jueves, 13 de febrero de 2014
32 PRIMAVERAS SE SUMAN 32 AYERES: EL CASO EMIL BUSTAMANTE
32 años tenía Emil, mi hermano cuando fue detenido en un retén militar en la ciudad de Guatemala un sábado 13 de febrero de 1982.
Han pasado 32 años con sus primaveras, 32 inviernos que nos han marchitado la piel pero no la conciencia y el derecho a saber que fue de él y de los otros 45,000 seres humanos, entre ellos niños y niñas de todas las edades que permanecen desaparecidos. .
El día en que fue detenido, festejábamos la vida, mi hija Ximena cumplía su primer año, el tío Emil nunca llegó, tampoco el pastel, únicamente llegaron las noticias de su desaparición.
Gobernaba en ese ayer un General genocida, Romeo Lucas García que fue derrocado por el General Efraín Ríos Montt, quien llegaría a ser el máximo represor en los tiempos que duró el genocidio.
Ríos Montt declaró en ese entonces, “no vamos asesinar sino a matar a todo aquel que se oponga al gobierno", y lo cumplió, Emil estaba vivo en un cuartel militar el día del golpe, junto con él cientos de luchadores sociales.
Una se pregunta, qué delito cometieron para merecer semejante castigo, Emil ni siquiera tuvo el privilegio de estar en los aberrantes tribunales de fuero especial, así por lo menos hubiéramos tenido su cuerpo.
32 primaveras, 32 inviernos que hemos visto pasar la impunidad vestida de novia junto a los poderes fácticos que hoy deciden quien es inocente y quien culpable;eso sí, los militares acusados de genocidio perpetradores de la barbarie no pueden ser condenados aunque las pruebas los condenen.
No hay duda que Guatemala, como lo declaro recientemente el también genocida presidente de turno el General Otto Pérez Molina alías Tito Arias, (seudónimo utilizado cuando se cometió genocidio contra el pueblo Ixil), seguimos siendo un pueblo bananero.
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