Opinión: elPeriódico, 16 de enero de 2013
A Rafael Piedrasanta
Nos señalaste a muchos el camino.
Miguel Ángel Albizures
Vos Rafita te fuiste dejando un gran legado. Eras de los pocos que nos quedaban, de esos que pasaron entre los ríos sin mancharse de nada, de los que nos enseñaron que el país es de todos y no de unos pocos, que el petróleo y los minerales son recursos nacionales, es decir, de todo el pueblo y que la extracción de metales preciosos a cielo abierto provoca estragos en las comunidades.
Vos Rafita nos señalaste a muchos el camino. Algunos se desviaron, qué importa, pero diste el mensaje y defendiste al país y sus recursos, le dijiste explotador a los explotadores, vendepatrias y mercenarios a los que derrumbaron el proceso revolucionario, y les dijiste tránsfugas o traidores a los que por conveniencia se pasaron a servir a la derecha.
Los que te vilipendiaron en diversas épocas, los que quisieron asesinarte y te obligaron al exilio, y los que se preocuparon con tu regreso, han de estar felices y es lógico que así sea, qué más podemos esperar de quienes no conocen la palabra dignidad que vos levantaste con tu ejemplo, ese ejemplo que reconocemos muchos, sin lograr alcanzar tu estatura de dignidad y honorabilidad comprobadas. Los que amamos a Guatemala, como vos la amaste, y los que queremos seguir empujando el carro de la historia para transformarla, para que sea como vos la soñaste.
En la Ciudad Universitaria, y en las aulas de la Facultad de Económicas de la cual fuiste Decano, se continuará escuchando tu voz y consultando tus libros en los que estampaste tu pensamiento que sigue teniendo plena vigencia, desde el momento que los recursos naturales siguen siendo entregados a las transnacionales, a las que con tanta fuerza denunciaste por la apropiación descarada de nuestros recursos.
A estas alturas y después de toda tu lucha, te fuiste sin ver los cambios, como se fueron tus compañeros de grandes ideales que, como vos, dedicaron su vida al servicio del país y de las nuevas generaciones: Poncho Bauer, Fito Mijangos, López Larrave, Camey Herrera. Qué desgracia para el país que la generación de la dignidad se vaya, pero qué suerte que nos deje el legado de sus aspiraciones, sus anhelos, sus sueños, sus escritos, su esperanza de una Guatemala justa, no excluyente ni racista. Gracias Rafael Piedrasanta por tu entrega, por ser ejemplo de dignidad en un medio lleno de políticos ambiciosos y mediocres.
Opinión: elPeriódico, 16 de enero de 2013
Rafael Piedrasanta Arandi (1923-2013)
Pionero de los estudios del transporte urbano en Guatemala.
Eduardo Antonio Velásquez Carrera
Nacido en la ciudad de Quetzaltenango, en el seno de una numerosa familia, inició sus estudios primarios en la Ciudad de la Estrella. En los años de la adolescencia migró hacia la ciudad de Guatemala con el afán de estudiar la carrera de perito contador, en la Escuela Nacional Central de Ciencias Comerciales. Al graduarse empieza a trabajar y a estudiar en la recién creada Facultad de Ciencias Económicas (FCCEE) de la Universidad de San Carlos (Usac), en la que se graduará como economista y contador público y auditor, en 1952. Por los años de la fundación del Banco Central de Guatemala, en los años de la Revolución de Octubre de 1944, lo encontramos laborando en esa institución.
Becado por los gobiernos revolucionarios, estudia la maestría en Administración Pública en Harvard University en la que se gradúa, a inicios de la década de los cincuenta, del siglo XX. De su aprendizaje del inglés, realizará con los años la traducción de la tesis doctoral de Thomas R. Herrick tituladaDesarrollo Económico y Político de Guatemala durante el gobierno de Justo Rufino Barrios, que vendrá a enriquecer la bibliografía sobre la historia económica de Guatemala. Es en este campo, en la que Piedrasanta Arandi hará significativas contribuciones, especialmente por medio de su libroIntroducción a los problemas económicos de Guatemala.
Fue uno de los pioneros en el estudio del problema del transporte urbano de la ciudad de Guatemala. Es celebre su libro Exmibal contra Guatemala, habiendo formado parte de la famosa Comisión del Consejo Superior Universitario para el estudio de las concesiones que el gobierno de Carlos Manuel Arana Osorio (1970-1974) le cediera a dicha empresa. Dos eximios profesores universitarios, integrantes de la comisión, son asesinados: Óscar Adolfo Mijangos López y Julio Camey Herrera. Los otros dos sufrieron serios atentados y amenazas en contra de su vida, siendo milagrosamente salva la de Alfonso Bauer Paiz, que se vio obligado a exilarse en Chile, y Piedrasanta Arandi, en San José, Costa Rica.
Fue profesor de Economía de la Universidad de Heredia, en ese país y a su retorno a Guatemala, a mediados de la década de los noventa del siglo pasado, se incorpora de nuevo a la Usac, en donde realiza en el seno del Centro de Estudios Urbanos y Regionales (CEUR) el importante estudio sobre la propuesta de privatización de la energía eléctrica en los tiempos de Álvaro Arzú Irigoyen. Junto a Bauer Paiz y a otros activistas ecologistas y defensores del patrimonio nacional, continúan la lucha por la defensa de la riqueza de Guatemala, viva hasta hoy. Fue designado profesor emérito de la Usac, cargo y título que desempeñó con dignidad universitaria hasta el final de sus días.
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