martes, 29 de diciembre de 2020

GUATEMALA: VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO Y ORGANIZACIONES SOCIALES CONMEMORARÁN 24 AÑOS DE LA FIRMADELAPAZ Y RECHAZAN LA DECISIÓN DEL GOBIERNO DE CERRAR LAS INSTITUCIONES DE LA PAZ.



El Sindicato de Trabajadores de la Secretaría
de la Paz 


Al grupo de Países Amigos del Proceso de Paz en Guatemala, Cuerpo Diplomático acreditado en el país, organizaciones de derechos humanos y organizaciones de víctimas del conflicto armado, 

Manifiesta 

1. Qué el nombramiento de Hugo Rigoberto Casasola Roldán como director ejecutivo de la Copadeh, es un mensaje negativo a la sociedad guatemalteca, pues constituye un premio a su labor de desmantelamiento y socavamiento de la institucionalidad de la paz, especialmente de la Secretaría de la Paz y sus entidades adscritas, PNR, CNAP y Foro Nacional de la Mujer; además, es un funcionario del gobierno de Jimmy Morales, respaldado por gobierno actual y los sectores militares enemigos de la paz en Guatemala;    

2. Que su accionar por más de cuatro años como Subsecretario y Secretario en funciones de la Secretaria de la Paz, dan cuenta del papel y objetivos ajenos al fortalecimiento de la institucionalidad de la paz y de espaldas al cumplimiento de los Acuerdos de Paz, como lo son:  

a) El bloqueo de actividades de las áreas sustantivas de la Secretaría de la Paz, Foro Nacional de la Mujer, Dirección de Investigación, Monitoreo y Seguimiento de los Acuerdos de Paz, y Dirección de Conciliación; 

b) Entorpecimiento del desarrollo de las actividades propias del Consejo Nacional para el Cumplimiento de los Acuerdos de Paz (CNAP), en donde fue acusado de prepotencia, abuso de autoridad y racismo, en contra de la exdirectora ejecutiva de ese alto Consejo político; 

c) Discursos provocadores anunciando el cierre de la institucionalidad de la paz, como, por ejemplo, “si se cierra la Sepaz, no pasa nada en Guatemala”, soslayando el hecho de que los Acuerdos de Paz pusieron fin a la guerra interna que dejó un saldo lamentable en vidas humanas. 

Por lo anterior solicitamos: 

a. Al Procurador de los Derechos Humanos, y al Cuerpo Diplomático acreditado en nuestro país, a exigir al gobierno de Alejandro Giammattei el cumplimiento de los compromisos de Estado signados en los 

Acuerdos de Paz; 

b. A las organizaciones de la sociedad civil, y organizaciones de víctimas del conflicto armado no permitir la revictimización de las familias sobrevivientes; el cumplimiento de las medidas de resarcimiento y la apertura del Programa Nacional de Resarcimiento sin mancillar su espíritu reparador establecido en los Acuerdos de Paz, y no permitir un manoseo clientelar como lo pretende el gobierno actual; 

c. A la Corte de Constitucionalidad, resolver conforme a derecho, las Acciones de Inconstitucionalidad planteadas por diferentes actores sociales debido a los vicios de inconstitucionalidad en la creación de la Copadeh incurridas por el presidente de la República en Consejo de Ministros. 

Por el derecho humano a la paz 

SITRASEPAZ PRESENTE 


Guatemala, 27 de octubre de 2020


FOTOS COMPARTIDAS, PLAZA CENTRAL 24-12-20

 Fotos en Plaza de la Constitución víctimas del conflicto armado y organizaciones sociales conmemorarán 24 años de la #FirmaDeLaPaz y rechazan  la decisión del @GuatemalaGob de cerrar las instituciones de la paz.





















lunes, 28 de diciembre de 2020

GUATEMALA: LA HISTORIA QUE NO NOS CONTARON

Por: Paulina Santizo

A mí siempre me ha gustado la historia, desde que era pequeña en mis clases de Estudios Sociales disfrutaba aprender sobre los hechos del pasado que de alguna u otra forma servían para explicar el porqué de muchas cosas que hoy vivimos. Sin embargo, me he dado cuenta últimamente que mi conocimiento de historia se ha quedado corto en un período de espacio y tiempo específico. Recuerdo en el colegio que la “historia de Guatemala” abarcaba más o menos desde la época precolombina, pasando por la conquista, la independencia y los gobiernos y regímenes posteriores hasta la Revolución del 44. En la universidad, lo mismo, jamás llegamos más allá de Jorge Ubico y la construcción del Palacio. 

En estas clases de historia no pasamos de la Revolución del 44, ni la contrarrevolución, ni mucho menos el conflicto armado interno. Nos saltamos ese momento de nuestra historia que incomoda a las élites gobernantes y nos trasladamos automáticamente hasta la firma de la “paz,  fingiendo ser una democracia funcional representativa y pacífica. 

