Acudió al dejar hacer y dejar pasar.
A 20 meses de finalizar, la administración Pérez Molina languidece, horadando su rincón en la historia. Los porqués: se le fue el tiempo administrando oportunismo y apañando proyectos alejados de la probidad; entre ellos: “arrendamiento exprés” de la dársena de Puerto Quetzal a empresarios españoles, el recién descubierto arrendamiento de un predio del aeropuerto La Aurora; el primer contrato marcha, el segundo, ante la evidencia presentada porelPeriódico, se verán obligados a rescindir. Un rasgo particular de su gobierno, señor Pérez Molina, es magra calidad y sobreprecio de la obra pública, irregulares licitaciones y opacos contratos en compra de medicina, además de recurrentemente escasa en los hospitales públicos. Para cerrar, hay que señalar por abyecto, el gasto de Q120 millones en propaganda de la “obra pública”. Otros signos: en dos años de gestión patriota la deuda pública se elevó en alrededor de Q15 mil millones. Cantidad que se prevé duplicará al final de su período. Esta deuda ya consume más del 20 por ciento de la recaudación tributaria y el 15 por ciento del Presupuesto Nacional anual. El desempleo creció y la pobreza en Alta Verapaz, departamento cundido de palma aceitera, –monocultivo que su gobierno privilegia– abate al 80 por ciento de su población. Q1,800 al mes es el promedio de más del 70 por ciento de la población activa, muy por debajo del salario mínimo. De la seguridad social no goza el 64 por ciento de la población ocupada; la microempresa, como usted sabe, absorbe al 71 por ciento de la población ocupada y, sin embargo, su gobierno ha privilegiado a la gran empresa extractiva. El desenfado es tal que 200 mil niños no se inscribieron en la escuela primaria, es decir, en su gobierno retrocedimos al nivel de matriculación de 2009. Una tragedia. Para finalizar: su gestión “pro campesino” resultó un fracaso absoluto, el Ministerio de Agricultura, en plena campaña Hambre Cero, dejó de ejecutar en el 2013 Q500 millones, más, Q500 millones que dilapidó en la compra y distribución de fertilizantes químicos ¡Q1 mil millones! que hubiesen servido para dinamizar la economía campesina de una región completa del país. Deja su administración a los campesinos tan paupérrimos como estaban. Se rajó, General. Acudió como sus antecesores a dejar hacer y dejar pasar. Le recordaremos por la masacre de Totonicapán, uso excesivo de fuerza contra la protesta social y el 70 por ciento del territorio a merced de extorsionistas. Absurdo Gobierno del Cambio.
http://elperiodico.com.gt/es/20140403/opinion/245244/
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