jueves, 27 de febrero de 2014

“A las víctimas, la condena por genocidio a Ríos Montt ya no se la quita nadie”



Marta Elena Casaús vive amenazada por su participación en el juicio contra el exdictador Efraín Ríos Montt
Reclama una red internacional que proteja a las víctimas y testigos que declararon en el proceso de las “amenazas e intimidaciones” que están sufriendo
“La victoria moral ya está conseguida. Da igual lo que pasé, yo ya gané. Conté mi verdad”, dicen las víctimas
Marta Elena Casaús, investigadora guatemalteca
Marta Elena Casaús, investigadora guatemalteca
“Los soldados me violaron, me quitaron la vergüenza, me dejaron desnuda. Fueron unos veinte. Regresé a mi casa y estaba todo quemado. Quemaron mi casa con mi hijo adentro, murió sin nombre”. El dos de abril de 2013, Máxima -nombre ficticio- se subió al estrado en el juicio contra Efraín Ríos Montt. Fue una más entre el centenar de testigos que narraron las atrocidades que les tocó vivir en los años ochenta durante el conflicto armado guatemalteco, poniendo así fin al silencio que ha enterrado durante tanto tiempo las vergüenzas que sufrieron en sus propias carnes, las vergüenzas que sufrieron sus seres queridos y el dolor de las masacres.
Máxima y centenares de hombres y mujeres como ella, protagonistas de los azotes de una violencia indescriptible- que incluye torturas, violaciones, asesinatos y desapariciones forzadas- vivieron para ver cómo, el 10 de mayo de 2013, Ríos Montt fue declarado culpable de genocidio y crímenes contra la humanidad y condenado a 80 años de prisión. El tribunal lo declaró responsable intelectual de la muerte de al menos 1.771 indígenas ixiles, a manos de miembros del Ejército, que actuó “bajo sus órdenes” y basándose en planes militares diseñados y aprobados por él. Diez días después, el Tribunal Constitucional de Guatemala, anuló la sentencia argumentando un error procesal y ordenó repetir la mayor parte proceso, remontándose a noviembre de 2011, cuando el exdictador gozaba de inmunidad como diputado al Congreso y no había sido imputado por genocidio.
Marta Elena Casaús es guatemalteca, socióloga y catedrática de la Historia de América en la Universidad Autónoma de Madrid. Sus referenciadas investigaciones, sobre la relación entre linaje y racismo, la llevaron a declarar en aquel juicio en calidad experta. Desde que era joven vive y trabaja en Madrid, pero siempre ha seguido atenta las informaciones que llegan de su país. Una de las más recientes y "preocupantes" es que la Corte de Constitucionalidad ha dictaminado que la Fiscal General de Guatemala, Claudia Paz y Paz, una figura indispensable durante el proceso contra Ríos Montt, abandone su cargo en mayo, siete meses antes de lo previsto. "Un obstáculo más" en el maltrecho camino de volver a sentarlo en el baquillo. "Es otra maniobra ilegal", reconoce visiblemente molesta la investigadora. “Es una de las fiscales que más ha contribuido en el tema del narcotráfico y los derechos humanos. Hasta EEUU se ha mostrado en contra”, denuncia.
Casaús está en contacto permanente con muchas de las víctimas. Esta relación, y su posicionamiento con respecto al genocidio, la han convertido en una diana fácil para los sectores más conservadores guatemaltecos que, a través de la campaña “Rostros de la Infamia”, han tratado de desprestigiar a defensores clave de los derechos humanos del país. Desde hace meses vive amenazada. Su imagen aparece junto a otros rostros conocidos como el de Rigoberta Menchú o la magistrada que juzgó a Ríos Montt, Yasmín Barrios, a las que tildan de “traidoras de la paz”. “Estoy corriendo un riesgo, claro que sí, pero más riesgo corren los compañeros amenazados y las compañeras amenazadas que están en Guatemala", asegura. "Hay juicios pendientes en los que tengo que participar, pero ahora no puedo volver a mi país. Lo preocupante es que no sólo nos amenazan a nosotros, también a nuestras familias”. Y añade bromeando, “el mayor honor para mí es aparecer junto a Menchú”.  
Víctimas de la guerra en Guatemala premiadas en la UE piden firmeza ante la impunidad
Víctimas de la guerra en Guatemala premiadas en la UE piden firmeza ante la impunidad
