jueves, 26 de septiembre de 2024

GUATEMALA: DESAPARICIÓN FORZADA DE MIEMBROS DEL COMITÉ CENTRAL DEL PGT


El 26 de septiembre de 1972, durante el gobierno del general Carlos Arana (El Chacal de Oriente), miembros de la Policía Judicial capturaron a las 9 de la mañana, en una casa ubicada en la zona siete capitalina a Bernardo Alvarado Monzón, Mario Silva Jonama, Hugo Barrios Klée, Carlos René Valle y Valle, Carlos Alvarado Jerez y Miguel Hernández y Hernández, integrantes todos de la Comisión Política del Comité Central del Partido Guatemalteco del Trabajo, En esa casa también se encontraban Fantina Rodríguez y Rodríguez, cuadro del PGT y una empleada de nombre Natividad Franco. “A partir del momento de su captura lo que se sabe es que los mantuvieron por varios días en las ergástulas de la Policía Judicial y que de allí fueron sacados por miembros del Ejército. Después ya nada se supo de ellos” (Ricardo Rosales R.)

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GUATEMALA: IRMA CHAVEZ Y BERNARDO ALVARADO MONZÓN


Bernardo Alvarado Monzón dirigente comunista capturado desaparecido el 26 de septiembre de 1972 por fuerzas de seguridad del Estado. En la fotografía junto a su esposa, la dirigente comunista Irma Chávez "Chicoca" una de las fundadoras de la Alianza Femenina de Guatemala, fallecida en 1997. "Bernardo Alvarado Monzón fue el Secretario General de Partido Guatemalteco del Trabajo durante 18 años. Asumió el cargo en 1954 a la renuncia de dicho puesto por parte de José Manuel Fortuny. Al lado de su esposa, Irma Chávez de Alvarado “Chicoca”, mantuvo una indoblegable lucha contra la dictadura militar y el orden reaccionario impuesto con el derrocamiento de Arbenz" (Figueroa Ibarra). Foto de archivo familiar publicada en La Cuerda No 140 diciembre 2010.

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martes, 24 de septiembre de 2024

GUATEMALA: LA COLUMNA DE CÉSAR MONTES / NUEVAMENTE LOS MARINOS DE EL ESTOR


Por César Montes / Desde la cárcel en Guatemala

El 12 de octubre de 2021 fue detenido ilegalmente en México y trasladado bajo secuestro a Guatemala. Injustamente preso y condenado a 175 años de cárcel, César Montes es el último guerrillero revolucionario del siglo veinte. Desde distintos países del mundo llegan firmas para que la justicia guatemalteca revea su situación y lo libere. Mientras tanto escribe desde su encierro y PREGUNTAS publica sus recuerdos y reflexiones que interpelan críticamente a una sociedad que no atina a reaccionar frente a la embestida de la derecha. Aquí su trigésima entrega cuando lleva casi cuatro años preso en cárcel común a sus 83 años. (Nota del Editor)

Aparentemente los marinos del apostadero de El Estor los han entrenado para combatir al pueblo Quekchí.

El jueves 5 una lancha patrullera embistió a tres de los pescadores de la aldea del sur del lago de Izabal llamada Chapín Abajo. Por lo menos dos de ellos sufrieron heridas de cierta gravedad por lo que los marinos decidieron llevarlos para que recibieran atención médica en la población de El Estor.

El resto de la población de aquella aldea tomó la decisión de ir a exigir al apostadero que enjuiciaran y castigaran al autor del atropello de los pescadores que se dedicaban pacíficamente a labores con las que obtienen ganancias para el sustente de sus hijos.

Al llegar a las instalaciones militares fueron recibidos a balazos por los efectivos de la marina de guerra del ejército guatemalteco.Parece que el ejército no ha cambiado ni con el nuevo gobierno de Bernardo Arévalo su actitud ante los campesinos de las poblaciones originarias quekchís del departamento de Izabal.

Parecen entrenados y amaestrados como perros de pelea que no razonan. Así no cambiarán nunca. Cambia el gobierno, pero el ejército es el mismo que no tiene una nueva doctrina de respeto a los derechos humanos de la población civil a la que trata como enemigos: no está para defenderlos, sino atacarlos por una u otra razón.

