El 19 de Marzo de 2013, dio inicio el histórico Juicio contra Efraín Rios Montt y José Mauricio Rodríguez Sánchez por los delitos de Genocidio y deberes contra la humanidad. Hoy, un año después el proceso continúa, un proceso que para el pueblo Ixil ha significado toda una vida de búsqueda justicia.
“Cuando inicio el Juicio yo estaba contento porque sabía que había llegado la verdad al pueblo de Guatemala y no sólo a Guatemala si no al mundo. Eso me dio satisfacción, porque se conoció todo lo que nosotros sufrimos… Ellos lograron anular la sentencia políticamente pero históricamente nadie no la va quitar, ésta se sigue manteniendo en nuestro corazón. Después de un año de la sentencia, la historia nos ha mantenido fuertes para seguir luchando y seguir exigiendo que haya justicia en Guatemala” Benjamín Manuel Gerónimo, querellante y representante de las victimas en el Juicio por Genocidio.
Ese 19 de marzo del 2013 la sala de audiencia de la Corte Suprema de Justicia estaba llena, el Tribunal de mayor riesgo A, presidido por la Jueza Jazmín Barrios, dio apertura a el juicio a pesar de las estrategias dilatorias que la defensa del General Efraín Ríos Montt trató de imponer.
Los ojos de quienes observábamos se abrieron, muchas personas sabíamos que con el inicio de este proceso podríamos escuchar la voz de la verdad y de la memoria del pueblo a través de las y los testigos del pueblo ixil.
Ríos Montt estaba sentado en el banco de los acusados, algo que muchas víctimas no lograron ver. Sin embargo, quienes sobrevivieron las masacres perpetradas por el ejército de Guatemala, lograron llevar, una lucha que logró que este proceso se pudiera dar.
A lo largo de los días siguientes se escucharon 97 testimonios (43 de mujeres y 54 de hombres) presentados por el Ministerio Público y la parte querellante, conformada por la Asociación para la Justicia y Reconciliación –AJR- y el Centro de Acción Legal en Derechos Humanos –CALDH-.
En general, los testimonios hablaron sobre la experiencia vivida en los años 1982 y 1983 en el aérea ixil, en donde se cometieron masacres, bombardeos, asesinatos de hombres, mujeres, niñas, niños y ancianos. Con la estrategia de la tierra arrasada además se quemaron los cultivos como el maíz, se destruyeron objetos personales y símbolos de cultura y fe, para llegar a la destrucción completa de la comunidad.
Los testigos también narraron los desplazamientos forzosos a los que la población Ixil tuvo que someterse debido a la persecución de la que eran objeto por parte del Ejército de Guatemala. El hambre, las enfermedades, el dolor psicológico, la separación familiar y el exterminio de poblaciones completas fueron parte de las secuelas vividas por el pueblo Ixil.
Dentro de los testimonios presentados destacaron por su crudeza los de diez mujeres ixilies que narraron las atrocidades de violencia sexual vividas en manos de miembros del Ejército de Guatemala. Las violaciones contra las mujeres fueron actos de violencia carácter sexual, físico y emocional, ocurridos durante las masacres realizadas en las comunidades. Además, en muchos casos, madres e hijas y niñas estuvieron sometidas a torturas físicas, esclavitud sexual, trabajo forzoso para los soldados ubicados en los destacamentos militares.
“La verdad está dicha, la Justicia Sentenció”
Fue un proceso que tuvo muchos obstáculos, pero que con el esfuerzo y lucha del pueblo Ixil, se logró una sentencia histórica el 10 de mayo del 2013. Este día, en medio de gran expectación, se condenó a Efraín Ríos Montt a 80 años de prisión inconmutables por los delitos de genocidio y delitos contra los deberes de humanidad y se absolvió de los cargos a José Rodríguez Sánchez.
Sin embargo, el 20 mayo, 10 días después de la sentencia dada por el Tribunal de mayor riesgo A, la Corte de Constitucionalidad, la dejo sin efecto y retrotrajo el proceso. Al hacerlo, la Corte de Constitucionalidad respondió en favor de la impunidad atendiendo los intereses de la oligarquía y militares.
A pesar de ello para el pueblo Ixil y para la historia de la justicia de este país la sentencia, se mantiene firme, la voz de la verdad fue escuchada y la búsqueda de justicia continúa.
Un año después y frente a la corte suprema de Justicia, Iduvina Hernández, activista y defensora de Derechos Humanos en Guatemala comentaba
“Sí hubo genocidio en Guatemala y eso se probó con el juicio iniciado justamente hoy hace un año. En las salas de esta Corte hubo genocidio, hubo una sentencia y José Efraín Ríos Montt y sus secuaces son culpables”
Esta Historia Jamás se Olvida
Un año después no llega el olvido y la memoria de quienes han buscado la justicia, y la verdad continúa alzando la voz para denunciar lo que pasó en Guatemala y lo que hoy lamentablemente sigue sucediendo.
No lograron ocultar la verdad, no lograron cortar la primavera. Benjamín Manuel Gerónimo querellante y representante de las victimas en el Juicio por Genocidio, con un clavel rojo en sus manos y con la voz firme comentó:
“Estoy completamente convencido de que esta lucha que nosotros estamos haciendo, está beneficiando a tres generaciones: una de quienes ya murieron y ya no lograron ver la sentencia pero sí ellas y ellos se van sentir tranquilos, alegres porque nosotros seguimos trabajando por lo que ellos sufrieron. La otra generación los sobrevivientes porque ellos tienen esperanza de que sí hay justicia en Guatemala, la otra es para la juventud porque va conocer la historia”
Un año se pasó rápido, pero la búsqueda de justicia y el poder mostrar la verdad de lo sucedido es una lucha que ha llevado muchos años y que en el camino ha tenido que enfrentarse al terror de quienes quieren seguir manteniendo un estado de exclusión y dolor. Sin embargo, a pesar de ello, la memoria renace y florece, porque en ella esta tejida la vida de hombres y mujeres que buscaban la vida y la paz.
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