En su intervención en el juicio contra Efraín Ríos Montt habló de racismo. ¿Cómo ha influido y qué consecuencias ha tenido en lo acontecido durante aquellos años en Guatemala?
El racismo ha sido un mecanismo simbólico y justificativo. En los años 80, cuando pasé una encuesta preguntando cuáles eran las soluciones para el problema indígena, un 10% me dijo que la única solución era exterminar al indio o mejorar la raza. Ya vemos ahí cómo había un racismo muy poderoso en la élite del poder -militares y oligarquía- y que ese racismo conllevaba una estigmatización y desvalorización de los pueblos indígenas. Sirvió para moldear un estado racista, excluyente y autoritario que empleó sistemáticamente los aparatos ideológicos y represivos contra la población indígena. Mi conclusión es que la conciliación de racismo y Estado llega su culmen entre el 80 y 85. En ese momento, se convirtió en una ideología de Estado y un mecanismo de acción y maquinaria de exterminio contra el grupo étnico. Todos los indígenas pasaron a ser, no sólo inferiores, malolientes, borrachos, necios, sino que ahora eran enemigo público, subversivos y había que borrarlos o exterminarlos. Lo que planteo, y plantee en el juicio, es cómo el racismo y exterminio son dos caras de la misma moneda, donde el genocidio es la máxima expresión del racismo. Si no hubiese habido una sociedad tan racista como la guatemalteca, probablemente, no hubiese habido genocidio, solo masacres.
Personalmente, ¿cómo vivió el juicio?
Con muchísima tristeza y dolor. Fue emocionante, pero muy doloroso, escuchar los testimonios brutales sobre cómo habían sido maltratadas y deshumanizadas las mujeres mediante la violación sistemática, hasta su agotamiento o muerte; y los testimonios en los que decían que se sentían como "pollitos amontonados". "Hacían lo que querían con nosotros, parecíamos animales, perros, no tenían respeto por nosotros", contaban. Eran testimonios desgarradores. También lo viví con esperanza al ver tanta gente involucrada: abogados, fiscales, una red fortísima de solidaridad, también entre mujeres mayas y no mayas. Fue un sentimiento agridulce.
Según la Comisión para el Esclarecimiento Histórico, durante los 36 años que duró el conflicto armado guatemalteco (1960-1996), hubo más 200.000 desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales. La sentencia contra Ríos Montt parecía ser el principio del fin de la impunidad. ¿Cómo valora la anulación?
En principio, entra un gran desánimo al ver cómo a una sentencia tan firme e impecable, que ha sido alabada por el sistema judicial y por abogados de todo el mundo, pueden cargársela con maniobras de estas características. Después te das cuenta de que en un Estado que no es un Estado de Derecho, donde gobiernan la oligarquía y el Ejército, esto no es más que una maniobra, una manipulación de los propios aparatos del Estado, incluido el sistema judicial de jueces y abogados constitucionalistas, para evitar lo inevitable: que tarde o temprano se va a hacer justicia y se va a ganar la batalla. Viéndolo desde el punto de vista positivo, demasiado lejos se llegó. El hecho de que se haya condenado en un país, por el derecho penal de ese país, a un genocida y se haya emitido una sentencia contra él ya es una victoria. Te das cuenta que es un proceso imparable que tarde o temprano se va a cumplir. Lo único que están haciendo es poner trabas para ganar tiempo, pero somos optimistas.
¿Y las víctimas?
Se están jugando la vida. Imagina cómo se sentirán pensando que van a volver a por ellas por haber alzado la voz. Además, ya han empezado a sufrir amenazas, intimidaciones, accidentes que no son accidentes. Siempre existe el temor a que se desmotiven, a que vuelvan a sentir el miedo, pero están con una moral, sobre todo las mujeres, de seguir hasta el final y por eso han presentado una demanda en la Comisión Interamericana (de Derechos Humanos). Ya que la justicia guatemalteca no se hace cargo, que sea a nivel internacional. Ahora lo más importante, y por eso hago el llamado, es que hagamos un acompañamiento y un cerco de seguridad. Le han dado un ejemplo al mundo, pero ahora están solas, en aldeas absolutamente aisladas, sin internet y en ocasiones sin teléfono. Tenemos que conseguir que haya un cerco de seguridad ágil para que si hay amenaza o asesinato nos pongamos en marcha, es la única manera de protegerlas y animarlas.