No pueden argumentar que recibieron órdenes, porque si les ordenaron disparar contra civiles desarmados que solo exigían justicia, debían y podían oponerse a cumplir una orden que va en contra de los derechos humanos de sus compatriotas desarmados. Esa práctica se ha demostrado su vigencia por lo que se llama Desobediencia ante órdenes ilegales.

Esa zona ha sido y sigue siendo de intensa actividad de los narcotraficantes. Sin embargo, nunca se ha sabido de enfrentamientos entre marinos y narcos que fuertemente armados se mueven por la zona de El Estor y el lago mismo. En cambio, ya son varias ocasiones en las que los marinos se ven envueltos en enfrentamientos contra campesinos Quekchíes desarmados o pobremente armados con escopetas y rifles calibre 22.Así fue en el caso de Chajmaik, llamado Semuy 2 por los ladinos, cuando murieron 3 marinos, quedaron heridos otros 3 y huyeron 3 más en 2019, al ser atacados por una patrulla de 9 marinos en su aldea hiriendo a una mujer de la tercera edad, por lo que los Quekchíes en legítima defensa en un lamentable incidente respondieron al ataque con el resultado ya apuntado. Por ese caso fui acusado por el gobierno de Jimmy Morales, un ex comediante, borracho, corrupto, financiado en su campaña por capos del narcotráfico y marioneta de empresarios y militares.

Deduzco que era muy humillante reconocer que campesinos monolingües, indígenas, armados con un rifle 22 y dos escopetas derrotaron e hicieron huir despavoridos a los únicos 3 efectivos de tropas especiales que se salvaron de la respuesta de los aldeanos al ataque que provocó ese lamentable incidente. Decidieron acusarme de haber dirigido el ataque. Eso en parte les salvaría del humillante fracaso. 

Por ese enfrentamiento, que terminó en derrota para lo que consideraban lo mejor de las tropas de marina, tuve que burlar toda la persecución y retenes de carretera del ejército y la PNC y pedir asilo en México, país donde nació mi padre y han nacido dos hijos varones y una hija en donde estaba tramitando asilo y mi naturalización, cuando fui secuestrado y traído clandestinamente a espaldas de las autoridades del gobierno de la Cuarta Transformación de AMLO, sin que mediara ningún trámite solicitando mi extradición. Los tentáculos de las nuevas autoridades corruptas de Giammattei llegaron hasta Acapulco Guerrero, sitio donde me encontraba al momento de ser victima del mencionado secuestro.Cuando llegué secuestrado y expulsado de México en la frontera de Guatemala con México el hecho fue festejado por el entonces presidente guatemalteco Alejandro Giammattei como un éxito de su gobierno, haciendo saber su alegría por escrito el 12 de octubre de 2020, hace ya cuatro años.

A partir de mi detención, todo suceso de conflicto en la zona del lago de Izabal era atribuido a mi persona a pesar de encontrar privado de libertad, al colmo que en algún noticiero y repetido por la prensa servil al gobierno, afirmaron que “las Tropas Especiales de César Montes estaban actuando en El Estor en contra de la empresa Compañía Guatemalteca de Níquel (CGN)”. Ahora según la prensa calumniadora y desinformadora, cuento con Special Forces, como si fuera un gobierno paralelo.

https://semanariopreguntas.wordpress.com/2024/09/24/la-columna-de-cesar-montes-nuevamente-los-marinos-de-el-estor/

sábado, 21 de septiembre de 2024

GUATEMALA:Nada podrá contra la fe del pueblo.


COMUNICADO
Nada
podrá
contra esta avalancha
del amor.
Contra este rearme del hombre
en sus más nobles estructuras.
Nada
podrá
contra la fe del pueblo
en la sola potencia de sus manos.
Nada
podrá
contra la vida.
Y nada
podrá
contra la vida,
porque nada
pudo
jamás
contra la vida.
Poema: OTTO RENÉ CASTILLO



TRASLADAN A GUATEMALA SENTENCIA CONTRA EXMILITARES POR EL ASESINATO DE TRES SACERDOTES BELGAS










Los crímenes ocurrieron durante el conflicto armado interno.

