jueves 29 de septiembre de 2011
Margarita Carrera: toda una institución.
De: La Gaceta Independiente.
Hace unos meses –en febrero- cuando despidieron a la periodista mexicana Carmen Aristegui de la empresa Multivisión (MVS) por haberse saltado el cerco. Le comenté a mi hermana: “con la única que podrían hacer eso en Guate es con Margarita Carrera, cuando se atreva a contarle las costillas a Otto Pérez Molina.
Respecto a Carmen Aristegui, leí en el comunicado que publicó dicha empresa: ella “transgredió” el código de ética al divulgar información que se consideraba un “rumor”. Cuando en realidad lo que hizo fue ventilar y comentar del problema de alcoholismo que aqueja al presidente del país vecino. Es bien sabido que el cuate vive un día pegado a la botella y los otros tres, divagando en la goma de tres días. Pero no es de Carmen de quien quiero hablar, ni de la asombrosa inteligencia que posee. Si no más bien la comparación de los casos. No ha pasado ni un año del suceso con la periodista mexicana y ahora a quien le toca medirle el agua a los frijoles es a nada más y nada menos que a Margarita Carrera. ¡´Ombre muchá no jodan! ¡Mejor échense cal!
El genocida sintió el dedo en la yaga, o mejor dicho “los sintió en la garganta” con el artículo magistral que se discutió Margarita. Tan así fue la atragantazón que mandó con un tronar de dedos, a que la despidieran. Yo desde hace muchos años le perdí la fe a Prensa Libre; ya que es un medio que -desinforma- mediatiza la información y que atiende y corresponde a un sector selecto de la sociedad. La pequeña cúpula adinerada y de doble moral. Y si le agregamos que favorecen en sus encuestas a personajes de “dudosa reputación” es doble la chapaleada.
Y aunque le regresaron la chamba, no está de más analizar la actitud y la política que emplea cierto sector pudiente en los medios de información.
Siempre me he preguntado qué hacen personas como: Carolina Escobar Sarti, Carolina Vázquez Araya –perdóname chilena chula pero así lo pienso- y la propia Margarita Carrera, laborando para Prensa Libre. Es mucho, es demasiado intelecto y tesón desperdiciado en un medio que desde hace mucho perdió el prestigio la honestidad y la ética.
¡Pero es que tener la osadía de atreverse a tocar a nuestra Margarita Carrera es el colmo! Y no porque ella sea intocable, no lo es, es tan humana y mundana como vos y como yo. Pero representa la voz, el corazón y la pluma de las personas analfabetas, de las que no pueden expresar con letras su sentir, de las que no tienen acceso a la educación formal. Premio Nacional de Literatura, más de 20 libros publicados bajo el brazo. Se atrevieron a tocar a una poetiza, feminista, defensora de los derechos de género y de la infancia desdeñada, voz de los pueblos oprimidos y de las comunidades en resistencia que nos negamos a olvidar. Muralla femenina contra el imperialismo y la sociedad patriarcal. Lucha contra el olvido y la indiferencia.
Es el grito sonoro de todo un pueblo masacrado y enterrado en fosas clandestinas, es la huella, es el camino, Margarita es la vereda y la lluvia, el sol naciente para varias generaciones de mujeres que con su tesón, talento y lucha engrandecen Guatemala.
Margarita es de aquellas hembras que con machete en mano se tiran a desherbar la milpa y abrir camino en el zacatal, con pluma de escritora experimentada por el crisol del tiempo y los arrebatos de la existencia.
Hay tan pocas hembras con ese tino: con el valor, la gracia y el colmillo que eliminarlas del plano público quisieran muchos, porque esas mujeres son luz de luciérnaga en la oscurana de una noche sin luna, son guías y comadronas, para la juventud que pare ignorante y amnésica; carente de memoria y de sueños.
Las mujeres como Margarita: son luz de luna. Candil que alumbra las noches friolentas y nubladas de quien en el olvido padece el hambre y el desasosiego propio de los arrabales. Margarita es un torrente de inspiración, para cualquier Ser que se atreva a andar en la mancillada tierra devorada por traidores y azadones.
