El titular más elocuente, y de primera plana, donde leí la caída de una mínima parte de la red de Byron Lima, fue en elPeriódico: “El rostro de la impunidad”, el cual, en diferentes formas, sigue apareciendo en los medios durante la primera audiencia, y seguro lo hará en las sucesivas, pues debe ser difícil cambiar esa expresión a alguien que era y se sentía intocable, hasta que la justicia le cae encima, con pruebas irrefutables. Por ello, no es casual que abra la boca, presente fotos y destape las relaciones que tenía con altas autoridades, y de las cuales se siente abandonado.
Por supuesto que sabe mucho más, pues los tentáculos de la corrupción y de la impunidad, que fomentó y de las que hace gala, atraviesa todo el sistema de justicia y quién sabe cuántas instituciones de Gobierno y funcionarios.
Está claro que esa red ha caído, más que por azar del destino, por las minuciosas investigaciones de la CICIG y del Ministerio Público, que lograron que no se filtrara la información y de ahí que llame la atención que el propio Ministro de Gobernación no se enterara de las órdenes de captura, ni de las autorizaciones de los cateos que se llevaron a cabo, la CICIG sabe porqué se ocultó esa información al Ministro y ojalá dé a conocer todo el engranaje de las redes criminales, pues no se trata únicamente de la red de Lima Oliva, sino de las redes que hacen del Estado, un Estado putrefacto que debe ser saneado de pies a cabeza.
La caída en desgracia de Lima Oliva, debe favorecer a la sociedad, pero esto solo será posible continuando y profundizando las investigaciones y tomando en cuenta las denuncias que ha hecho Lima Oliva, pues era un secreto a voces todo lo que acontecía en el Sistema Penitenciario, mientras altos funcionarios se hacían los sordos y permitían los abusos y ese enriquecimiento ilícito que posiblemente les beneficiaba.
Hasta el momento, el más embarrado –por el propio Byron Lima– es el Ministro de Gobernación, quien en vez de intentar deslindarse declarativamente de las acusaciones, debería renunciar y someterse a los tribunales. Por cuestiones menores, en otros países, los ministros han renunciado o han sido separados para facilitar el trabajo de los operadores del sistema de justicia. No hay que olvidar que todo el Gobierno está siendo cuestionado y que los nombramientos en el Sistema Penitenciario, de varios de los implicados en la red, fueron hechos por López Bonilla y, públicamente, recibieron el respaldo del presidente Otto Pérez Molina, ambos metieron las manos por los nuevos funcionarios que hoy son acusados y ninguno de los dos puede negar su “íntima” relación con Lima Oliva.
http://www.elperiodico.com.gt/es/20140911/opinion/1697/%C2%BFRenunciar%C3%A1-L%C3%B3pez-Bonilla.htm
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