La Misión de Solidaridad de Bélgica en Guatemala inició este martes 17 de septiembre una visita al país centroamericano para trasladar la sentencia de cadena perpetua que un tribunal de la ciudad de Lovaina dictó en diciembre de 2023 en contra de cinco exmilitares de alto rango por el asesinato, desaparición y tortura de tres sacerdotes belgas en el país en 1980, durante el conflicto armado interno (1960-1996).

La delegación integrada por seis representantes de la misión denominada Guatebelga, busca difundir la sentencia y ”darle el seguimiento judicial y político que merece para fortalecer la lucha por los derechos humanos y contra la impunidad”, según indica un comunicado de la organización.

Reuniones con grupos de sociedad civil, universidades, así como con entidades del Estado es parte de la agenda que tendrá esta misión del 17 al 22 de septiembre.

De acuerdo con testimonios, el sacerdote Walter Vordeckeres fue asesinado por las fuerzas armadas el 12 de mayo de 1980 frente a la parroquia del poblado de Santa Lucía Cotzumalguapa, en el departamento (provincia) de Escuintla en el sur de Guatemala.

Además, el religioso Ward Capiu fue asesinado el 22 de octubre de 1981 en San Lucas Sacatepéquez donde se desempeñaba como misionero, y Serge Berte fue desaparecido en enero de 1982 en una avenida principal de la Ciudad de Guatemala, lo llevaron a un centro clandestino de detención, fue asesinado y hasta la fecha su cuerpo sigue sin aparecer.

Mientras que el también sacerdote Paul Schildermans fue detenido arbitrariamente el 4 de enero de 1982 en la misma provincia, fue torturado en una cárcel clandestina de la región y liberado dos días después.

Sentencia llega tras dos décadas buscando justicia

Las familias de los misioneros asesinados iniciaron un proceso penal en Bélgica en 2001 contra los altos mandos militares de Guatemala que se encontraban activos durante la comisión de los crímenes, amparados en la ley sobre la Represión de Violaciones Graves al Derecho Internacional Humanitario, que permite juzgar delitos cometidos contra ciudadanos belgas en cualquier parte del mundo.

El juicio celebrado en diciembre pasado no contó con la presencia de los acusados debido a que actualmente se encuentran presos en Guatemala bajo condenas por otros delitos de lesa humanidad y algunos de ellos, como el general Lucas García, aún tienen juicios pendientes por delitos como genocidio cometido contra pobladores indígenas del norte del país.

De acuerdo con la organización Guatebelga, esta visita también es un homenaje y agradecimiento de las familias de las víctimas con los guatemaltecos que decidieron declarar en el juicio ante un jurado de 12 ciudadanos belgas.

Los escuadrones de la muerte

Entre 1970 y 1990 operaron en Guatemala estructuras paramilitares manejadas por el Estado bajo secreto, que se encargaban de manejar redes de espionaje y coordinar secuestro, tortura y asesinato de personas que supuestamente pertenecían a la insurgencia, de acuerdo con el informe Guatemala: Nunca Más del Proyecto Interdiocesano de Recuperación de la Memoria Histórica, REMHI.

En 1999, Estados Unidos reveló un documento denominado ‘Diario Militar’, el cual contenía registro de las ejecuciones extrajudiciales cometidas entre 1983 y 1985 en Guatemala.

Actualmente, existe un proceso penal contra nueve implicados en el asesinato y desaparición de más de 199 personas, pero avanza lentamente dentro de los tribunales guatemaltecos.

* Con información de la agencia de noticias EFE.

https://emisorasunidas.com/2024/09/17/guatemala-sentencia-exmilitares-asesinato-sacerdotes-belgas/

jueves, 19 de septiembre de 2024

GUATEMALA: DECLARACIÓN POLÍTICA DE LA XXXII ASAMBLEA GENERAL DE CPR DE LA SIERRA


DECLARACIÓN POLÍTICA DE LA XXXII ASAMBLEA GENERAL DE CPR DE LA SIERRA

 

En Memoria de nuestros mártires y en homenaje a nuestros seres queridos que cayeron a lo largo de más de 15 años de persecución militar, nosotras y nosotros los sobrevivientes, nuestras hijas y nuestros hijos quienes continuaran con este camino de resistencia hasta conquistar la justicia, concluimos hoy, esta magna Asamblea General en estas tierras y montañas que nos cobijó y defendió la vida en la resistencia, por tanto:. 