Esta laguna histórica que como sociedad tenemos es a lo que probablemente se refería Rebeca Lane cuando dijo en una de sus canciones que somos “un pueblo que toma las calles pero no conoce su historia”. Esta frase específicamente la escuché en uno de los episodios del podcast La Advertencia, el cual narra la historia contemporánea de Guatemala desde el conflicto armado hasta la presidencia de Jimmy Morales. Para mí, este podcast, junto al reciente documental de The Art of Political Murder basado en el libro del mismo nombre de Francisco Goldman; han servido como fuente de conocimiento dentro un período de la historia que desconozco. 

Estos son solo ejemplos de recursos alternativos que sirven para educarse sobre la historia reciente de nuestro país, una historia que nunca me contaron y que me ha tocado conocer por mi parte. Tengo claro además, que estos suelen presentar narrativas sesgadas e “ideologizadas” de acuerdo al contexto que cuentan. Sin embargo, es mucho más de lo que siquiera llegué a conocer en los salones de clase de mi educación formal. Jamás escuché hablar sobre Monseñor Gerardi o el REMHI, mucho menos de las masacres contra la comunidad maya ixil. Nunca conocí sobre el movimiento estudiantil de los 70s, ni supe quién era Oliverio Castañeda sino hasta que por gusto propio leí la biografía que Ricardo Saenz de Tejada escribió sobre él. 

Quisiera decir que mi experiencia es solo un caso atípico, pero sé que mi caso es la regla y no la excepción. Incomoda enseñar y hablar sobre un periodo de nuestra historia tan reciente y doloroso. Sin embargo, la solución no es no enseñar y no hablar. No podemos ignorar nuestro pasado inmediato que explica de una forma inmensa el estado de las instituciones que heredamos hoy en día. No podemos hacernos los locos. Debemos recolectar estos testimonios y estos hechos y armar nuestra memoria histórica colectiva. Debemos alejarnos de ese pueblo que no conoce su historia y decide ignorarla. Un podcast y un documental son poca cosa, pero por algo se debe empezar. 

https://elperiodico.com.gt/opinion/opiniones-de-hoy/2020/12/26/la-historia-que-no-nos-contaron/

GUATEMALA: A 24 AÑOS DE LA FIRMA DE LA PAZ

 
GUATEMALA: A 24 AÑOS DE LA FIRMA DE LA PAZ
  
29 DE DICIEMBRE 1996 - 2020 
24 ANIVERSARIO DE LA FIRMA DE LA PAZ, Consideramos que el Estado no ha mostrado voluntad política ni capacidad para cumplir con los compromisos adquiridos, ni proteger los derechos de las víctimas y los sobrevivientes del conflicto.

miércoles, 23 de diciembre de 2020

GUATEMALA: EXIGIMOS LA RENUNCIA DE LA FISCAL GENERAL CONSUELO PORRAS





 

GERARDI, UN PASADO TAN PRESENTE


 Por Haroldo Sánchez

Por Factor4 Guatemala

A finales de los años 70, en un viaje periodístico por el Triángulo Ixil, Quiché, encontré una iglesia católica quemada; en el fondo del antiguo recinto religioso, en una pared sobresalía una enorme cruz que resplandecía por los rayos del sol que penetraban entre los restos chamuscados de la madera que antes sostenía las láminas. Me acerqué para ver de cerca la cruz y descubrí que estaba formada por pequeños cuadros de colores que contenían los nombres y apellidos de los cientos de vecinos asesinados en las aldeas cercanas. Era un homenaje de los sobrevivientes hacia las víctimas para que nunca se olvidara su presencia.

¿Qué es una ejecución extrajudicial?, preguntó una mujer, que explicó que el ejército la había obligado a meterle la bayoneta al cadáver de su esposo. “Eso es un acto de lesa humanidad”, fue la respuesta que escuchó. El testimonio golpeó duro en la conciencia. Los ojos se llenaron de lágrimas rebeldes, que hicieron borrosa la imagen. Todo lo dicho por Ronalth Ochaeta, en el documental presentado por HBO, “The Art of Political Murder” (El arte del asesinato político), conmociona de nuevo. La adaptación del libro de Francisco Goldman, con George Clooney como uno de sus productores, trata de la muerte violenta de Monseñor Juan José Gerardi Conadera (76 años), que nos retrocedió hacía un pasado, tan presente, que su mensaje sigue vigente a pesar del tiempo.

Gerardi, junto a Monseñor Rodolfo Quezada Toruño, formaron parte de la Comisión Nacional de Reconciliación (1988), desde donde crearon la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHA), que se encargó del proyecto Recuperación de la Memoria Histórica (REMHI), donde a través de testimonios documentaron los crímenes en contra de la población civil, sobre todo, de comunidades indígenas.

