La pandemia permanente son las injustas estructuras que llevan a la muerte a millares de guatemaltecos.
Por: Miguel Ángel Albizures
En medio de los aguaceros de estos días y la fuerte tempestad que les acompaña, no he podido dejar de pensar en los destrozos que, en épocas anteriores, han causado en diferentes regiones del país y en los asentamientos humanos, donde las correntadas pasan en medio de las casas empapando todo, y llevándose lo poco que tienen. Pero además de eso tienen que soportar el aumento de los precios de los productos básicos y por supuesto, la mayoría de ellos, la falta de ingresos económicos, ya sea por el encierro o por la suspensión o despido de la fuente de trabajo.
Ninguna crisis ni ninguna tormenta es igual para todos, a unos se los lleva la tiznada sin más, y otros la oyen o la ven como quien ve llover, mientras a nivel de gobierno se sigue careciendo de un plan concreto para hacerle frente a la situación, pues los hospitales siguen colapsando, los médicos y las enfermeras realizan su trabajo en condiciones pésimas y la falta de espacios y medicamentos es asombrosa. Las informaciones diarias no reflejan la realidad que atraviesa el país, pues apenas nos dan datos de las muestras que sacan diarias, que dicho sea de paso, solo se incrementaron mucho tiempo después de iniciada la crisis, mientras el virus sigue expandiéndose a todo el territorio nacional.
¿Qué sucederá con los estragos que provoquen las lluvias? ¡Quién sabe! pues todos los años vemos repetirse la misma historia y no se hace nada para cambiar la situación de los afectados. Las entregas de víveres o dinero no hacen más que paliar la crisis, pero no resuelve el problema global. Ojalá y las recomendaciones de la comisión constituida sean escuchadas y se pueda realmente contener al máximo la extensión de las infecciones, pues varios departamentos ya han sido alcanzados y la mortandad puede ser incalculable y no afectará solo a personas mayores, sino a todos, porque las condiciones en que viven, y han vivido, se prestan para cualquier contagio.
Nos alarman las muertes por la pandemia, pero nos sigue siendo indiferente la muerte de niños por desnutrición, es tiempo de hacerle frente a las enfermedades endémicas del país: salud, desnutrición, educación, vivienda, empleo, salarios injustos, carencia de tierras, violencia generalizada e irrespeto a los derechos humanos, que conllevan la carencia de democracia e inseguridad, mientras continúa el enriquecimiento de unos pocos y las condiciones de semiesclavitud para importantes sectores poblacionales, pues la vida en el campo no es vida, como no lo es en los arrabales y barrancos. La inversión tiene que ser en el corazón de los problemas más sentidos, pero para eso se necesita, además de serias planificaciones, decisión para enfrentar a los poderes fácticos y poder hacer transformaciones profundas que den, a la mayor parte de la población, condiciones dignas de vida. La pandemia permanente son las injustas estructuras que llevan a la muerte a millares de guatemaltecos.
https://elperiodico.com.gt/opinion/2020/05/28/los-aguaceros-de-mayo/
Nos llueve sobre mojado
ResponderEliminarMe encantó tu artículo, sigue escribiendo así
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