 

DECLARAMOS ANTE EL PUEBLO DE GUATEMALA Y ANTE EL MUNDO

 

 

1.     Evaluamos y concluimos que en tanto el Estado de Guatemala no reconoce las graves violaciones cometidas en contra de nuestros derechos humanos y constitucionales durante más de 15 años, seguiremos siendo víctimas y sobrevivientes de los actos de genocidio, delitos de lesa humanidad, la destrucción de nuestras comunidades, el desplazamiento forzado y la destrucción del tejido social que los planes de contrainsurgencia cometió y  acabo con nuestra organización comunitaria, nuestra convivencia pacífica y nuestro modo de vivir en comunidad como pueblos indígenas. 

 

2.     También reflexionamos sobre la situación política que atraviesa el país.  Vemos con mucha preocupación que el pacto de corruptos, de impunidad, las mafias y los militares responsables del genocidio continúan teniendo capturada el sistema de justicia. Es mas el proceso de elección de cortes para la renovación de magistrados y jueces está enfrentando manipulación por parte de las mafias representadas en los magistrados en las Comisiones de Postulación.  Así mismo condenamos enérgicamente que las Comisiones de Postulación le dieron los mejores punteos al esposo de Consuelo Porras un militar, a Rafael Curuchuche y otros, quienes son responsables de promover el golpe de estado, desmantelar la democracia y desconocer el voto del pueblo.

 

3.     En esta magna asamblea general patentizamos y reivindicamos nuestra organización construida desde la Sierra del Chama, nuestra historia de lucha de resistencia, no solo por la defensa de nuestras vidas, sino también por la construcción de una Guatemala diferente, que supere la triste historia de exclusión, discriminación, el racismo, la injusticia y la opresión. Nuestro camino de resistencia continuara hasta garantizar el futuro de las actuales y nuevas generaciones, de nuestras hijas e hijos para construir juntos con el pueblo y de más organizaciones populares una Nueva Guatemala en donde la justicia sea el pilar fundamental de la democracia para el pueblo y no para las mafias y para que se rescate los Acuerdos de Paz porque son compromisos de Estado. 

 

4.     Así mismo asumimos el compromiso de consolidar y reestructurar nuestra organización comunitaria regional y nacional a la luz de los nuevos tiempos rescatando así el ejercicio democrático, la consulta y la asamblea comunitaria para la toma de decisiones.

 

5.     Ratificamos nuestro plan de desarrollo comunitaria para los años próximos que guiara nuestra lucha y acción en lo político, social, económico y cultural., plan a presentar al señor presidente de la república Doctor Bernardo Arévalo en un encuentro en gestión y en un diálogo franco, con compromisos en termino constructivo. 

 

6.     Valoramos, además, los esfuerzos de cada estructura, cada autoridad comunitaria y cada comunidad por el trabajo sostenido en la reconstrucción de la vida de nuestras comunidades. De la misma manera en la coordinación y comunicación permanente con las autoridades central y regional que ha contribuido a la comunicación y el intercambio.  Pero también dejamos constancia que, sin el acompañamiento del Estado y sus instituciones no es posible avanzar

 

7.      En la defensa de nuestros territorios, el medio ambiente, la madre naturaleza, nuestros ríos y montañas que son parte de nuestras vidas como pueblos y comunidad.  Rechazamos toda política, proyectos o programas sin la consulta previa a nuestras comunidades que se dirijan hacia la explotación y destrucción.  Continuaremos consolidando las alianzas con comunidades vecinas, con organizaciones hermanas para preservar la vida y la madre tierra.

 

8.     Llámanos a la comunidad nacional, a las organizaciones sociales y populares de tejer junto la unidad de los pueblos, de enfrentar a las mafias que han erosionado el Estado y capturado la justicia y construir juntos la solidaridad para edificar los cambios en pro de la justicia social.

 

9.     A la comunidad internacional y gobiernos democráticos del mundo su observancia y condena contra los actores destructores de la justicia, la paz y la democracia.