El REMHI fue dirigido personalmente por Monseñor Gerardi, y con la participación de varios jóvenes profesionales de las ciencias sociales, quienes trabajaron para recuperar la memoria histórica durante el conflicto armado interno, luego de la firma de los Acuerdos de Paz (1996). El 24 de abril de 1998, dos días antes de ser asesinado Gerardi, se presentaron los cuatro tomos de “Guatemala: nunca más”.

El día que se hizo público este documento, Monseñor Próspero Penados del Barrio, Arzobispo Primado de Guatemala, en sus palabras a la Conferencia Episcopal, con todos los obispos de Guatemala presentes, afirmó: Esta guerra en que se torturó, se asesinó y se hizo desaparecer comunidades enteras que se vieron aterradas e indefensas en ese fuego cruzado, en que se destruyó la naturaleza (que en la cosmovisión de los indígenas es sagrada, la madre tierra), también barrió como un vendaval enloquecido lo más granado de la intelectualidad de Guatemala. El país se fue quedando huérfano de repente de ciudadanos valiosos cuya ausencia se deja sentir hasta nuestros días.

Al final de su presentación, Penados del Barri0, concluyó: Aunque con profunda congoja hemos conocido estos testimonios del hombre sufriente, recuerdo la imagen de Cristo de nuevo crucificado, no podemos menos de esperar que, abjurando de ese oscuro pasado de horror y con la firme determinación de reconstruir nuestro país, renazca de nuevo un clima de esperanza en donde la fraternidad, la solidaridad, la comprensión, el respeto a nuestros semejantes, la convivencia, el compartir los bienes, una conciencia clara y un propósito bien definido de que siendo todos hijos de Dios estamos obligados a construir una sociedad justa y solidaria. Con los pies en la tierra y los ojos en el cielo. Amén.

Durante las dos horas que dura el documental, las fibras más sensibles brotaron de la mayoría de televidentes, principalmente, en quienes han sufrido la dura realidad de Guatemala, con sus miles de asesinados, desaparecidos, mutilados, torturados y exiliados. Tiempos oscuros que, en esa época, permitieron ver la luz en hombres y mujeres que, sin miedo, enfrentaron una máquina perfecta de terror e impunidad, que mató sin piedad a los que les dio la gana, sin ningún tipo de remordimiento, ni justificación.

Oír los testimonios de defensores de los derechos humanos, de Helen Mack, de algunos de los ex miembros de la ODHA, del escritor guatemalteco-estadounidense Francisco Godman, de la periodista Claudia Méndez, del Fiscal Especial Leopoldo Zeissig (salió al exilio luego del juicio), y de ver la actitud asumida en ese momento por la jueza Jassmín Barrios, alienta a seguir adelante porque Guatemala sea el país donde se respete la vida y no sea más la selva donde a través de la violencia política, se trató de imponer que más valía callar y aceptar la represión como algo “normal”. Se promovió el temor para no protestar, y quien se atrevía podía terminar en un cementerio clandestino como XX. Una época sangrienta donde no había presos políticos, porque fue más fácil para el sistema eliminarlos y que no “contaminaran” a los presos comunes con sus ideas “exóticas”.

La forma tan cruel en que fue asesinado Monseñor Gerardi, a quien los militares consideraban “el cura de los guerrilleros”, fue la muestra de un salvajismo que encontró vía libre para bañar de sangre caminos, aldeas y ciudades. Con el pretexto de la política de la seguridad nacional, implementada en toda América Latina, se mató a “justos y pecadores”, sin ninguna distinción. No hay que olvidar que, en Guatemala, se empleó la violencia selectiva y luego la violencia indiscriminada, como política de Estado.

La primera forma de violencia, dirigida específicamente a quienes se consideraban “enemigos” del sistema, entre ellos a los involucrados en la defensa de los derechos humanos, al sindicalismo, la dirigencia magisterial y estudiantil. Obreros, profesionales, artistas, indígenas, catedráticos universitarios, campesinos, periodistas, monjas, sacerdotes católicos comprometidos con las comunidades, pagaron con su vida al no pensar como quería el sistema político imperante. La segunda, la violencia indiscriminada fue aún peor que la primera: se buscaba a familiares, amigos, conocidos, vecinos de quienes se consideraban “comunistas” y “simpatizantes de la subversión”, que pagaron con su vida ese supuesto acercamiento, y que buscaba generar temor para que nadie alzará su voz ante lo que ocurría y menos, que formara parte de los grupos alzados en armas.

