Derechos humanos en Guatemala y su repercusión europea
El policía Sperisen, de
represor temido a preso común
Sergio Ferrari*, desde
Suiza
La sección suiza de
Amnistía Internacional ratificó su exigencia de juicio y castigo a todos los
responsables de violaciones de derechos humanos en Guatemala. Solicitando que
Suiza y los países europeos hagan todo lo necesario para que los acusados
rindan cuentan de sus actos.
La violación de los derechos humanos en Guatemala durante
la década pasada adquirió en los últimos días una actualidad particular a raíz
de la detención el 31 de agosto en Ginebra, Suiza, de Erwin Sperisen.
Sperisen, doble ciudadano suizo - guatemalteco, ocupó
durante tres años la jefatura de la Policía Nacional Civil (PCN) de aquel país centroamericano y es acusado por
diversas instancias –incluidas una Comisión de la ONU- por actos ilegales de
extrema gravedad durante su mandato.
La detención de Sperisen “es una prueba clara de que la justicia no conoce
fronteras”. Y que con la cooperación de autoridades
judiciales de todo el mundo se puede conseguir “que los presuntos responsables
penales de cometer graves violaciones de los derechos humanos rindan cuentan”,
enfatizó Alma Noser, responsable para América Central en la sección helvética
de Amnistía Internacional.
Noser subraya además que “la detención de Erwin Sperisen en Suiza debe ser una advertencia clara
para quienes creen que posición, estatus
o gozar de una doble nacionalidad les permitirá eludir la justicia”. Y expresa
la enorme satisfacción por la detención del ex – jefe policial, considerándola
como un logro del trabajo de las organizaciones defensoras de los derechos
humanos.
Amnistía Internacional /Suiza había ya denunciado este caso en septiembre
del 2010 junto con la organización TRIAL (Track
Impunity Always).
En un reciente comunicado público Amnistía Internacional recuerda que mientras
que la causa abierta contra quienes permanecen en Guatemala ha progresado con
lentitud por parte de los tribunales nacionales —en los que hay siete en espera
de juicio y cinco en espera de la orden de detención— ha resultado más difícil
poner a otros imputados a disposición judicial fuera de Guatemala.
Previo a la detención de Sperisen en
Ginebra, las autoridades españolas habían capturado al ex - ministro del interior de la época
Carlos Vielman, en octubre del 2010 y Austria hizo lo mismo en mayo del
2011 con Javier Figueroa, otros de los acusados, quien actualmente se encuentra
bajo custodia mientras prosigue la investigación.
Un Vikingo” violador de
derechos humanos
El ex - jefe de la policía guatemalteca fue detenido
el 31 de agosto en Ginebra, Suiza, luego de haber gozado de libertad total en
los últimos cinco años.
Un tribunal de la misma ciudad decidió la primera
semana de septiembre de prolongar por 90 días su detención provisoria en el
penal ginebrino de Champ- Dollon, con régimen penitenciario común.
Desde hace ya varios años algunos dirigentes políticos
suizos así como asociaciones helvéticas
de solidaridad con Guatemala y de derechos humanos habían denunciado
públicamente a Sperisen sin ser hasta el presente escuchados por las
autoridades judiciales.
“El Vikingo”, tal como se conocía en Guatemala a
Sperisen, es acusado por la Comisión
Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CIIG) y por la justicia local
de haber sido uno de los jefes de los escuadrones de la muerte que operaron en
el país centroamericano entre julio del 2004 y marzo del 2007.
Dicha Comisión es un organismo que fue establecido
conjuntamente por las Naciones Unidas y Guatemala en el 2007. La Comisión
denunció recientemente la existencia en esos años de un “Grupo Criminal Autónomo” integrado por
19 personas que operaba con total impunidad.
Todos eran funcionarios de los servicios de Seguridad
del Estado o fuerzas aparentadas y habrían
implementado ejecuciones extra judiciales de prisioneros.
Dicho grupo estaba encabezaba por Carlos Vielman; el antiguo candidato a la presidencia
Alejandro Giammattei - en la época jefe de prisiones- y Erwin Sperisen, su homologo policial ahora
detenido en Ginebra.
Entre los hechos imputados a Sperisen y su grupo se
encuentra la masacre de una decena de campesinos en la comunidad Nueva Linda
acaecida en agosto 2004, un mes después de su nominación a la jefatura
policial.
En octubre del
2005 luego de la evasión de 19 presos de la cárcel « Infiernito »
Sperisen y sus colegas implementaron el Plan Gavilán con el objetivo de volver
a encontrar a los evadidos y ejecutarlos, disimulando pruebas. Tres de los
recapturados corrieron esa suerte.
Un año más tarde
Erwin Sperisen intervino en la prisión de Pavón para retomar el control del
centro en mano de los presos. La
intervención se saldó con la ejecución extrajudicial de siete detenidos, acción
maquillada para justificar el uso de la fuerza.
En marzo del 2007 Sperisen debió renunciar a su cargo dado que el cuerpo policial que
dirigía se vio involucrado en el escándalo resultante del el asesinato de tres
diputados salvadoreños al Parlamento Centroamericano acaecido en Guatemala.
Dado que Sperisen cuenta con la doble nacionalidad,
Suiza no acepta la eventual extradición a Guatemala para su proceso. Pero los
últimos pasos dados por la justicia helvética parecen expresar la decisión de
tratar a fondo el expediente en curso por violaciones de derechos humanos
imputadas al “Vikingo”.
*Sergio Ferrari, en colaboración con swissinfo.ch
__________________________________Una larga “caza” judicial de más de 5 años
La organización TRIAL ha sistematizado la historia del procedimiento contra Erwin Sperisen en Suiza.
En julio 2007, tres organizaciones suizas, la Comunidad Ginebrina de Acción Sindical, la Acción de los Cristianos por la Abolición de la Tortura y el sindicato rural UNITERRE, presentaron una primera denuncia penal contra Sperisen por los crímenes cometidos durante la evacuación de la finca Nueva Linda. La denuncia se interpuso ante el Procurador General del Cantón de Soleure, lugar de origen del acusado.
Luego de una primera investigación, dicha autoridad judicial lo derivó a su homólogo del Cantón de Ginebra donde residía Sperisen.
Dada la pasividad de la justicia ginebrina, TRIAL y la Organización Mundial contra la Tortura se asociaron a otras asociaciones y ONG para movilizar la causa.
En 2009 las mismas organizaciones presentan una denuncia penal complementaria que incluye casos de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, torturas y violencias sexuales cometidas por miembros de la Policía Nacional bajo la dirección de Sperisen.
El 3 de septiembre 2010, como consecuencia de un mandato de detención internacional emitido en julio 2010 por las autoridades judiciales guatemaltecas contra Sperisen, la denuncia es enviada a un Juez de Instrucción.
En septiembre 2010 TRIAL y Amnistía Internacional/Suiza relanzan el caso.
En abril 2011 una comisión de investigación internacional viaja a Guatemala aportando nuevos datos a las autoridades ginebrinas en el tercer trimestre del 2011.
El 31 de agosto del 2012, Sperisen es detenido en Ginebra y su prisión firme –ante el riesgo real de evasión del inculpado- por 90 días para la investigación del caso (Sergio Ferrari)
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