 

 

 

RESISTIR PARA VVIR         RESISTIR PARA AVANZAR

 

XXXII ASAMBLEA GENERAL DE LAS CPR-SIERRA

 

Guatemala 18 de septiembre de 2,024

GUATEMALA: DORA CLEMENCIA AZMITIA DORANTES “Menchy”


(Información compartida del folleto “Mujeres de Esperanza”/Septiembre de 1990,

Coordinadora Cristiana de Solidaridad con el pueblo de Guatemala, México D.F.)


Menchy, como  la  llamábamos  con  cariño,   nació  el  último día  del  mes  de  agosto  de 1958. Fue  la Primogénita de  la familia  Azmitia Dorantes, un  matrimonio  cristiano que  desde pequeña  la  guió en  el  camino cristiano  del  amor  y  servicio a  los  demás, tuvo tres  hermanos más: Mario,  Graciela  y  Juan  José.

Don Mario  y Doña Cony,  sus  papas,  eran colaboradores  muy  asiduos  de  la  parroquia (San  Juan  Apóstol,  Zona 6)  a  la que  pertenecían y  participaban en  varios  movimientos  de  apostolado.Estudio  en  el  colegio  Belga y  ejerció  como  maestra  de  educación  primaria  en  el  mismo. Fue muy  estudiosa  y  muy  participativa en  todas  las  actividades  que  se  hacían: su  figura  delgada  y  frágil se  miraba  corriendo  por  todos  lados ,  de  un  lugar  a  otro. Incansablemente también  fuera  del  colegio  y  siguiendo el  ejemplo  de  sus  papas, Menchy participó desde  muy  pequeña en  la  parroquia: dio  clases  de  catequesis, enseño trabajos  manuales  a  los  jóvenes  y  niños.

Su ansia  de  servicio no  tenía  limites, cuando cumplió  12  años inició el  trabajo que  la  iba  a  marcar para  toda  su  vida: la  promoción  de  los  campesinos,  de  la  gente  pobre. En  una  aldea vecina a  la  capital de  Guatemala llamada  “El  Carrizal” estuvo  por  espacio de  dos  meses  acompañando el  trabajo  de  un  sacerdote,  varias  religiosas,  dos  médicos y  jóvenes recién graduados  de  maestros. En  esa  experiencia  comenzó  su  preocupación  por  el  campo  por  las  condiciones  en  las  que  Vivian  los  campesinos.


Y  así llevo a  la  práctica;  cuando  joven estudiante  se  le  podía  ver en todos  los  movimientos  juveniles tanto  en  la  parroquia como  en  el  colegio. Los  equipos  de  JEC ( Juventud  Estudiantil  Cristiana) contaron  con  su  presencia  constante,  cuestionante  y  dinámica. En  sus  reflexiones percibieron  que  como  cristianas no  podían  permanecer indiferentes ante  la situación  de  su  pueblo,  donde  el  60% no  sabe  leer ni  escribir y  donde  las  condiciones  de  vida  de  la  gente están  en  total  contradicción  con  el  plan  que  Dios  quiere  para todos  sus  hijos.

Es  así  como  surge  el  movimiento  Operación  Uspantán  que  debe  su  nombre  al  municipio   ubicado  en  Quiche. En  un  principio,  se  tuvo como  criterio  la  necesidad  de  atender a  los  campesinos de  la  zona de  Uspantán por  la  situación de  miseria en  que  viven y  el  encontrar  una  forma  efectiva  de  concretizar  el  compromiso  cristiano  de  la  voluntarias  dentro  de  la  misma  realidad  del  campesino.

Cuando  Menchy fue  nombrada unánimemente presidenta  de  Operación  Uspantán,  no  solo  se  profundizo  la  formación  sino  que  se  llegó  a  una  mejor  comprensión del  trabajo, se  globalizaron los  objetivos centrándose  los  criterios  alrededor de  una  realidad  integral. Es  así como  se  proporcionaron elementos  teóricos y  analíticos a  las  voluntarias  y  al  campesinado para  que  pudieran ubicar su  realidad  de  injusticia en  contextos  estructurales dentro  de  los  cuales  el  cristianismo  exigía  una  respuesta  de  cambio. A  finales  de  1970 la  situación  en  Guatemala  se  fue  polarizando,  en  la  capital, huelgas,  manifestaciones,  luchas,  enfrentamientos callejeros y  en  el  campo  secuestros,  desapariciones,  violencia.