Esas dos formas de violencia, la selectiva y la indiscriminada, llenaron de luto a miles de hogares, en las ciudades y el campo. Masacraron aldeas completas, en lo que se conoció como “tierra arrasada”. Sin distinción de edad, raza o sexo. Los testimonios crudos recogidos en los cuatro tomos del informe “Guatemala, nunca más”, señalan en sus páginas a elementos del ejército, algo que debió de llenar de vergüenza a los autores materiales, pero aún más, a los intelectuales. Lo que dice la historia es que en lugar de esa vergüenza, les produjo indignación al ser señalados de manera directa. Quienes dieron las ordenes y los que las ejecutaron, son los verdaderos responsables de las masacres y el genocidio en el país. algo que no se puede negar, porque está escrito en las páginas más terribles de la historia nacional.

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Imagen: Página, Movimiento Monseñor Gerardi

En pleno siglo XXI, con gobiernos electos “democráticamente”, con el fantasma de la guerra fría en el baúl de los recuerdos más tenebrosos, la pregunta es: ¿Qué cambió en Guatemala, luego del asesinato de Gerardi? La respuesta es: casi nada. Terminó la guerra armada interna, pero las razones que provocaron ese enfrentamiento, siguen presentes. La pobreza, la exclusión, la explotación, el desempleo, la falta de oportunidades laborales, los derechos a educación, salud pública, alimentación, vivienda, seguridad y respeto por la vida, son aún inalcanzables para una gran mayoría.   

Al día de hoy, como en la época del conflicto armado, es fácil desacreditar a una parte de los defensores de los derechos humanos, del medio ambiente, de líderes indígenas, dirigentes de la sociedad civil, y de periodistas independientes, acusándolos de izquierdistas y de comunistas. Sigue la muerte de activistas sociales, de líderes campesinos y de periodistas. Esa parte continúa siendo una práctica terrible, a lo que se añade el despojo de territorios ocupados por comunidades indígenas y campesinas.

Guatemala tiene en la actualidad a otros actores:políticos corruptos, mafias incrustadas en el Estado, y el narcotráfico metido en todas las esferas de la sociedad. Hace pocos días, el diario español El País, en una amplia investigación periodística sobre el tráfico de cocaína, afirmaba que el narcotráfico es una industria mundial que tiene muy clara la forma de invadir a las naciones del mundo: primero, logra alianzas con la policía, luego con el ejercito y finalmente, con los políticos. Esto lo denuncia uno de los medios más prestigiosos del mundo y se puede comprobar también en Guatemala.   

El documental de Gerardi, obliga a tener esta reflexión en torno al país. Esa lucha, esa entrega del arzobispo, en la defensa de los más pobres y desposeídos, en la búsqueda de la verdad y su vocación por los habitantes de las comunidades y pueblos indígenas, le llevó a ser considerado un cura comunista, como siguen proclamando los enemigos de la democracia y del combate a la corrupción y la impunidad.

Gerardi sigue presente en la lucha del pueblo y en el espíritu de todos los que buscan el camino de la libertad, la justicia social y la verdad. En eso reside la fuerza de este trabajo presentado por HBO, que debe ser visto por quienes vivieron esa época, pero, sobre todo, las nuevas generaciones; que como bien dijo en un twitter Sergio Morataya, estudiante de Ciencias Políticas en la Universidad de San Carlos, luego de ver “El arte del asesinato político”: Aprendí más en un documental, que en el curso de Historia de Guatemala en la universidad.

Imagen: Página, Movimiento Monseñor Gerardi

https://f4gt.com/2020/12/22/gerardi-un-pasado-tan-presente/?fbclid=IwAR0aC9B9BvLeh-dBuE1PwESI37w5CJTEbJsKowKH7Nya_uSYd8xOYzVvyRY


sábado, 19 de diciembre de 2020

ESPECIAL DE HOY EN HONOR A LA GRAN POETA ALAIDE FOPA

Del Muro de Lesbos (facebook)
Somos un grupo de mujeres amantes de la literatura y la poesía, nos dedicamos a escribir para que todo lo bello que significa ser mujer salga a la luz.

Alaíde Foppa nació el 3 de diciembre de 1914 en Barcelona, con un destino tan brillante como trágico. Vivió unos años en Argentina, y pasó su adolescencia en Italia, país de origen de su padre. También estuvo un tiempo en Guatemala, donde obtuvo la ciudadanía a través de su marido. Por cuestiones políticas, debió exiliarse a México por un tiempo. Allí trabajó como profesora en la Facultad de Filosofía y Letras, a cargo de la cátedra de Literatura Italiana. Apoyó fervientemente los movimientos feministas; fundó la revista FEM y colaboró por distintos medios contra la represión de la mujer. En la década del 70, reflejó la profunda tristeza por la muerte de sus hijos y su marido en una serie de poemas muy conmovedores. Al regresar de su exilio, en 1980, fue secuestrada y nunca volvieron a verla.
Su labor como poetisa lo comenzó quizás en Italia, donde también realizó sus estudios universitarios. Entre sus poemarios más destacados se encuentran "La sin Ventura", "Aunque es de noche" y "Elogio de mi cuerpo". De este último podemos apreciar "El corazón" y "Las manos". También incursionó en la crítica de arte, promoviendo el trabajo de jóvenes artistas, y en la traducción de poesía francesa e italiana.