Tradicionalmente, la sociedad guatemalteca ha estado muy dividida en torno a este asunto. ¿Ha detectado algún cambio tras el juicio?
Siempre han existido las tesis negacionistas que niegan el genocidio. Dicen que es una farsa o que quienes lo defienden traicionan a la patria. Si bien ese es el discurso de la élite de poder y de la derecha, el discurso de los medios ha sido favorable. En el caso de los columnistas ha habido un cambio de pensamiento. Puede que hubiese debate sobre si se trataba de genocidios o crímenes de guerra, pero nadie puede ya negar que esos testimonios son reales. Nadie. Ni siquiera los abogados y la defensa de Ríos Montt. Eran tan contundentes y aplastantes, tanto los testimonios de las víctimas, como de los testigos, peritos y abogados, que hoy en Guatemala eso es lo que ha cambiado: la percepción. El país fue consciente de que hay un antes y un después de esas declaraciones de la población indígena.
Ríos Montt fue acusado formalmente de genocidio y crímenes contra la humanidad hace ya más de dos años, en enero de 2012. ¿Qué lecciones saca de este proceso que ha vivido su país?
Son muy importantes. Ha habido un fortalecimiento de la justicia. El aparato de justicia -abogados y fiscales- y buena parte de la población indígena se movilizaron para luchar contra la impunidad y hacer triunfar la justicia. Eso no había sucedido nunca. Una acción tan generalizada, fuerte y bien encauzada. Por otra parte, ha sido un momento histórico para la población indígena, para escuchar su voz y que se visibilizara su discurso. Y eso, inevitablemente, ha dado a conocer el genocidio guatemalteco. También ha habido una reestructuración del mapa político. Sectores que antes estaban en contra del genocidio empezaron apoyarlo después de escuchar esos testimonios brutales y, muchos de los que estaban a favor de la izquierda democrática, se fueron de parte de la élite por miedo a perder su trabajo o su puesto en el Estado, también hubo sectores mayas que abandonaron a su gente porque ya estaban situados. Se ha dado una reestructuración que ha permitido también plantear dónde está cada cuál. Y por último, lo más importante, es recuperar una memoria histórica. Ahora hay un elemento que nadie puede negar: que existió un genocidio y hubo masacres. Y una parte de la población que no se habia enterado, por ser un tema silenciado, se ha podido enterar por la prensa nacional y también internacional de las barbaridades que se habían cometido.
Con la vuelta atrás a noviembre 2011 del juicio y teniendo en cuenta que en aquella época Ríos Montt ni siquiera había sido imputado, hay quien piensa que lo que ha conseguido el exdictador es una amnistía de facto. ¿Qué podemos esperar a partir de ahora?
No es momento de rendirse aún. La organización querellante CALDH (Centro de Acción Legal para los Derechos Humanos) ha puesto un recurso. Podemos decir que está en una situación de impás. Ahora, la obligación es seguir apoyando y luchando contra la impunidad y sobre todo seguir apoyando a las víctimas y a los testigos que fueron tan valientes, honestos y brutalmente castigados que se atreven a continuar denunciando. Ellos son los auténticos héroes y heroínas. Tenemos que crear plataformas, crear redes de periodistas internacionales, de intelectuales, de juristas internacionales y de protección y acompañamiento. Lo primero es proteger a las víctimas y una fuerte movilización para seguir acompañando el proceso. La victoria moral ya está conseguida. Las propias víctimas dicen “da igual lo que pasé, yo ya gané, conté mi verdad. Llegamos a los tribunales, contamos nuestra verdad, y se hizo justicia. Si eso no lo reconoce quien está en el poder, nosotros sabemos que tenemos la verdad. A las víctimas, la condena por genocido a Ríos Montt ya no se la quita nadie.
http://www.eldiario.es/desalambre/victimas-Guatemala-juicio-Rios_Montt_0_229927752.html