La  situación  en  las  aldeas  donde  había  trabajado con  Operación Uspantán era  difícil,  la  presencia  del  Ejercito era más  continua y  algunos  de  los  curas  que trabajaban en  esos  lugares  era  amenazados  por  su  labor  en  bien  de  estas  comunidades.  Limitada  la  posibilidad de  asistir  a  la  Operación Uspantán,  Menchy se  entrega por  entero  a  la  “Comunidad  Caminante” grupo  juvenil ( Parroquia  San  Juan Apóstol) que  se  organiza  para  trabajar  en  las áreas  indígenas  cercanas a  la  capital,  más  concretamente en  Santa María  de  Jesús,  pueblito de  Antigua  Guatemala,  rodeado  de  montañas  y  de  una  población mayoritariamente  indígena. Allí realizo un trabajo similar a la Operación Uspantán.

Su  participación  en  la  JEC la  llevo  a  participar  en un Encuentro  Internacional en España,  donde compartió su experiencia de vida y  compromiso. Todos la recuerdan como la joven alegre y entusiasta, llena de vida y entrega. Además estudiaba Pedagogía en la Universidad de San Carlos.

En  el año  1981,  la  situación  era  cada  día  más  difícil,  los  asesinatos estaban a  la  orden  del  día,  los  secuestros  eran  constantes,  varios  amigos  se  habían  ido  de  Guatemala… en  medio  de  esa  situación  Menchy profundiza  su  compromiso cristiano,  adquiere una  conciencia  política  y se  incorpora  a  la  lucha  de  los  pobladores,  habitantes  de  barrios  marginales  de  la  ciudad  capital,  a quienes  acompaña en  sus  manifestaciones  y  protestas  por  la  situación  en  la  que  viven.

Otro  paso  en  la  vida  de  Menchy fue  su  matrimonio,  efectuado  el  14  de  marzo  de  1981. Se casa  con uno  de  los  jóvenes  de  la  comunidad,  adquiere así  un  nuevo  compromiso símbolo  de  entrega de  amor. Como  ella,  su  esposo  estaba  junto  al  pueblo,  así  podrían  como  pareja caminar juntos  en  su  compromiso.

Muy  poco  duro  esa  dicha,  el  19  de  septiembre  de  1981,  en  una  tarde triste  la  familia  s e entera  de  que  Mario el  hermano, había  sido secuestrado.  Desde hacía  varios  años,  Mario  siguiendo  el ejemplo  de  su  hermana  mayor, se  había  incorporado a  diversos  grupos  juveniles  y  trabajaba en las  organizaciones   de  las  personas  de los  asentamientos  y  barrios  marginales. Era  estudiante  de  Ingeniería  Eléctrica  en  la  Universidad de  San  Carlos,  al  momento de  su  secuestro  tenía  22  años.

Menchy fue  secuestrada en  el  afán de  buscar  a  su  hermano,  no  quería ver  sufrir  a  sus  padres y  en  un  exceso de  amor  fue  a  buscarlo y  cayó  en  una  trampa que  le  tendieron  los  enemigos de  la  vida. Al  día  siguiente,  en  medio  de  la  confusión y  del  dolor en  la  búsqueda  de  sus  hijos,  se  llevaron  también  a  Don  Mario y  se  queda  sola  la  madre, los  hermanos  lograron  escapar corriendo  y  escondiéndose  algunos  días  hasta  que  pudieron comunicarse  con  su  mama. Cuando  fue  secuestrada  Menchy  tenía  3  meses  de  embarazo...nunca jamás  se  supo de  los  cuatro:  Don  Mario, Menchy,  Mario  hijo y  el  pequeño que  ya  tenía  vida  en  las  entrañas  de  Menchy.  Toda una  familia 

“No acabamos de  entender por qué  un  pueblo  tiene  que  sufrir  tanto  para  alcanzar  la liberación”  (frase  que  Menchy  escribía  en  sus  cartas).

http://www.todos-uno.org/2019/06/biografia-de-menchy.html




GUATEMALA: DESPARICIÓN FORZADA: EN BUSCA DE JUSTICIA. FAMILIA AZMITIA DORANTES


En 1981, elementos de seguridad del Estado secuestraron al padre y a dos
 hermanos de Esperanza Azmitia Dorantes. El país vivía una de las épocas de mayor represión política, bajo el régimen del general Romeo Lucas. Este es el testimonio de la angustia y sufrimiento de una familia guatemalteca.