 

POEMA LOS PIES - Alaíde Foppa

Ya que no tengo alas,

me bastan

mis pies que danzan

y que no acaban

de recorrer el mundo.

Por praderas en flor

corrió mi pie ligero,

dejó su huella

en la húmeda arena,

buscó perdidos senderos,

holló las duras aceras

de las ciudades

y sube por escaleras

que no sabe a donde llegan.

A Foppa


¿Quién eres tú?

¿Quién eres tú, hijo tardío?

De los otros me parece

que algo sabía

desde el primer día

de duda y esperanza.

Pero tú, inesperado,

¿Quién eres?

en ti nunca había pensado.

¿Cómo vas a llegar

a este mundo enemigo

si ni siquiera yo te conozco?

Perdóname, hijo:

hasta me ha aprecido

que no había lugar para ti.

Mi corazón, ya lo verás,

es una sangrienta granada abierta.

Y yo estoy cansada.

Además,

tú me vas a quitar

ese retazo de mi vida

que me han dejado los otros:

casi nada,

pero me duele desprenderme

de lo último que me queda.

Tendrás que ayudarme a conocerte.

Y ha de ser tu vida,

tan vigorosa y fuerte,

que devore la mía, alegremente,

y yo lejana de mí misma

y distraída,

apenas lo lamente.


POEMA EL CORAZON - Alaíde Foppa

Dicen que es del tamaño

de mi puño cerrado.

Pequeño, entonces,

pero basta

para poner en marcha

todo ésto.

Es un obrero

que trabaja bien

aunque anhele el descanso,

y es un prisionero

que espera vagamente

escaparse.

A Foppa

POEMA ORACION - Alaíde Foppa

Dame, señor

un silencio profundo

y un denso velo

sobre la mirada.

Así seré un mundo

cerrado:

una isla oscura;

cavaré en mí misma dolorosamente

como en tierra dura

Y cuando me haya desangrado

ágil y clara será mi vida

Entonces, como río sonoro y transparente,

fluirá libremente

el canto encarcelado


POEMA ADIOS - Alaíde Foppa

Con los ojos de la despedida

os vi aquel día,

cosas de nuestra vida.

Con los ojos de la despedida,

la vida parecía

una cosa perdida.

La casa estaba vacía

en la hora de la despedida,

y sin embargo quedaban

las cosas de nuestra vida.


POEMA ELLA SE SIENTE... - Alaíde Foppa

Ella se siente a veces

como cosa olvidada

en el rincón oscuro de la casa

como fruto devorado adentro

por pájaros rapaces,

como sombra sin rostro y sin peso.

Su presencia es apenas

vibración leve

en el aire inmóvil.

Siente que la traspasan las miradas

y que se vuelve niebla

entre los torpes brazos

que intentan circundarla.

Quisiera ser siquiera

una naranja jugosa

en la mano de un niño

-no corteza vacía-

una imagen que brilla en el espejo

-no sombra que se esfuma-

y una voz clara

-no pesado silencio-

alguna vez escuchada

LAS ORGANIZACIONES QUE CONFORMAN LA PLATAFORMA POR LA DEFENSA DE LA TIERRA Y EL TERRITORIO DENUNCIAMOS LA VIOLACIÓN A LOS DERECHOS HUMANOS, DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS Y CAMPESINOS POR PARTE DEL ESTADO DE GUATEMALA


 LAS ORGANIZACIONES QUE CONFORMAN LA PLATAFORMA POR LA DEFENSA DE LA TIERRA Y EL TERRITORIO DENUNCIAMOS LA VIOLACIÓN A LOS DERECHOS HUMANOS, DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS Y CAMPESINOS POR PARTE DEL ESTADO DE GUATEMALA

Como organizaciones sociales, indígenas y campesinas defensoras de los Derechos Humanos vemos con profunda indignación el progresivo desmantelamiento de la institucionalidad agraria y el alarmante deterioro de los servicios públicos de salud, educación y justicia, entre otros.

El abandono de la población guatemalteca por parte del Estado, durante un año marcado por la crisis sanitaria del Covid-19, los efectos del cambio climático y la reiterada violación de los Derechos Humanos más básicos han aumentado la desigualdad en todo el país, pero particularmente para las mujeres rurales, las comunidades campesinas y los pueblos indígenas.

En su primer año de gobierno, el presidente Alejandro Giammattei ha demostrado una administración nefasta de las arcas públicas, un nulo interés en la inversión social y la preferencia por un modelo de desarrollo extractivista que prioriza el enriquecimiento del empresariado nacional y extranjero, en detrimento del bienestar integral de las y los guatemaltecos. 