Roberto Díaz Castillo y su generación.


Carlos Figueroa Ibarra

Carlos Figueroa Ibarra.
El domingo 16 de febrero  de 2014 murió en su casa de La Antigua, el abogado, historiador y estudioso del folklore Roberto Díaz Castillo.  Su muerte enluta al pensamiento crítico en Guatemala pero también a la cultura y en particular a aquellos que siguen luchado por ésta, en un país insensible a ella  como Guatemala. Al saber de su muerte pensé, qué sería lo que definió  su quehacer en la vida.  Y acaso con lo que me quede es el de un luchador que heroicamente, como muchos otros, se batió por la cultura  en la Guatemala de la segunda mitad del siglo XX, gobernada por una  represiva dictadura militar y una clase dominante oscurantista.
Roberto Díaz Castillo (Piky Díaz)
No ignoro los otros aspectos de su vida. Especialmente  los que se derivaron de su compromiso revolucionario nacido en los años de la primavera revolucionaria, continuados en su exilio en Chile y proseguidos a su regreso ya en el contexto de un régimen autoritario y crecientemente terrorista.  Habiendo estudiado derecho  como muchos jóvenes de su generación, Roberto Díaz Castillo alternó  su batalla por la cultura con la defensa de los presos políticos (cuando todavía los había) y en muchas otras actividades de una lucha que necesariamente tenía que hacerse en el marco de  la mayor discreción. Pero fue la preservación y difusión  de la cultura acaso su vocación más cara. En una carta del 5  de febrero de 2013,  Díaz Castillo hizo el recuento de las revistas que fundó: El Derecho (fundada con Antonio Fernández Izaguirre cuando eran unos jóvenes estudiantes de derecho), Cuadernos Universitarios, Arte y Literatura, Lanzas y Letras, Universidad de San Carlos, Alero, Estudios, Tradiciones de Guatemala, y finalmente La Tradición Popular.
Recuerdo  particularmente Lanzas y Letras pues la leí de niño cuando mi padre la llevaba a nuestro hogar. El nombre que siempre me pareció particularmente  hermoso por el espíritu que enarbola, se le ocurrió particularmente a Roberto Díaz Castillo según me ha contado Carlos Navarrete.  Y el nombre acaso sintetice lo que fue el propio Díaz Castillo: un hombre que alternó su compromiso político con su vocación por la cultura. Piky Díaz, como lo llamaron siempre sus amigos, fue parte de una generación  de jóvenes guatemaltecos nacidos  a principios de los años treinta,  que en medio de sus diferencias ideológicas y políticas formaron parte de la resistencia a los regímenes emanados de la contrarrevolución de 1954. He aquí los nombres de aquellos a quienes recuerdo: José Luis Balcárcel,  José Barnoya, Carlos Caal, Mario Vinicio Castañeda,  Mario René Chávez, Antonio Fernández Izaguirre, Jorge Mario García Laguardia, Américo Giracca, Abel Girón, Antonio Móbil, Carlos Navarrete, Roberto Paz y Paz, Jorge Sarmientos, Edelberto Torres Rivas. En ese mundo de hombres,  hubo mujeres que pueden ser incluidas en dicha generación: por ejemplo Alicia Arenales, Carmen Camey, Consuelo Pereira, Rosa Hurtarte.