Hay seres intocables en la vida, son esos seres que la Patria pare para que sean estandartes, insignias y ejemplos: ella es uno de ellos, ella es uno de esos diamantes negros que brillan con luz propia y que alumbran a todo un pueblo: dentro y fuera de sus fronteras.
Hay algo que tiene Margarita Carrera y que el “poder” no puede mediatizar, ni con todo su dinero ni con toda su prepotencia y eso es: la dignidad, la inteligencia, el tesón, la prosa, el canto, su pluma, los versos, la voz; porque su voz sonora lucha por la justicia. No es una pluma de novata la que se han atrevido a tocar, es una escritoraza: feminista, libertaria, decidió salir de casa y buscar el sustento por su propia mano, de las que están no porque pueden, sino porque pueden están; de las que luchan por la igualdad y el respeto, Margarita ha abierto espacios, limpiado caminos y sigue echando punta sembrando semilla en tierra fértil, es todo un pueblo quien la respalda.
No crean ustedes que está sola, es nuestra voz, pero atrás de ella estamos miles de mujeres y hombres que trabajamos hombro a hombro en la construcción de una Guatemala con oportunidades, sin racismo y xenofobia y sobre todo por una Guatemala con memoria pero sin impunidad.
Por la justicia, por la libertad de expresión y sobre todo porque honor a quien honor merece, estas letras están dedicadas a la señora Margarita Carrera, toda una institución, una escritora de talante, una hembra ejemplar y una Guatemalteca que enaltece y engalana a la tierra que me vio nacer y a la que he regresar un día. Señora Margarita Carrera: he aquí a una humilde servidora suya, espero tener el honor un día de abrazarla y que la luz de su candil me alumbre, para que mi pluma no tuerza el camino y se mantenga siempre fiel y leal a la voz del corazón y al grito desesperado del pueblo olvidado, de las calles polvorientas y de los arrabales.
Ilka Ibonette Oliva Corado. Septiembre 26 de 2011. Estados Unidos.
jueves 29 de septiembre de 2011
Margarita Carrera: toda una institución.
De: La Gaceta Independiente.
Hace unos meses –en febrero- cuando despidieron a la periodista mexicana Carmen Aristegui de la empresa Multivisión (MVS) por haberse saltado el cerco. Le comenté a mi hermana: “con la única que podrían hacer eso en Guate es con Margarita Carrera, cuando se atreva a contarle las costillas a Otto Pérez Molina.
Respecto a Carmen Aristegui, leí en el comunicado que publicó dicha empresa: ella “transgredió” el código de ética al divulgar información que se consideraba un “rumor”. Cuando en realidad lo que hizo fue ventilar y comentar del problema de alcoholismo que aqueja al presidente del país vecino. Es bien sabido que el cuate vive un día pegado a la botella y los otros tres, divagando en la goma de tres días. Pero no es de Carmen de quien quiero hablar, ni de la asombrosa inteligencia que posee. Si no más bien la comparación de los casos. No ha pasado ni un año del suceso con la periodista mexicana y ahora a quien le toca medirle el agua a los frijoles es a nada más y nada menos que a Margarita Carrera. ¡´Ombre muchá no jodan! ¡Mejor échense cal!
El genocida sintió el dedo en la yaga, o mejor dicho “los sintió en la garganta” con el artículo magistral que se discutió Margarita. Tan así fue la atragantazón que mandó con un tronar de dedos, a que la despidieran. Yo desde hace muchos años le perdí la fe a Prensa Libre; ya que es un medio que -desinforma- mediatiza la información y que atiende y corresponde a un sector selecto de la sociedad. La pequeña cúpula adinerada y de doble moral. Y si le agregamos que favorecen en sus encuestas a personajes de “dudosa reputación” es doble la chapaleada.
Y aunque le regresaron la chamba, no está de más analizar la actitud y la política que emplea cierto sector pudiente en los medios de información.