La obstaculización a la elección de magistrados a la CSJ, la cooptación del Congreso de la República y el MP es un intento por perpetuar la corrupción y la impunidad por parte del pacto de corruptos. Ante esta situación, las comunidades y organizaciones sociales en los distintos territorios han salido a las calles para manifestar su repudio a la corrupción, al modelo de desarrollo, al sistema imperante, además de exigir al Presidente de la República su renuncia y la depuración del Congreso.

Cada vez más la población discute la necesidad de una nueva Constitución y de un Estado Plurinacional.

Como plataforma de organizaciones campesinas e indígenas, denunciamos la violación por parte el Estado de Guatemala del derecho a la alimentación; al uso de semillas propias y el derecho a la tierra; violación del desarrollo desde la perspectiva de los pueblos, el acceso a la salud, la justicia y a la educación; el derecho a no ser discriminado y el derecho colectivo a vivir en libertad, paz y seguridad en los territorios.

Ante la negativa del gobierno de escuchar las necesidades más profundas de la población: 

RECLAMAMOS la renuncia de Alejandro Giammattei a la Presidencia de la República, así como de sus aliados en el Congreso. Cárcel para los corruptos y promotores de la impunidad.

EXIGIMOS el cese a la represión hacia las personas en libre ejercicio del derecho a la manifestación y un alto a la criminalización de las comunidades en legítima defensa del derecho a la tierra, el agua, el bosque y demás bienes naturales como en los recientes sucesos ocurridos en la finca El Zapotal, Sayaxché, Petén y en la comunidad Pamorrosal en la Zona Reina, Uspantán, Quiché.

La inmediata liberación de las y los presos políticos, la pronta investigación del paradero de líder comunitario Carlos Enrique Coy, desaparecido el pasado 3 de agosto, y justicia para los 15 defensores de Derechos Humanos asesinados solo este año, el caso más reciente es el de Abelardo Quej Ixim acalde auxiliar del caserío Nueva Gloria, Purulhá asesinado el 6 de diciembre.

EXORTAMOS a la población guatemalteca a sumarse a las diferentes movilizaciones ciudadanas en todos los municipios, a expresar sin temor sus demandas y a rechazar con contundencia la continuidad del pacto de corruptos en el poder. A organizarse y a conocer las propuestas de desarrollo de los pueblos indígenas y campesinos, y las rutas para la fundación de un Estado Plurinacional.

SOLICITAMOS a la comunidad internacional de países solidarios a DEMANDAR al Estado de Guatemala, el respeto a los Derechos Humanos, el cumplimiento del Convenio 169 de la OIT y otros convenios internacionales en materia del derecho de las poblaciones campesinas e indígenas a una vida digna. A pedir un verdadero esfuerzo en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y de los compromisos adoptados en el marco del Decenio de la Agricultura Familiar declarado por Naciones Unidas.

Las organizaciones firmantes:

Comité Campesino del Altiplano – CCDA            

Organización de Mujeres Guatemaltecas Mamá Maquín

Coordinadora Central Campesina Ch'orti' Nuevo Día           

Coordinación de ONG y Cooperativas – CONGCOOP

Unión Verapacense de Organizaciones Campesinas – UVOC            

Comité de Desarrollo Campesino – CODECA 

Guatemala, 18 de diciembre del 2020

martes, 15 de diciembre de 2020

COMUNICARTE, HOY HACE 21 AÑOS, EN EL 21 FESTIVAL INTERNACIONAL DEL NUEVO CINE LATINOAMERICANO, EN LA HABANA, CUBA

Arturo Albizures y Boris Hernandez acreedores a dos premios en el Tercer Festival Icaro: Al Mejor Documental y el Premio Especial del Jurado.


Hoy hace 21 años, en el 21 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, en la Habana, Cuba ganábamos uno de los premios más importantes que, como Comunicarte ganamos alguna vez. Nuestro documental “Morir para Ganar la Vida: La Masacre de Panzós‟ se hacía acreedor al Premio Saúl Yelin. Todo esto se dio en en el marco de las manifestaciones masivas en el Malecón de la Habana por el caso del Niño Elián, para que fuera devuelto de Miami a Cuba.  Era el año 1,999 y, con apenas 9 años de estar documentando la Memoria Histórica de nuestro país, ya contábamos con más de 30 documentales producidos. 

Ese mismo año también nos hicimos acreedores a dos premios en el Tercer Festival Icaro: Al Mejor Documental y el Premio Especial del Jurado. Aunque nuestra  intención nunca fue la de, hacer documentales para ganar premios, no cabe duda que, esto les dio más trascendencia y hubo más interés por ellos tanto a nivel nacional como también a nivel internacional.