Esta generación estaba dejando la infancia cuando triunfó la revolución de 1944 y vivieron como jóvenes la década revolucionaria que culminó con el derrocamiento de Arbenz. Siendo ya adultos les tocó enfrentar desde diferentes trincheras al oscurantismo reaccionario que culminaría la dictadura militar y terrorista. Desde la guerrilla y la lucha clandestina,  desde la política socialdemócrata, desde el ámbito de  la política y/o de la cultura, desde la academia y en las calles, la generación de Roberto Díaz Castillo enfrentó con valentía a la dictadura y a menudo pagó un costo altísimo por hacerlo. El mismo Roberto salió al exilio nuevamente en 1980,  después del asesinato de su hijo José León.

Veo a la generación de Roberto Díaz Castillo y advierto heroísmo en ella. En Roberto uno de sus heroísmos fue luchar por la cultura en un país en donde se asesinaba a artistas e intelectuales.

LA FISCAL DE LA HONRA.

Ilka Oliva Corado.


Ahí está usted, mujer
De pie por todas
Discreta silueta
Demandando justica
Sin avaricia, con rectitud

Allá a lo lejos en el arrabal
Donde mueren las penas
Que la violencia condena
Escuché su voz
Un vaivén de memoria
En su sangre la historia
Que apronta en su mirar
Otra vez la impunidad
Exigiendo inmunidad

Sobornada la astucia
Cree que la derrotó
Más no sabe que es todas
Que son tantas miradas
Las que asoman en su voz
Juntas las manos
Los abrazos cobijan
Su sonrisa de niña
Su dignidad de mujer

Está ahí de pie, usted
La Fiscal de la honra
La memoria latente
La honestidad que no miente
El instinto de mujer
La observo desde la otra frontera
Donde miles respiran
En la invisibilidad
Sin documento alguno
Somos clandestinidad
De remesas legales

Desde aquí un poema
Hasta el confín de las luchas
Donde las voces se unen
Sin fronteras distantes
Las ancestras ya idas
La crías cipotas
Las que están por nacer
Todas en su atisbar
Mujeres que cantan
Cuando nos quieren callar
Una canción que es Claudia
Y de armonía Paz y Paz.

Ilka Oliva Corado.
Febrero 26 de 2014.
Estados Unidos.

Nebaj, herido, pero no ha muerto. Se manifestaron familiares de víctimas de la guerra sucia.









Miguel Ángel Albizures

Un 23 de febrero, de hace ya 15 largos años, la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH), hizo entrega al pueblo de Guatemala de su informe, en el cual se recoge la trágica historia de nuestro país, de los pueblos arrasados, de los detenidos desaparecidos, de los torturados, de las violaciones de mujeres y de millares de ejecutados por elementos del Ejército. Es decir, la CEH profundizó en la historia cruenta de Guatemala, con el objetivo de que entendiéramos y lucháramos para que nunca más vuelva a suceder.

Algunos creen que tirando una carpa encima del pasado, se cubre y se olvida todo. Que dejar tranquilos a los victimarios, sin que asuman la responsabilidad de lo que hicieron, es lo mejor que podemos hacer, pues para qué volver los ojos atrás si encontramos osamentas en cuarteles y destacamentos, en montañas y barrancos, en fosas comunes o en terrenos de la Policía, y hasta en escuelas que fueron tomadas por las fuerzas armadas. 

El martes 25, por las calles de Nebaj, se manifestaron familiares de las víctimas de la guerra sucia, portando carteles y mantas con nombres de sus familiares asesinados o detenidos-desaparecidos, y exigiendo respeto a la memoria y dignidad de ellas. Para ellos la “reparación y el perdón son pilares de la paz”, pero entendiendo que la justicia es el centro de la reparación y que sin ella no puede haber reconciliación posible.

