Aunque las exhumaciones en la antigua zona militar de Cobán aun no terminan para mañana la Fundación de Antropología Forense -FAFG- y la Asociación de Familiares de personas Detenidas Desaparecidas de Guatemala -FAMDEGUA- tiene previsto la entrega de la primera osamenta identificada en la exhumación que en el mes de febrero cumple un año de trabajo en lo que al parecer seria el mayor cementerio clandestino hasta hoy encontrado en el país.
El 
cementerio clandestino, ubicado en donde el estado de Guatemala entrena a
 los militares para las misiones de paz de la ONU, se han ubicado hasta 
el momento mas de 68 fosas comunes, algunas en donde se han llegado a 
encontrar hasta 45 víctimas de desaparición forzada y en donde lo que 
predomina hipotéticamente es muerte por asfixia o por estrangulamiento 
ya que hasta la fecha la gran mayoría de las osamentas tienen manos 
hacia atrás y  lazo en el cuello. 
Algunos
 testimonios aseguran que en la antigua zona militar la mascota era un 
lagarto, por lo que no se descarta que muchos de los cuerpos mutilados 
encontrados hayan sido dado en partes como alimento al lagarto, ese es 
el caso de esta osamenta  que se encontró en la fosa 64 que hasta el 
momento solo se ha encontrado el cráneo. 
Una
 persona exclama que las personas allí encontradas no parecen ser de la 
región por lo que la gran cantidad de osamentas y la diversidad 
encontrada hace  creer que este pudo ser un centro militar estratégico 
de concentración de los identificados como enemigos internos, incluidos 
allí una fosa en donde cerca de 45 niños y niñas fueron trasladados vía 
aérea desde Rabinal según relatan los testimonios hasta ahora recogidos 
por FAMDEGUA y la FAFG. 
La
 fosa 64 con una profundidad de cerca de 8 metros oscurece las ultimas 
osamentas y las primeras en haber sido lanzadas casi todas con vendas a 
los ojos, la lluvia que caracteriza a la región ha hecho pensar que de 
no ser por que algunos militares han decidido hablar estas personas 
nunca hubieran sido encontradas de entre una espeso bosque nuboso con 
árboles de mas de 25 metros de altura que se han visto cortados para 
entre ellos buscar a los desaparecidos. 
No
 se puede explicar tal barbarie, las osamentas allí encontradas 
dimensionan el genocidio negado, evidencian  el terror a la rebelión de 
los pueblos indígenas, solo con la muerte pudo en la región imponerse el
 poder que hoy sigue negando lo que allí paso.  
Mañana muchas mujeres y comunitarios  se darán cita para la velación de 
una de miles de victimas de desaparición forzada, una de las cerca de 
500 osamentas en la zona militar encontradas en donde la ONU permite que
 se entrenen sus fuerzas de “PAZ” con presencia militar Norte Americana. 
| Un soldado Norte Americano entra al edificio de la antigua Zona militar de Cobán | 
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