Siempre me he preguntado qué hacen personas como: Carolina Escobar Sarti, Carolina Vázquez Araya –perdóname chilena chula pero así lo pienso- y la propia Margarita Carrera, laborando para Prensa Libre. Es mucho, es demasiado intelecto y tesón desperdiciado en un medio que desde hace mucho perdió el prestigio la honestidad y la ética.
¡Pero es que tener la osadía de atreverse a tocar a nuestra Margarita Carrera es el colmo! Y no porque ella sea intocable, no lo es, es tan humana y mundana como vos y como yo. Pero representa la voz, el corazón y la pluma de las personas analfabetas, de las que no pueden expresar con letras su sentir, de las que no tienen acceso a la educación formal. Premio Nacional de Literatura, más de 20 libros publicados bajo el brazo. Se atrevieron a tocar a una poetiza, feminista, defensora de los derechos de género y de la infancia desdeñada, voz de los pueblos oprimidos y de las comunidades en resistencia que nos negamos a olvidar. Muralla femenina contra el imperialismo y la sociedad patriarcal. Lucha contra el olvido y la indiferencia.
Es el grito sonoro de todo un pueblo masacrado y enterrado en fosas clandestinas, es la huella, es el camino, Margarita es la vereda y la lluvia, el sol naciente para varias generaciones de mujeres que con su tesón, talento y lucha engrandecen Guatemala.
Margarita es de aquellas hembras que con machete en mano se tiran a desherbar la milpa y abrir camino en el zacatal, con pluma de escritora experimentada por el crisol del tiempo y los arrebatos de la existencia.
Hay tan pocas hembras con ese tino: con el valor, la gracia y el colmillo que eliminarlas del plano público quisieran muchos, porque esas mujeres son luz de luciérnaga en la oscurana de una noche sin luna, son guías y comadronas, para la juventud que pare ignorante y amnésica; carente de memoria y de sueños.
Las mujeres como Margarita: son luz de luna. Candil que alumbra las noches friolentas y nubladas de quien en el olvido padece el hambre y el desasosiego propio de los arrabales. Margarita es un torrente de inspiración, para cualquier Ser que se atreva a andar en la mancillada tierra devorada por traidores y azadones.
Hay seres intocables en la vida, son esos seres que la Patria pare para que sean estandartes, insignias y ejemplos: ella es uno de ellos, ella es uno de esos diamantes negros que brillan con luz propia y que alumbran a todo un pueblo: dentro y fuera de sus fronteras.
Hay algo que tiene Margarita Carrera y que el “poder” no puede mediatizar, ni con todo su dinero ni con toda su prepotencia y eso es: la dignidad, la inteligencia, el tesón, la prosa, el canto, su pluma, los versos, la voz; porque su voz sonora lucha por la justicia.
No es una pluma de novata la que se han atrevido a tocar, es una escritoraza: feminista, libertaria, decidió salir de casa y buscar el sustento por su propia mano, de las que están no porque pueden, sino porque pueden están; de las que luchan por la igualdad y el respeto, Margarita ha abierto espacios, limpiado caminos y sigue echando punta sembrando semilla en tierra fértil, es todo un pueblo quien la respalda.
No crean ustedes que está sola, es nuestra voz, pero atrás de ella estamos miles de mujeres y hombres que trabajamos hombro a hombro en la construcción de una Guatemala con oportunidades, sin racismo y xenofobia y sobre todo por una Guatemala con memoria pero sin impunidad.
Por la justicia, por la libertad de expresión y sobre todo porque honor a quien honor merece, estas letras están dedicadas a la señora Margarita Carrera, toda una institución, una escritora de talante, una hembra ejemplar y una Guatemalteca que enaltece y engalana a la tierra que me vio nacer y a la que he regresar un día. Señora Margarita Carrera: he aquí a una humilde servidora suya, espero tener el honor un día de abrazarla y que la luz de su candil me alumbre, para que mi pluma no tuerza el camino y se mantenga siempre fiel y leal a la voz del corazón y al grito desesperado del pueblo olvidado, de las calles polvorientas y de los arrabales.
Ilka Ibonette Oliva Corado.
Septiembre 26 de 2011.
Estados Unidos.
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