“Sí a la democracia, –gritaron– pero no al olvido”, pues jamás se puede construir el futuro, con el silencio cómplice de un pueblo por los crímenes más brutales de su historia. Con justa razón, los nebajenses proclamaron que no querían que la historia se repitiera, pero tampoco que sigan la marginalidad y la pobreza, y su grito fue más fuerte cuando proclamaron: “Queremos que los poderosos quiten sus botas de encima de nosotros, porque Nebaj sigue siendo víctima de la guerra política y económica”.

Una anciana con el rostro lleno de surcos, levanta un cartelón: “Ayúdenme a encontrar a mi hijo” y, así como ella, otras portaban cruces con los nombres y fotos de sus familiares desaparecidos. Las lágrimas siguen rodando. Los días, meses y años trágicos permanecen en la memoria del pueblo Ixil y siguen esperando que se haga justicia, mientras los victimarios piden amnistía en reconocimiento de su responsabilidad de crímenes que no prescriben ni pueden ser amnistiados. Por eso, reafirmaron en uno de sus grandes carteles: “El pueblo de Nebaj está herido por el conflicto armado interno, pero no ha muerto”. Y así es, ellos seguirán luchando como lo hicieron antes para sentar en el banquillo a uno de los que intentaron exterminar a su pueblo.
http://www.elperiodico.com.gt/es/20140227/opinion/243319/



miércoles, 26 de febrero de 2014

DECLARACION PUBLICA DE LAS ORGANIZACTONES DE VICTIMAS DE LA REGION IXIL EN EL ANIVERSARIO DEL DIA NACIONAL DE LA DIGNIDAD DE LA VICTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO INTERNO.



Este 25 de febrero Día Nacional de la Dignidad de las Victimas del Conflicto Armado Interno,, según decreto ley 06-04 y su reforma 48-2008 del Congreso de la república reivindicamos hoy la Memoria de los más de 200 mil muertos, 45 mil desaparecidos, 5 mil niños desaparecidos y separados de sus padres en forma violenta, las 50 mil viudas, los miles de huérfanos, las mas de un millón de desplazados forzados Y, los miles de victimas sobrevivientes que hoy sufren las secuelas de la tortura y la violación que la represión institucional de aquella época enlutaron a nuestro pueblo. Esta es la verdad de Io que pasó y la verdad debe ser conocida por las futuras generaciones.
 
Las consecuencias del Conflicto Armado Interno para Guatemala y para el pueblo Ixil ha sido desastrosa en las perdidas humanas, en las afecciones psicológicas y los daños materiales, sin embargo las víctimas y sobrevivientes hombres y mujeres, niños y ancianos han ofrendado el valor de 1a vida para defender sus derechos sobre el territorio de los ancestros y también para preservar la cultural y el idioma.



Hoy, seguimos considerando que los atropellos que sufrió el pueblo IXIL en esa época todavía no ha sido asumido por la conciencia nacional. Las masacres qué eliminaron comunidades Ixiles enteras pertenecen a la misma realidad que la persecución de líderes políticos, sindicalistas, sacerdotes, catequistas, estudiantiles, cooperativistas y lideres comunitarios quienes fueron segados sus vidas.

¿Por qué en nombre de Dios, se pretendió exterminar de la faz de la tierra los hijos e hijas de los primeros mayas Ixiles? ¿Por qué el Estado afecto a la población civil, en particular al pueblo maya Ixil, cuyas mujeres fueron consideradas como botín de guerra y soportaron la crueldad de la violencia organizada?. ¿Por qué la niñez indefensa sufrió los actos de salvajismo? ¿por qué esos actos no respetaron las reglas más elementales del derecho humanitario, la ética cristiana y los valores de la espiritualidad maya?.
 
Los que planificaron y ejecutaron esos actos de salvajismos están vivos hoy como si nada hubiera pasado. Es por eso que al conmemorar este día DIA NACIONAL DE DIGNIDAD DE LAS VICTIMAS, los presentes hoy en este acto, somos Los testigos vivos de lo que ocurrió y nuestro clamor es por la JUSTICIA AL GENOCIDA "Efraín Ríos Montt, y, por que la justicia es parte de la memoria histórica de este pueblo y que esos delitos degradantes"no queden impunes.

