lunes, 19 de agosto de 2013

Se identifica osamenta exhumada en ex destacamento militar de San Juan Comalapa

 Armando Morales quien después de 28 años encontró los restos de su padre Rigoberto Morales Garrido secuestrado y asesinado en el año 1984

En nombre de toda mi familia quiero agradecerle a la Fundación Guillermo Toriello, Fundación Mirna Marck, CONAVIGUA, GAM, FAMDEGUA CONCODIG y demàs asociaciones de derechos humanos por su acompañamiento y por habernos alentado y habernos inyectado confianza y esperanza por màs de 28 años a través de sus diferentes actividades y luchas.  A la Fundación de Antropología Forense de Guatemala, gracias por su profesionalismo.

Lo dijimos siempre, lo denunciamos siempre y lo reafirmamos hoy, mi papà Rigoberto Morales Garrido y mi hermano Mynor Rigoberto Morales Contreras, fueron capturados y secuestrados juntos por miembros de la Policia Nacional y del ejército el 4 de octubre de 1984 a las 9 de la noche en la zona 19 cuando se proponían entrar a la casa donde vivíamos.

El Estado terrorista  dirigido en ese momento por el golpista general Oscar Mejia Victores negó haber secuestrado a mi papà y hermano, exactamente como ya antes habían negado el secuestro y desaparición de mis otros 11 queridos familiares.  Sin embargo, son hechos criminales y como tal imposible de ocultarlos o negarlos toda la vida porque tarde o temprano la verdad se abriría camino y el camino se abre hoy, cuando luego de 28 años de busqueda, los restos de mi papà fueron encontrados en el ya célebre y macabro destacamento militar de Comalapa, Chimaltenango.  Ante esta prueba irrefutable, podrà la policia, el ejército y el Estado seguir mintiendo y negando que capturaron a mi padre y a mi hermano y después los asesinaron ?. Señores del ejército dónde mantienen ocultos los restos de mi hermano y de mis otros 11 familiares también  capturados secuestrados /desaparecidos, asesinados ?.

Mi papà nació en San Miguel Petapa, Guatemala, el 3 de mayo de 1939, en el seno de una familia muy humilde y desde muy pequeño tuvo que trabajar para poder ayudar a su familia.  A la edad de 17 años y luego de haberse agregado un año màs comenzó  a trabajar en la Dirección General de Caminos. 

El puente que hoy es conocido como El Trebol de la zona 11 estaba en construcción y mi papà que no contaba con ningùna profesión comenzó a trabajar ahí como peón. Sin embargo cuando conoció a su futura mujer (mi madre) con la que llegaron a procrear 9 hijos, mi papà comprendió rápidamente que la única manera de  poder responder correctamente a las necesidades familiares pasaba por mejorar su capacidad profesional. Con mucha decisión y sacrificio se puso a estudiar por correspondencia.  Fueron años de intenso trabajo y estudio pero su determinación le permitió terminar con éxito lo que se había propuesto.  Así desde 1962 hasta su secuestro mi padre trabajó como topógrafo  en la Dirección General de Caminos.
Mi papà  siempre estuvo a nuestro lado apoyándonos en nuestras necesidades educativas, de salud, de vestuario y de esparcimiento.

El sentimiento unitario de la familia permitió que mi papà al igual que todos sus hermanos vivieramos juntos. Treinta y dos miembros formabamos la familia Morales Garrido, Morales Contreras y Morales Escobar. 

Y precisamente ese sentimiento unitario familiar nos permitía a nosotros (hijos y primos) ir creciendo dentro de un clima de mucho equilibrio, de mucha paz, de mucha confianza; y todos contribuíamos de una u otra forma a la alegría familiar.   Los proyectos familiares  y de futuro comenzaban a aparecer en nuestras mentes, la vida se nos presentaba promisoria.

