y la desintegración de su círculo familiar. No es que nos alegre tal situación, conocemos a Álvaro Colom de sus años de emprendedor y en la dirección del Fondo Nacional para la Paz. Un hombre activo, ejecutivo y con capacidades políticas, cualidades que por razón que desconocemos, no ejerció durante su mandato.

Habremos de reconocerle, eso sí, el haber contratado alrededor de diez mil maestros de educación primaria, es ese un logro histórico. El tema de las transferencias condicionadas también es un paso que quedará marcado dentro de su gobierno. Sin embargo, tendremos que reprocharle el haber transferido el poder político a varios círculos más allá de la presidencia: 1) La camarilla eleccionaria dirigida por su exesposa, 2) El círculo corrupto que se dedicó a medrar con los fondos públicos y a consolidar la gestión del llamado capital emergente; justamente los actos de este círculo cercano al mandatario serán los que abrirán la brecha de su comparecencia ante la justicia. 3) El círculo del desmadre; este se conforma por diputados y operadores políticos a cargo de la conducción del Congreso de la República, en donde más allá del saqueo jefeado por Meyer Maldonado, la historia no les reconocerá ninguna ley de trascendencia. 4) Los militares, disciplinados y agazapados en la sombra, poder real durante este gobierno, sin cuyo apoyo y el de la Embajada de la zona diez, el debilitado gobierno de Colom hubiese caído hace buen tiempo.

Es en este mar de debilidades, errores, préstamos y festín, en que tenemos que despedir al ingeniero Colom, quien no irá al encuentro con la historia; lejos de aquello, sale por la puerta de atrás, abucheado y sin derecho a estatua. Los sectores campesinos e indígenas le recordarán por siempre como el gobierno que encarceló al agrarista Ramiro Choc, asesinó a Antonio Beb Ac y Margarita María Chub, en la ignominia del Polochic, en donde de manera inconcebible actuó en alianza con los agroexportadores –para el caso con los azucareros–, en detrimento de las huestes paupérrimas que le llevaron al poder. Cuatro años sin historia, cuatro años de debacle, cuatro años perdidos. No lo siento por Álvaro, lo siento por Guatemala.