Opinión: elPeriódico, 27 de marzo de 2012
¿Asesinatos políticos?
Pensaba escribir sobre la marcha de los campesinos que hoy ingresa a la ciudad.
Miguel Ángel Albizures
Pero el pasado sábado fue vilmente asesinado el compañero Ovidio Ortiz, con quien compartimos en diferentes oportunidades la problemática de los trabajadores del Estado, del agro y de la industria por quienes él venía luchando desde hace muchos años, especialmente por los trabajadores de la Salud, pues era uno de los dirigentes del Sindicato de Trabajadores de Salud Pública.
No se puede pensar que el hecho se dé dentro la limpieza social que está en marcha y que ha cobrado la vida de muchos jóvenes, sino de un crimen político premeditado, dirigido contra un dirigente que también participaba activamente en el Frente Nacional de Lucha, pues era miembro del Consejo Central del Foro Nacional de Derechos Humanos, delegado sindical de la Mesa de Seguridad Alimentaria y en la colonia de Salud Pública, era el Vicepresidente del Comité, conocido por todo el vecindario a quienes había apoyado para la legalización de los terrenos, además de estar apoyando a los pobladores de otras zonas que exigían su derecho a la vivienda. Se trataba pues, de un dirigente popular que no se había quedado de brazos cruzados frente a la crítica situación que vive el país.
¿Es este tipo de militancia que no tolera la derecha cavernaria en Guatemala? ¿Estaremos retrocediendo a los años ochenta, o qué pasa? Si no hay una investigación exhaustiva de este crimen en el que, junto a Ovidio perdieron la vida otras tres personas y dos más salieron con heridas de bala, que explique con claridad los móviles del crimen, seguiremos afirmando que se trata de un crimen político como muchos otros que han quedado sin explicación y en el que han perdido la vida dirigentes campesinos como los del Polochic, los y las que levantaron la bandera contra la minería en San Marcos o del sindicato de las bananeras de Izabal, que no hace más de un mes otro de los miembros de la organización fue asesinado.
Como lo señaló una organización al comunicar el asesinado de Ovidio “Este comunicado fue escrito con dolor y con cólera. Con dolor, porque la noticia que tenemos que dar nos hiere personalmente; y con cólera, porque se trata de un hecho que se repite una y otra vez en el país, hasta cansarnos” y se pregunta ¿hasta cuándo? Esperamos que la marcha campesina termine hoy sin saldos trágicos, pues todo es posible en un país de cavernícolas donde la vida de los seres humanos parece que no vale nada.
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