Texto : Rosana Rojas

“Antes no hablaba de esto por miedo. Uno no deja de temer tras haber vivido la persecución. Mi hermano y mi mamá me dicen que tenga cuidado, que es preferible callar a correr el riesgo de que me pase algo y me alientan a regresar con ellos a México”.

Así comienza el relato de Esperanza Azmitia, quien no se resigna a que la desaparición de sus familiares sea un caso más. Fue precisamente el conocer el drama de otras víctimas lo que le ha dado fuerza para exigir justicia: “Trabajé en la elaboración del Informe de Reconstrucción de la Memoria Histórica, REHMI, en la transcripción y clasificación de testimonios. Este trabajo me permitió conocer experiencias tan difíciles como la mía”.

SE LLEVAN A SU HERMANO

El 19 de septiembre de 1981, fue secuestrado Mario Federico Azmitia, de 22 años, hermano de Esperanza, estudiante de ingeniería en la Universidad de San Carlos: “Mi mamá presentía algo. Yo traté de convencerla de que Mario había ido a estudiar donde un amigo, porque estaban en período de exámenes. Tanta era la aflicción de mamá que fui a la colonia El Limón, a la casa del amigo. Una vecina me contó que antes del amanecer, el 19 de septiembre, un grupo de diez a quince hombres se los habían llevado a los dos, que iban amarrados y que les iban pegando”.

EN BUSCA DE AYUDA

Mario Azmitia, padre de Esperanza, tenía 38 años de trabajar como oficial de la Curia Eclesiástica. Acudió al arzobispo, el cardenal Mario Casariego, para contarle lo del secuestro. Casariego le ofreció investigar. “Mi padre sabía que el cardenal tenía cierto grado de complicidad con la cúpula que gobernaba y que tenía conocimiento de órdenes para desaparecer a personas”, afirma Esperanza.

DOS DÍAS DESPUÉS

“Recibimos una llamada telefónica de mi hermano, quien habló con mi papá y le dijo que estaba bien; luego habló con Dora Clemencia, mi hermana, y le pidió que llegara a la 4a. avenida y 15 calle de la zona 1. En ese momento pensamos que había aparecido y decidimos ir todos a recibirlo. Mientras esperábamos que llegara, mi hermana, en la desesperación, se fue a la otra esquina a ver si lo encontraba y ya no regresó. Dora tenía 23 años, estaba casada y esperaba un bebé. Eso fue el 21 de septiembre de 1981”.

Dora era voluntaria de un programa de educación en comunidades de Ixcán y Uspantán, Quiché, llamado Operación Uspantán, organizado por alumnas y monjas del colegio Belga. “Ella fue presidenta del programa”, aclara. Los grupos de maestras iban a Quiché por un mes y luego regresaban a sus casas, mientras otro grupo partía para cubrirlas. Alfabetizaban, ofrecían clases de cocina y costura, pero era tanta la necesidad que ellas fueron tomando el papel de doctoras cuando surgían emergencias: desde atender heridas hasta partos. Esperanza considera que fue esta labor social lo que hizo que a su hermana se la tachara de comunista o guerrillera, sin serlo.

OTRA VEZ AL CARDENAL

Al día siguiente de la desaparición de Dora, Mario Azmitia fue de nuevo con Casariego a suplicarle ayuda y a decirle que, si recuperaba a sus hijos, saldría toda la familia del país para evitar más problemas. Pero al salir de la Catedral… “En la 7a. avenida y 9a. calle, como a las 10 de la mañana, tres hombres desde un carro gritaron que nos detuviéramos. Rechinando las llantas, atravesaron la cuadra en contra de la vía, se bajaron dos tipos, desenfundaron armas y mi reacción fue empezar a correr con mi hermano pequeño. Cuando volvimos la vista, ya no vimos a papá ni a mamá”.

Al día siguiente, Esperanza cumplió sus 15 años, una fecha que nunca pudo celebrar.

