JORNADA MUNDIAL POR EL TRABAJO DECENTE
7 de octubre de 2022.
En este día, la clase trabajadora organizada en sindicatos de todo el mundo, realizamos la Jornada Mundial por el Trabajo Decente para todos los trabajadores y trabajadoras. Especialmente en Guatemala, queremos manifestar que el trabajo decente no solo es una aspiración, es un imperativo para que este país tenga justicia social, se elimine la pobreza, la violencia, el acoso y la precariedad en todos los centros de trabajo. El trabajo decente no sólo deber proporcionar ingresos justos, también debe garantizar el respeto a todos los derechos humanos y laborales, procurar la protección social de todos los ciudadanos y apoyar el crecimiento económico sostenible.
Desde que se iniciarán las jornadas por el trabajo decente por la Confederación Sindical Internacional CSI, según el acuerdo y compromiso tripartito de OIT y Naciones Unidas, se pensó en promover como prioridades mundiales el crecimiento sostenible y la reducción de la pobreza, como elementos necesarios para el trabajo decente. Lamentablemente en sociedades como la guatemalteca el trabajo se sigue utilizando como una mercancía y no es visto en su función social primordial: como un derecho social y humano. La falta de oportunidades de trabajo para la mayoría de ciudadanos guatemaltecos, ejerce presión para que el trabajo no sea de calidad sino de subsistencia y en condiciones precarias y peligrosas, incluso muchos no reciben ni el salario mínimo ni las prestaciones de establecidas en las leyes. El trabajo debiera ser fuente de dignidad, de estabilidad familiar, de felicidad, de paz social y desarrollo, en donde se garantice el pleno empleo, la libertad de sindicalización y la negociación colectiva por medio del diálogo social. Sin embargo, en la actualidad la tendencia que hemos observado es a una mayor precarización y desregularización laboral, con ello se continúan violando los derechos laborales.
Además, la corrupción generalizada favorece la impunidad y socava los derechos laborales. En Guatemala no respeta el mandato tripartito de la OIT para lograr el trabajo decente. En la agroindustria continúa defendiéndose relaciones laborales inequitativas y se persigue la sindicalización. Sin entes representativos con validez jurídica que defiendan al sector de los trabajadores no se puede hablar de diálogo social. Y este diálogo es necesario para mantener la paz y el crecimiento económico en cualquier sociedad. Hacemos un llamado al gobierno y a las cúpulas de poder para que promuevan una agenda verdaderamente democrática y aseguren que el trabajo decente sea una realidad, con ello también estarán promoviendo el crecimiento económico sustentable y un mejor futuro para todos los trabajadores y trabajadoras guatemaltecos.
¡LA LUCHA CONTINUA, POR LA LIBERTAD SINDICAL Y LOGAR EL TRABAJO DECENTE
Y DIGNIFICACIÓN DE QUIENES PRODUCEN LA RIQUEZA, LA CLASE TRABAJADORA!
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