Nos sentimos satisfechos por lo realizado hasta el momento y, por dar a conocer la realidad que nuestro país sufrió debido a las políticas contra insurgentes  implementadas desde el Estado guatemalteco. LA MEMORIA HISTORICA NO MIENTE.

La apertura de la 21° edición del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, celebrada en el teatro Karl Marx, inicio con el concierto ofrecido por Caetano Veloso y la proyección de la película brasileña Orfeo.



El actor Danny Glover, estuvo presente en el 21 FESTIVAL INTERNACIONAL DEL NUEVO CINE LATINOAMERICANO.


jueves, 10 de diciembre de 2020

GUATEMALA: DEFENSORES DE DERECHOS, BAJO ACOSO


Por: Miguel Ángel Albizures

 


De seguir este camino, el retroceso a los años ochenta se acelera y con él, el serio peligro para la integridad física y la vida de los y las defensoras de derechos humanos.

Como ahora para todo hay un día especial, aunque en la práctica no se respete nada, ayer fue el Día Internacional de las Personas Defensoras de Derechos Humanos y no hay nada que celebrar pero sí mucho que denunciar, pues según la unidad de defensores, solo entre los meses de enero y septiembre de este año se cometieron ochocientas cuarenta y cuatro agresiones, catorce personas fueron asesinadas y se produjeron veintidós intentos de asesinato. Todo ello sin tomar en cuenta lo sucedido en el curso del mes de octubre, noviembre y en estos pocos días de diciembre cuando el acoso se ha centrado contra periodistas y comunicadores sociales.

Cuando hablamos de defensores y defensoras nos referimos a hombres y mujeres que son líderes comunitarios, periodistas, comunicadores sociales, sindicalistas o defensores del medio ambiente que se juegan la vida por la defensa de los derechos del pueblo. Hoy en día existe una campaña permanente de acoso, intimidación, amenazas de muerte, deslegitimación y desprestigio bien orquestado desde arriba, intentando paralizar las investigaciones y silenciar las voces de todos los que denuncian la corrupción galopante que carcome los recursos del Estado. Ya no se trata solo de los mensajes por redes sociales, sino de amenazas como la que dejaron en la casa de Marvin del Cid con una nota que dice: “Marvin y Sonny dejen de investigar y publicar mierdas o ya verán”. Pero así como a ellos, muchos otros periodistas y líderes comunitarios sufren el acoso y la amenaza que tiende a generalizarse sin que exista una declaración clara y contundente del gobierno desligándose de los hechos o implementando programas de protección, lo cual deja entrever que todo viene de arriba y que, como en cualquier dictadura, no son capaces de aguantar la menor crítica a funcionarios públicos. De seguir este camino, el retroceso a los años ochenta se acelera y con él, el serio peligro para la integridad física y la vida de los y las defensoras de derechos humanos. Es así como también arribamos el día de hoy diez de diciembre al Día de los Derechos Humanos en un país en donde se pasa del acoso, al control, al seguimiento, a la penalización de sus defensores.

Todo ello nos llama a la unidad, a la acción conjunta de los defensores y de los periodistas en particular a la defensa del derecho a defender derechos inalienables que estamos en peligro de perder. Ellos, los de arriba, han sido capaces de superar, aunque sea públicamente, divisiones y contradicciones para seguir adelante con sus planes de enriquecimiento ilícito, de control poblacional y de silenciar las voces de protesta. Los defensores y defensoras tenemos que ser capaces de continuar la lucha por la democracia y la defensa de los derechos del pueblo.

https://elperiodico.com.gt/opinion/opiniones-de-hoy/2020/12/10/defensores-de-derechos-bajo-acoso/

viernes, 4 de diciembre de 2020

CESAR MONTES: UNA LUCHA POR LA LIBERTAD



Por: Helmer Velásquez

Encadenado por sus ideas.

Con respecto al despojo agrario y la lucha campesina, he discrepado en forma y fondo, con el histórico personaje de la antañona guerrilla, no he compartido su visión cuando ha señalado negativamente a fuerzas organizadas del campesinado y a su dirigencia. Nunca me ha parecido correcto, voltear nuestra mirada y ofensiva pública, en contra de personas con las cuales no compartimos puntos de vista, énfasis o métodos, pero que, en todo caso, son parte de las propuestas de cambio democrático y trabajan por la justicia agraria, aun con la guadaña rozándoles el cuello. Todo este prolegómeno, es para afirmar que no me alegra, en absoluto, la prisión urdida desde Gerona, Callejón Manchén y La Cañada en contra de César Montes. La pretensión es obvia aherrojar ideario, ejecutoria y de paso cobrar venganza, por la herida mortal que no pudieron infligirle en los frentes de combate revolucionario.