“Fuimos a casa de una compañera del colegio Belga, no a nuestra casa, por miedo. Nos recibieron bien, pero quizá sentían miedo de tenernos con ellos, ya que nos escondían cuando tocaban la puerta o llegaban visitas”.

ESCAPE AL EXILIO

Finalmente, el padre de la familia donde los alojaban se decidió a hablar con las hermanas del colegio “Se sorprendió al saber que mi madre no había sido secuestrada junto a mi padre. Los hombres del carro sólo se lo habían llevado a él”, cuenta Esperanza.

Dos semanas después del secuestro se reunieron los dos niños con su madre. Decidieron irse sin maletas, sin nada, a México. “Fue difícil al principio, pero logramos caminar. Conocimos a otros exiliados sudamericanos y centroamericanos y fuimos tejiendo una vida social con todos los que sufríamos por causa de la represión”, relata Esperanza, quien hoy ha formado su propia familia. Espera que la tragedia de su niñez no se vuelva a repetir.

“Recuerdo que mi papá, un día antes de que se lo llevaran, le decía a una familia amiga que si por alguna razón él no pudiera seguir con la búsqueda de mis hermanos, ellos continuaran averiguando su paradero y los enterraran; que no los dejaran perdidos. Eso lo grabé en mi mente y a la vez que me causa rabia, me anima a seguir buscándolos, porque nunca había visto llorar de esa forma a mi padre”.

EN LA MEMORIA

“Al salir de la Catedral, dos hombres con pistolas salieron de un carro y se llevaron a mi papá. Él nunca había hecho nada malo. Era un buen hombre”. Esperanza Azmitia.

HASTA QUE APAREZCAN

Esperanza Azmitia se ha dedicado a trabajar en la divulgación de las tragedias vividas por las víctimas del conflicto armado. El caso de su familia fue uno entre miles de injusticias.

—¿Por qué cree que secuestraron a su padre y hermanos?

Muy probablemente porque los nombres de mi padre y hermanos aparecían en una lista de personas que un jesuita llamado Eduardo Pellecer Faena entregó a quienes lo secuestraron. Pellecer también se dedicaba a brindar ayuda a los pobres en el interior por medio de Operación Uspantán. Creemos que lo obligaron a hablar. Tras ser torturado, no le quedaba otra salida que hablar y dar declaraciones públicas en la televisión de que había sido miembro de la guerrilla, y ofrecía disculpas a la nación. También públicamente se dedicó a alabar al régimen; pensamiento que, sabíamos, no era el suyo. Era el año 1981, todavía gobernaba Fernando Romeo Lucas García.

—¿Van a presentar alguna demanda contra el Estado?

Ese proceso de denuncia contra el Estado lo inicié, tras ser animada por un compañero abogado de la Fundación Myrna Mack, en donde también trabajé, ya que él me ofreció su disposición y apoyo. Los trámites llevaron a una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Washington. Después de exponer sus razones
el gobierno de Guatemala y la víctima, es decir mi persona, la Comisión estudia el caso. Posteriormente, la Comisión Presidencial de Derechos Humanos hizo la denuncia al Ministerio Público, para iniciar la búsqueda de mis familiares.

—¿Qué fue lo que la motivó a iniciar esta búsqueda de justicia?

Varias cosas: conocer tantos casos de víctimas, el hecho de que mi esposo también haya sido un sobreviviente de la represión. Hace dos años hubo una reunión de todas las participantes en Operación Uspantán, el programa educativo que mi hermana dirigía en Quiché y por el cual fue desaparecida. Obviamente yo asistí en representación
de mi hermana. Todas hablaban del giro que había dado su vida desde que fueron voluntarias del proyecto, por lo que algunas se hicieron médicos, otras trabajadoras sociales o algunas trabajan en entidades que tenían que ver con lo humanístico. Creo que ese será el mejor homenaje a su memoria.

Federico, estudiante de Ingeniería, fue secuestrado el 19 de septiembre de 1981; Mario Azmitia, secretario de la curia eclesiástica, fue llevado por hombres armados el 22. Dora Clemencia, maestra de primaria, fue desaparecida el 21 de septiembre. 

https://www.narrativayensayoguatemaltecos.com/desparicion-forzada-en-busca-de-justicia/