Sin embargo, toda aquella alegría familiar, aquellas ilusiones juveniles nacientes fueron cortadas de un tajo un 25 de mayo de 1980 cuando la policía y el ejército llegaron al taller de herrería que teníamos en la zona 12 y secuestraron a mi tío Moises Morales Garrido.  Mi abuelita y toda la familia nos movilizamos para tener a nuestro tío nuevamente en vida y entre nosotros. Se pidió un habeas corpus en su favor, desgraciadamente no se tuvo respuesta. Mi papà y mi abuelita acompañados por un sobrino y otros familiares del mismo director de la Policía Nacional coronel Germán Chupina Barahona le pidieron personalmente dejar en libertad a mi tío.  La respuesta fué de regaños a sus familiares y de amenazas a mi papà. Nada pudímos hacer y tres días después encontramos en el fondo del barranco del puente el Incienso de la zona 3 el cuerpo torturado de nuestro querido tío.

Haber asesinado aquel hombre tan bueno, tan humano, tan ejemplar causó un profundo sufrimiento en toda la familia. Para mi papà que buscó por todos lados y pidió en todas las instituciones competentes del Estado una explicación por la captura de su hermano mayor y que nùnca obtuvo respuesta fué de una enorme tristeza, entonces por toda esa injusticia e impunidad existentes en el país el único camino que le quedó fué el de unirse al movimùiento revolucionario, Ejército Guerrillero de los Pobres.  Mi papà se unía a todas aquellas personas que con justificada razón y por diferentes medios pedían y exigían que cesaran los asesinatos de campesinos, de estudiantes, de religiosos, de sindicalistas, de periodistas, etc. 

En 1981 mi padre es capturado en Chimaltenango por miembros del ejército y haciendo uso de la línea de conducta militar, mi padre fué secuestrado y sometido a torturas.  De la zona militar de Chimaltenango mi padre es trasladado al cuartel de Zacapa.  Luego es trasladado al cuartel general de la capital y finalmente al destacamento militar de San Juan Zacatepéques, donde reuniendo las pocas energias que le quedaban después de màs de 25 días de golpes mi padre se les escapó.

En 1983 mi papà es postulado por el Partido Populista como candidato a diputado por el departamento de San Marcos.

En 1984  en un operativo de la Policia Nacional, dirigido personalmente por su director general coronel Héctor Rafael Bol de la Crùz mi padre y mi hermano fueron capturados y pese a las evidencias de su captura, la policía siempre lo  negó.

De mi papà nùnca volvimos a saber nada. A mi papà lo desaparecieron y escondieron su cuerpo para callarlo e impedirle el derecho a una investigación por el asesinato de su hermano mayor.

Por lo tanto, nosotros, sus hijos no descansaremos hasta que se haga esa justicia que mi padre tanto buscó y por la cual tanto sufrió y se castigue a los responsables intelectuales y materiales del asesinato de todos nuestros  familiares queridos.
Digo:
Rigoberto Morales Garrido........................ 45 años
Moises Morales Garrido............................. 54 años
Elisabeth Morales Garrido......................... 47 años
Salomón Morales Garrido.......................... 46 años

Cipriana Ramirez........................................ 51 años
María Victoria Morales............................... 23 años
Damaris Marleny Oliva...............................  6 años
Otto Raul Morales Contreras...................... 21 años
Mynor Rigoberto Morales Contreras.......... 19 años

Lilian Aida Escobar.................................... 42 años
Héctor Manolo Morales Escobar................ 23 años
Noé Salomón Morales Escobar.................. 19 años
Claudia Roxana Morales Escobar...............18 años
Vyron Morales Escobar.............................. 12 años

Exigimos:

Al Estado de Guatemala que se investigue y se castigue a los responsables del asesinato de mi familia al igual que el secuestro y asesinato de 45 mil personas que sufrieron  las mismas atrocidades que mi familia.  El estado tiene la obligación de responder.

Quiero terminar diciendo:

Que de mi padre no son sus restos los que recuperamos hoy.

Lo que recuperamos hoy es la esencia del amor de nuestro padre por su familia y por Guatemala!

Lo que recuperamos hoy es la esencia es su determinación y su convicción de no aceptar jamàs la indiferencia e impunidad. Todo crímen debe ser castigado!

Que vivan nuestros héroes y màrtires
No a la impunidad!
Habrà justicia!

      Armando Morales Contreras

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