jueves, 10 de abril de 2014

Los dinos se enojaron


¿Qué se puede esperar de los que nacieron en cunas nazis?
Miguel Ángel Albizures 
   http://elperiodico.com.gt/es/20140410/opinion/245597/


Es una pena que reaccionen con el hígado y lancen una serie de improperios, eso no les hace nada bien para su salud y esperamos no provocar un paro cardiaco, porque de seguro me acusarían ante el MP de homicidio por opiniones terroristas. Esta semana, han tenido una fugaz alegría que los hizo brincar y brindar, quien sabe cuántas veces, al lograr que el Tribunal de “Honor” del Colegio de Abogados se parara firme y les hiciera el saludo reglamentario al cumplir las órdenes que le giraron para la inhabilitación de la honorable jueza Yassmin Barrios.

¿Qué otra cosa se puede esperar de los que nacieron en cunas nazis?, solo actitudes cavernarias y no argumentos sólidos que justifiquen sus posiciones ideológicas o por lo menos que merezcan una pizca de respeto, porque siguen pensando –cuando piensan–, que el monstruo del comunismo está enraizado en todas las esferas del Estado. No tardarán en acusar de comunista al Presidente del Organismo Judicial por decir que el Tribunal de Honor –que ellos aplauden– no tiene competencia y que no se puede convertir en juez de jueces. Ya acusaron de comunista al Procurador de los Derechos Humanos, a todas las instituciones internacionales y hasta a los personeros de la Embajada gringa. ¿Qué otra cosa se puede esperar del atraso y la mediocridad?

Los ataques, las amenazas e insultos que han lanzado contra la Fiscal General y contra la jueza Yassmin Barrios, vienen desde que ellas asumieron posiciones que muchos hombres, no han asumido para rescatar la confianza en el sistema de justicia. La depuración en el Ministerio Público, en donde hay tropiezos para completarla, mantiene a los dinosaurios con dolor de cabeza y con diarrea. La condena a responsables de hechos criminales del pasado y especialmente el juicio por genocidio y la condena a 80 años al general Ríos Montt, los desequilibró más y no han descansado ni descansarán, porque para ellos es imprescindible mantener el estado de impunidad que les permita toda clase de fechorías.

El dinero que malgastan en sus publicaciones y otro tipo de actividades, como el soborno a quienes les puedan servir para desprestigiar jueces honorables, sale de las arcas nacionales y del apoyo de una oligarquía fascista con la que siempre han estado aliados. Difícilmente van a entender que Guatemala, a pesar de todo, está en un proceso irreversible de construcción del Estado de Derecho y que no hay solo una Paz y Paz ni solo una Yassmin Barrios, hay muchas mujeres que les seguirán provocando malestares estomacales y dolores de cabeza y una juventud que no quiere vivir el pasado tenebroso.

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