Es indudable que César Montes encuadra en la categoría de preso político, de eso no hay duda alguna, está preso por razones de conciencia, de postura, es un asunto de ideología, en este país la oligarquía terrateniente, siempre le ha temido a los presos políticos, es por eso que hasta hace unos años, la estrategia era desaparecer a vivos y muertos. Nunca han tenido razones históricas, ni argumentos para encausar a nadie por sus ideas, por su capacidad de interpretar las voces del pueblo. Los oligarcas siempre han sido privados, sí privados de facultades e ideas. Nunca se han atrevido a mirar a la cara a quien encausan, es por eso que, por décadas, financiaron gatilleros. Ahora, agazapados entre leguleyos a sueldo y de servicio rápido, acuden al ardid traicionero, fabrican un caso de orden común. No es casualidad que uno de los delitos que se endilgan a Montes, sea Usurpación agravada, aquel delito que perfeccionó la “aplanadora amarilla” en el Congreso, arreada por Irigoyen; previo a la firma de la paz, buscaba apaciguar a enardecidos terratenientes, que cuando se hablaba de paz, tenían pesadilla, y consecuente mal de camioneta, imaginaban a los campesinos bajando de la montaña, derechito a desalambrar. Ahora sirve para encarcelar a dirigentes campesinos, comunitarios y luchadores por la causa campesina. No es casual que César Montes, esté acusado por ello.

La prisión de César debe despertar solidaridad y acciones por la libertad de los presos de conciencia en este país, en donde la justicia encadenada, se activa al llamado del sátrapa. Libertad a César Montes, Bernardo Caal Xol y presos políticos de este país.

https://elperiodico.com.gt/opinion/opiniones-de-hoy/2020/12/04/cesar-montes-una-lucha-por-la-libertad/

jueves, 3 de diciembre de 2020

GUATEMALA: ORGANIZACIÓN Y LUCHA

Por: Miguel Ángel Albizures

Insistimos en la unidad, pero también en la organización y en la lucha para transformar profundamente la situación que vive Guatemala.

Las recientes protestas organizadas en diversos puntos de Sololá, así como otras promovidas por autoridades indígenas, demuestran la capacidad de organización que tienen, así como la posibilidad de realizar protestas sin violencia. Las autoridades indígenas prohibieron la portación de armas y el consumo de bebidas alcohólicas, y revisaron que la gente no las llevara.

Vale la pena reflexionar en las realizadas en la Plaza de la Constitución, donde se ha consumido alcohol libremente y no se ha tenido capacidad de realizar ningún control para evitar a los provocadores que, el 21 de noviembre incendiaron el Congreso, y el 28 lo hicieron con un bus y se enfrentaron a los policías que resguardaban el Palacio. La gente que manifestaba pacíficamente, solo miraba y algunos hasta respaldaron la acción destructora.


Cuando se dieron los hechos del Congreso, condenamos el silencio cómplice de las fuerzas de seguridad en el incendio del edificio; también condenamos que se atacara la concentración pacífica en la Plaza Central. Ahora también tenemos que condenar la aparente indiferencia con que las autoridades vieron la llegada y quema del bus. A todas luces, esa actitud demuestra que había colusión de hechos que habían sido preparados con la finalidad de provocar la represión a la manifestación pacífica, así como desacreditar las legítimas demandas de los manifestantes.

Pero hay que dejar claro que la violencia no la provocamos nosotros, sino la ejerció el Estado en contra de la población. Que los grupos de choque que destruyeron el monumento a las niñas quemadas en el Hogar Virgen de la Asunción, que quemaron el Congreso y el autobús, fueron grupos dirigidos por quienes están en el poder y quieren desacreditar las legítimas movilizaciones del pueblo.

Hay que reconocer, indudablemente, la amplia participación de jóvenes de ambos sexos con iniciativas propias, creativas, pacíficas, que reflejan las justas peticiones del pueblo; que han tomado conciencia de la situación y quieren, con su presencia y reivindicaciones, contribuir a la expulsión del poder de las mafias que se han adueñado de él y a la transformación del país que, después de los efectos de la pandemia y de las dos tormentas, se encuentra en una situación desastrosa, mientras el Gobierno sigue sin atender las aldeas inundadas, que perdieron las cosechas, ni a aquellos hogares a los que no llega el sustento diario.

Organizarse y luchar es el reto que tenemos por delante, pero hace falta dirección política para que no nos quedemos en un simple cambio de autoridades o del Congreso, como finalmente sucedió en 2015. Esa dirección política no debe surgir de los partidos, sino del movimiento social, de las universidades, de la academia, del pueblo.

Insistimos en la unidad, pero también en la organización y en la lucha para transformar profundamente la situación que vive Guatemala. Tenemos que buscar mecanismos para “meter en cintura” a los provocadores, que no solo ponen en riesgo a quienes manifiestan pacíficamente, sino para evitar lamentar heridos o muertos.

https://elperiodico.com.gt/opinion/opiniones-de-hoy/2020/12/03/organizacion-y-lucha/