Hay asesinatos políticos de líderes comunales que defienden la vida y los recursos naturales.
Miguel Ángel Albizures
Estamos en una semana importante que nos permite reflexionar sobre los hechos del pasado que podemos conocer con más detalles, por medio de los testimonios de familiares de víctimas y víctimas que sobrevivieron al cerco que el Ejército les tendió a los ixiles en los años ochenta, están dando en el juicio oral y público que se desarrolla en la Sala de Audiencias de la Corte Suprema de Justicia.
Hasta el momento lo que vemos y escuchamos en las afueras de la Corte, es la agresividad verbal y escrita de quienes apoyan a los generales acusados de genocidio. Hay que comprender y respetar que están ejerciendo como ciudadanos, su derecho a protestar y decir, ojalá y no pasen a más como lo han insinuado más de una vez y que solo sea para intentar meter miedo a quienes apoyamos a las víctimas y querellantes. Eso pueden estar seguros que jamás lo van lograr después de tanto tiempo de lucha por la justicia. Una cosa compartimos con ellos y es el desarrollo de “un juicio justo” y que se respete el debido proceso. Realizar güisachadas para defender lo indefendible o de paralizar el juicio, no se vale, pues tal como lo señaló ayer en un artículo en Prensa Libre el historiador y escritor, Julio Cambranes “La comprensión del pasado no tiene nada que ver con la mentira y la distorsión de la historia”.
La reflexión es necesaria para todos, para saber que nada queda oculto y que tarde o temprano se puede estar en el banquillo de los acusados y es por eso que las nuevas generaciones que hoy sirven en el Ejército, deben seguir este juicio, verse en ese espejo y negarse a cumplir órdenes para cometer crímenes o actos fuera de la ley, que les puede costar su libertad y su prestigio.
También es importante reflexionar en relación a los crímenes que hoy acontecen en el país, pues no podemos quedarnos con las simples explicaciones que responsabilizan a pandilleros o crimen organizado. Hay asesinatos políticos de líderes comunales que defienden la vida y los recursos naturales, hay de sindicalistas, de concejales y alcaldes o como el caso del asesinato de la abogada Lea de León, del periodista Jaime Napoleón Jarquín, las amenazas a otros y el atentado ayer al diputado Jorge Mario Barrios. En el secuestro y tortura de autoridades xincas y el asesinato de uno de ellos, se ha mencionado que hay intereses mineros atrás del hecho y se dio el nombre del diputado Amildo Morales, cuya investigación del Ministerio Público debe ser seria y responsable para deducir responsabilidades o de lo contrario, tendremos que lamentar que continúen los hechos criminales contra otros activistas de derechos humanos o contra políticos y abogados.
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