La verdad de lo que ocurrió en nuestro país y particularmente en el AREA IXIL, esta ante los ojos del mundo. Los victimarios y los sectores que defienden al genocidio les pedimos que recuperen su dignidad de la cual ellos mismos se privaron, RIOS MONT no pudo negar ante los tribunales de justicia el 1O de mayo de 2013 todos los actos inmorales y criminales que cometió contra el pueblo Ixil.

No buscamos venganza solo buscamos justicia, por la expropiación de tierras en Cotzal, Chajul y Nebaj, ejemplo de ello las 37 caballerías de Tzalbal y Acul, queremos justicia por nuestros seres inocentes asesinados, torturados, violentados. La tragedia que vivimos por que miles son los muertos. Miles son los deudos. La reconciliación de quienes hoy sobrevivimos, no es posible sin
justicia y sin resarcimiento integral.


Reivindicamos hoy, la memoria de los mártires Ixiles que cayeron a lo largo de los 36 años de Conflicto Armado Interno, cuyo pasado fue degradado y manipulado y, solo serán dignificados con el conocimiento de la verdad, el derecho a la justicia y una reparación digna.

El futuro de nuestro país, depende en gran medida de las respuestas que el Estado y la sociedad sepan dar a las tragedias vividas en carne propia por todas las guatemaltecas y guatemaltecos.

Por estas y por la manipulación que es objeto la historia y la justicia.

DENUNCIAMOS
A 17 años de la firma de los Acuerdos de Paz, los usurpadores y explotadores nacionales y transnacionales amparados por un sistema legal hecho para favorecerlos a ellos y defendidos por altos funcionarios corruptos de alto nivel, continúan promoviendo la explotación de recursos naturales.

A 17 años del cese de la guerra y la firma de los Acuerdos de paz, VIMOS CON ESPERANZAS el inicio de procesos y penales contra los principales responsables del genocidio y los crímenes de lesa humanidad ocurrida en los años 80 en el área Ixil. Hoy vemos con suma preocupación como la manipulación y maniobras montadas por parte de los poderes económicos, militares y políticos en defensa de los genocidas, postergaron la sentencia dictada por la justicia, que colocan la paz en graves riesgos, un retroceso eminente a la justicia y un peligro de volver a ocurrir el pasado reciente.

Como victimas sobrevivientes y familiares, también denunciamos que el Programa Nacional de Resarcimiento a ONCE años de instalado, el 80% de los expedientes recibidos no ha tenido respuestas. A ese ritmo las victimas sobrevivientes no pueden esperar mas por las condiciones de vulnerabilidad, de salud y en las condiciones de extrema pobreza en que se encuentran.
 
Las autoridades centrales del PNR han utilizado los espacios de diálogos como estrategias dilatorias y solamente ha servido para avalar políticas del actual gobierno, en Ante las legitimas demandas de las victimas presentadas, registradas y con procesos de aprobación han sido engavetadas.

A dos años del periodo del presidente Otto Pérez Molina, dicho programa se ve opacada manipulada, debilitada y alejado de su naturaleza como programa dirigido a resarcir, indemnizar, restituir y reparar los daños causadas a víctimas civiles por violaciones a sus derechos humanos ocurridas durante el CAI.

El nuevo Acuerdo Gubernativo No. 539-2013 que reformo el No. 258-2003 independientemente de la ampliación del periodo, modifico la conceptualización del programa, quitando categorías importantes y conceptos que dieron origen al espíritu del programa, tales; el mandato dirigido a resarcir a víctimas civiles; la eliminación del delito de lesa humanidad y las masacres con la clara intención de negar los actos de genocidio.


