lunes, 25 de abril de 2016

Alfonso Porres: Con su partida perdemos a un ser humano abierto a la discusión.

IRMALICIA VELÁSQUEZ NIMATUJ
En el año 2009 Avancso junto al antropólogo Charles R. Hale propusieron explorar cómo el racismo institucional delineaba la cotidianidad de varios sectores de Guatemala, para este proceso se invitó a participar, en amplios diálogos, a mujeres y hombres indígenas, mestizos y ladinos de diferentes clases sociales y de diferentes regiones lingüísticas.
A este esfuerzo por captar y aprender cómo opera el racismo colectivo e individual fuimos invitados el antropólogo Alejandro Flores y yo. El recorrido que realizamos a nivel nacional fue grabado por Alfonso y su equipo. Para mí fue un viaje de aprendizaje único, como parte de un equipo multidisciplinario. Recorrimos juntos buena parte de la Guatemala “india y profunda”, atravesamos montañas que nos recordaron lo pequeño que somos, apreciamos la destrucción natural en toda su magnitud pero también admiramos la imponencia de la naturaleza.
Al llegar a cada ciudad o comunidad, Alfonso y su equipo preparaban los espacios técnicos para iniciar las largas, profundas, amargas o contradictorias intervenciones en las que nos imbuíamos y eran los últimos en retirarse. Al final de cada día de trabajo nos reuníamos, como equipo, a discutir lo aprendido y en esos debates Poncho, parecía ser el menos cansado, de su mente rebosaban ideas, propuestas y polemizaba la discusión con sus argumentos pero también, sumaba a lo logrado trayendo sus experiencias dolorosas –muchas provenientes de su propia familia– de las que había sido testigo y que mostraban la crudeza del racismo, la deshumanización de algunas familias frente a la vida y la dignidad de los indígenas, y que retrataba cómo Guatemala, para algunos, seguía siendo una finca con mozos sin dignidad. Poncho, también se caracterizaba porque, rebatía algunas de nuestras posturas y con su actitud, nos empujaba a ir más allá de nuestros planteamientos, pero también era sensible frente a los sectores ladinos y mestizos pobres que eran quienes con mayor naturalidad reproducían la internalización de la inferioridad racional de múltiples formas y que su cámara grabó durante días y días.
Con su partida perdemos a un ser humano abierto a la discusión, a un activista que reconocía que la lucha es colectiva y en contra de múltiples sistemas opresivos.
http://elperiodico.com.gt/2016/04/23/opinion/alfonso-porres/

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