Del 6 al 9 de abril de 2016, mujeres y hombres solidarios, defensores de Derechos Humanos y del Territorio, de organizaciones a nivel comunitario, municipal, departamental, nacional e internacional e integrantes de la Asamblea Departamental de Pueblos de Huehuetenango, ADH, emprendimos un recorrido hacia el Norte de Huehuetenango para acompañar la demanda de libertad de Rigoberto Juárez y Domingo Baltazar, defensores del territorio y del agua y quienes son presos políticos del Estado de Guatemala, desde el 24 de marzo de 2015. También para acuerpar la celebración del tercer aniversario de la resistencia pacífica del Pueblo Barillense ante la acometida violenta que sufre por parte de la empresa Hidro Santa Cruz, siendo una de sus consecuencias más graves el encarcelamiento de sus líderes Adalberto Villatoro, Arturo Pablo, Francisco Juan, Ermitanio López y Mynor López, todos defensores del territorio. El recorrido incluyó llegar hasta las comunidades de Pojom e Ixquisis, del municipio de San Mateo Ixtatán, para romper el cerco de silencio que ha tendido la empresa Proyecto de Desarrollo Hídrico, PDH, S.A., que construye un proyecto hidroeléctrico, en estas comunidades, de manera inconsulta y abusiva. Dicho proyecto forma parte del continuum histórico de saqueo e indefensión que sufrimos a diario los y las guatemaltecas en todo el país.
Quienes asumimos el compromiso y responsabilidad de esta Caravana fuimos calumniados, intimidados y señalados como criminales que pretendían atentar contra intereses privados y ser causantes de mayor conflictividad en la región. Los resultados obtenidos muestran que ni nosotros, ni quienes nos recibieron somos criminales. Todo lo contrario, lo que vimos, durante el recorrido fueron comunidades anhelantes de paz y justicia, pero abandonadas en pobreza y extrema pobreza. No encontramos en ningún momento a delincuentes, ni gente conflictiva ni violenta, como lo aseguraron personas y empresas. Escuchamos y recibimos testimonios de hombres y mujeres que están asustados, cansados de no ser escuchados y de ver como una empresa atenta en contra de sus bienes naturales, principalmente el Agua de sus ríos.
Las y los habitantes de la Región de Ixquisis ven como todos los días maquinaria pesada destruye y altera todo lo que a sus ojos y por derecho histórico les pertenece y ahora está siendo borrado de la geografía y cultura comunitaria. Los gobiernos locales, gobernadores y gobiernos de turno se hacen los sordos y de la vista gorda ante el llamado de las comunidades y por el contrario avalan la exclusión, discriminación, explotación y racismo, utilizando como recurso inmediato al ejército nacional, a la policía nacional civil y a empresas de seguridad privada que solo protegen el despojo y que con el temor implantado pretenden desaparecer la legitima oposición comunitaria a este tipo de proyectos en la región.
Las fuerzas obscuras que aprisionan a las comunidades de Pojom e Ixquisis no querían que llegáramos a ver y a oír, pero hoy nos alegramos de haber podido hacer presencia, sentir ese calor humano que nos brindaron y hoy poder dar nuestro testimonio del abandono y exclusión en que se encuentran las comunidades de Huehuetenango en pleno siglo XXI. Denunciamos la actitud irresponsable de la Procuraduría de los Derechos Humanos y de su Auxiliatura en Huehuetenango, entidad que no brindó acompañamiento a la Caravana, pese de haber recibido solicitud para ello.
Después de ver y escuchar tanto dolor, llegamos a la conclusión, una vez más, de que ya no debemos soportar esa forma tan indignante de ser tratados por el Estado guatemalteco. Lo que está sucediendo en Ixquisis y Pojom es una afrenta a todos y todas las guatemaltecas, por eso lo denunciamos y hacemos eco de una de las demandas de las comunidades afectadas por el Proyecto de Desarrollo Hídrico “Necesitamos Justicia, no megaproyectos.”
Agua para la Vida, no para las empresas
Asamblea Departamental de Pueblos de Huehuetenango, ADH
Huehuetenango, 10 de abril de 2016
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