Durante el 2013 ha sido el peor año de ejecución presupuestaria del PNR. Las 2,100 viviendas presupuestadas a comunidades de victimas no fueron cumplidas. La medida de Dignificación no han querido reconocer y no hicieron nada por acompañar a las víctimas en conmemorar este día 25. El resarcimiento cultural que pretendan construir con fondos de resarcimiento en el lugar del Archivo de la
policía Nacional con el nombre de Centro Cultural de la Diversidad ha sido inconsultas con las organizaciones de victimas y alojado del resarcimiento cultural.
Las actuales autoridades no han movido ni un dedo en tramitar los procesos administrativa de los 28 millones que están bajo la dirección del actual Ministerio de Desarrollo Social a requerimiento de la victimas, compromisos pendientes
desde el 2009. El resarcimiento económico limitado y reducido a unas cuantas victimas, han realizado silenciosamente y sin el reconocimiento público de la responsabilidad del Estado. El debilitamiento de las sedes regionales, sin personal técnicos, coordinadores y sin presupuesto para funcionar, son el claro mensaje de las actuales autoridades del PNR y de este gobierno de hacer fracasar un Programa que ha sido posible con muchos esfuerzos, luchas y sacrificio de las victimas.

POR ESTAS Y OTRAS RAZONES,
DEMANDAMOS

Al presidente de La república General Otto Pérez Molina:
1. Que respete la conceptualización y las categorías que dieron origen al Programa Nacional de Resarcimiento aprobadas en el 2002 e instalada en el 2003.




2. Que incluya en los presupuestos anuales de la nación los 300 millones para el PNR que permita cumplir con los programas de resarcimiento a favor de las victimas como muestra de voluntad política.

3. Que evalué la idoneidad de las actuales autoridades del PNR directores ejecutivos y corrija la direccionalidad del PNR con la finalidad de resarcir a las víctimas civiles de violaciones a derechos humanos.

4. Que garantice el respeto y promueva el conocimiento del pasado, la verdad y la dignificación de Memoria Histórica de la victimas como acto de reconocimiento del Estado por las violaciones cometidas por las fuerzas de seguridad en tiempo de guerra.

5. Señor presidente como victimas y sobrevivientes no permitiremos que se sigua manipulando el verdadero sentido del resarcimiento tampoco permitiremos los intentos de convertirla en un programa de carácter asistencialista economicista y clientelar político.

Al Congreso de la república:
1. Pedimos al honorable Congreso de la republica fiscalizar las acciones limitadas de este programa y evaluar la ejecución transparente de los fondos asignados.

2. Que garanticen la aprobación de los 300 millones de quetzales presupuesto anual del PNR.

A la Corte Suprema de Justicia Pedimos
Darle Agilidad al Sistema de Justicia para que sea retomado el caso de Genocidio en la Región Ixil y advirtiendo del Respeto a la independencia y los Sentencias de los Jueces.

A la Corte de Constitucional Pedimos
Específicamente a los magistrados que hoy ejercen de jueces del máximo tribunal, "Que deje de influir e interferir, dilatando el proceso de justicia anulando las sentencias condenatorias, con claras intenciones de beneficiar a los responsables de actos de genocidio en el Área Ixil"

LLAMAMOS
A Los Organismos Internacionales, a la comunidad internacional, a las instituciones que velan por los derechos humanos en nuestro pals, la observancia plena, sobre el derecho a la VERDAV, LA JUSTICIA Y LA REPARACION INTEGRAL en base a los principios de justicia del derecho humanitario y de dignidad en el marco de los acontecimientos recientes en Guatemala.

Como victimas y sobrevivientes aglutinadas en las Organizaciones de Victimas de la región Ixil, reafirmamos nuestra disposición de contribuir constructivamente en la construcción de la paz y de la democracia siempre que las políticas del Estado y sus Organismos se encaminan en favor de la justicia social, la paz y la concordia nacional.

"Dejen de hacer el mal, aprendan a hacer el bien. Buscan la justicia,
Den sus derechos al oprimido, hagan justicia al huérfano y defiendan la viuda".

NO A LA IMPUNIDAD.     SI A LA JUSTICIA.
NO A LA AMNISTIA.  GENOCIDIO NUNCA MAS.

Comunidad Ixil de Cotzal, Nebaj y Chajul, 25 de febrero de 2,014