jueves, 13 de septiembre de 2012

Fortalecer la libre expresión. Se puede medir el grado de democracia existente.


Fortalecer la libre expresión

Se puede medir el grado de democracia existente.
Miguel Ángel Albizures
  
Fiscales, jueces y magistrados, sin ser parciales, deben tender a fortalecer el ejercicio del derecho a la libre expresión, pues se trata de un derecho a partir del cual se puede medir el grado de democracia existente.

Lo anterior, viene al caso por los hechos acontecidos antes y después del Certamen Literario “Construyamos Juntos una Cultura de Paz y amor”, convocado por la oficina del Procurador de los Derechos Humanos, en enero del presente año, y la reacción de los miembros del Comité de Seguridad de Panajachel, contra el Jurado Calificador y de Karla Olascoaga Dávila, autora del cuento premiado, Crónica de un asesinato anunciado. El fallo del jurado, a pesar de ser inapelable, fue dejado sin efecto por el exprocurador, que pasó el caso a la Corte Suprema de Justicia y se ha conformado un Tribunal de Imprenta. Quienes solicitaron anular el fallo, no publicar el cuento, y presentaron denuncias por difamación, son los miembros del Comité de “Seguridad”, sobre quienes pesan graves acusaciones de limpieza social. 

El actual Procurador  se pronunció y dio validez al fallo del jurado, manifestando su solidaridad con los miembros, la autora del cuento y con la periodista Ana Lucía Escobar, que también había sido amenazada por dicho Comité, señalando que “los hechos referidos han sido ampliamente difundidos en medios de comunicación e incluso se encuentran dos personas sentenciadas por los delitos mencionados en la pieza literaria”, y que el cuento “es una expresión de una actividad literaria, en ejercicio del derecho a la libre emisión del pensamiento y de la libertad artística, que puede basarse en hechos reales o ficticios, los cuales bajo ninguna condición son constitutivos de delito”. 

Dar credibilidad a una denuncia de difamación contra el jurado del certamen y la autora del cuento, es un atentado a la libre expresión, máxime cuando las acusaciones vienen de personas que han sido acusadas de abusos y hasta de asesinatos, pues el único personaje que aparece señalado como perpetrador de un delito en el cuento, es Juan Manuel Ralón, quien guarda prisión y tiene ya dos condenas por su actuación protagónica como presidente de ese comité. Sus dos sentencias suman 20 años y 8 meses, y aún queda un juicio pendiente.http://www.elperiodico.com.gt/es/20120913/opinion/217814/

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